Kristian Sendon Cordero

La lengua de mi padre

 

 

 

—Traducción al inglés de los poemas en sus idiomas originales, -Rinconada, Bikol y Filipino-,
por Frank V. Peñones, Jr., Marne Kilates y Mikael De Laura Co.

—Traducción del inglés al castellano por Khédija Gadhoum

 

 

 

 

La escritura de la poesía

 

No es distinta a la pesca con caña

 

Siempre necesitas hacer una pausa

convencerte de que hay un verso

esperando que se enganche bajo el agua.

 

Tú que oyes la maldición

del gusano que has convertido en tu cebo,

sólo entonces enrolla el sedal y

acierta el deslumbrante,

puro y tembloroso verso.

 

Recuerda: por la boca

se agarra un pez.

 

 

 

 

Un día inevitable

 

Una mujer compró un féretro

no porque se estuviera muriendo

ni por nadie de su familia.

 

Ella sólo quería algo nuevo

en la sala de estar—porque estaba cansada

de barrer y recoger jarrones hechos pedazos.

 

Cuando su marido llegue

a casa del trabajo y los tres

niños de la escuela,

la encontrarán tumbada

dentro del féretro, reposando.

 

La despertarán

con sus propios besos

hasta que finalmente sienta al gato

acurrucarse a sus pies,

rogándole que lo alimentara.

 

 

 

 

La razón por la cual estoy aprendiendo a manejar

 

Traicionaré al mundo a cambio de tres tapas de botellas de cerveza

que bebimos anoche. Te preguntarás una vez más por qué

nunca me deshago de semejantes recuerdos. Si tan sólo pudieras ver

cómo he guardado un cofre lleno de comprobantes

y mapas provisionales que usamos

en ese viaje a ese pueblo escondido en el Norte.

Durante mucho tiempo he tenido que recordarme que ni siquiera tengo

pruebas de que soy yo mismo cuando se trata de este tipo de amor:

y tal vez pienses que sólo estoy buscando

metáforas. Al igual que en ese viaje en autobús

cuando llamé el gigante que vi, roncando recostado,

en vez de una montaña. Te quedaste mirándome,

le diste nuestro boleto, y hasta ahora sigo preguntándome

por qué al revisor se le antojó sonreírnos.

Tal vez sea porque le diste la cantidad exacta

por los dos. Y él no tendría que preocuparse por el cambio.

 

 

 

 

El primer entierro

 

La pareja finalmente encontró

el cadáver de su hijo.

Está tendido en la granja

de su hermano mayor.

 

El padre analizó si había

un rastro de mordeduras de culebra

o si estaba sosteniendo el fruto

de los tres entierros prohibidos.

 

 

El cadáver ya apesta

el dolor cavaba en lo más profundo para volver

al polvo lo que vino del polvo.

 

Aquella noche, empezaron a dormir

uno al lado del otro durante siete días,

con los hermanos. Tienen que reproducirse.

 

 

 

 

Melancolía

 

No puedes hacerla volar en el viento,

o se volverá un torbellino.

 

No puedes sembrarla en la tierra,

o se estremecerá la tierra.

 

No puedes echarla a las olas,

o febril se pondrá febril el mar.

 

Pero sólo puedes darle calor

alrededor del fuego en compañía

de extraños mientras frotas tus palmas

una contra la otra y te las acercas a tu cara,

cuello, pecho y frente.

 

Afuera los sueños se enfrían

y el olor a pelo quemado se esparce.

 

 

 

 

La lengua de mi padre

 

En la provincia de mi padre

se pesan y se comen los banggi-bangii

insectos diminutos con los que jugamos.

Caen de las hojas del mango.

Se les puede hacer dormir. O volar

si están atados con un hilo.

Ayer, vi a mi padre

con varios de ellos,

que compró a veinticinco centavos cada uno,

los otros los consiguió sacudiendo

él mismo los árboles florecientes.

Los tostaba

como las semillas de cacao

con las que se elaboran los chocolates

luego los aliñaba con especias

y granos de pimienta.

 

No nos sorprende nada de todo esto,

él fermenta el arroz y los cangrejos de río

él sazona y sella en un frasco.

que huele tan mal que

nos alejamos de él cuando se los come.

Como esta vez cuando se da un banquete

de banggi-banggi, haciéndolos estallar en

su boca uno por uno crujiente, masticando

y luciendo tan contento

como si hubiera perdido

el maravilloso sabor.

 

¿Qué alimento puedo comprar con sólo un peso

que me dio mi padre?

 

*Banggi-banggi (es un escarabajo comestible)

Kristian Sendon Cordero Es un escritor de poesía y ficción, traductor y cineasta independiente de la región de Bikol, en La República de Filipinas. Sus últimos ... LEER MÁS DEL AUTOR