Café Bizancio
(Traducción al español de Manuel González Rincón)
ADIÓS
Cuántos no dirán adiós en este momento
a amigos queridos, cuántos
llorarán por la felicidad que se marcha
agitando al aire sus lánguidos pañuelos
hasta que su dolor se convierta
en un punto en el horizonte.
Estos adioses no los soporto.
Nuestro amor semejaba un hermoso libro.
Ahora que vas a marcharte
lo dejaré reposar sobre mis rodillas
y, una a una, evocaré
sus páginas, los personajes
tan perfectamente pergeñados
cuanto de admirable y conmovedor
vivimos. Y pensaré lo que he ganado
en sentimientos, cuántas nuevos
y difíciles sentidos aprendí.
Ahora que vas a marcharte, esto
me ha quedado. No el adiós
ni las lágrimas ni los pañuelos.
MIRANDO POR ÚLTIMA VEZ
El barco ha zarpado. Poco a poco
iremos dejando el puerto. El sol,
hundido en el horizonte, cubre de oro,
quién sabe si por última vez, la tierra
donde vimos la luz. Dentro de poco
la distancia y la oscuridad quizá por siempre
la hagan desaparecer. Huimos del absurdo
clamor del mundo. En este lugar
la gente no sabe apreciar
nuestros delicados versos. Les ofenden,
sostienen, nuestros inocentes actos,
sin ver ni comprender que nuestros actos
son la causa de nuestros versos.
Lejos de nuestra molesta presencia
tal vez aprecien mejor nuestras estrofas
e incluso quizá nos llamen grandes poetas.
Pero, sobre todo, allí en tierra extraña
–los extranjeros siempre son más indulgentes
con los extranjeros–
más libres y despreocupados
a nuestras secretas costumbres nos entregaremos.
Qué rápido ha anochecido. Ya no puede uno,
con este frío, permanecer en cubierta.
Tierra de la patria, amada tierra, buenas noches.
LA LLAVE
Una vez tuve un amigo de unos veinte años
al que le gustaba viajar. Me decía: amigo mío
los sueños llegan se van y vuelven
con los barcos. Y cuando se enfadaba:
¡lo que yo considero un barco
nunca surcará tu corazón!
me daban miedo el mar y los barcos
nadie sabe lo que pasé por su causa
los llantos de mi madre y advertencias
de mi padre sobre amistades funestas
al final emplearon artimañas: me quitaron
la llave de la puerta para obligarme
a trepar la cerca
cuando volvía a casa tarde por su culpa
una vez tuve un amigo de unos veinte años
al que le gustaba viajar
aquella noche volví temprano a casa
me recibieron como al hijo pródigo
encendieron el gramófono y mataron una gallina
me devolvieron la llave
ATENAS (GRECIA) 1953
Una mañana común con pocas nubes
en cierta gran ciudad
todos nuestros desvelos orientados
a la concienzuda limpieza
de los monumentos nacionales
farolas eléctricas aún encendidas
fuera del espacio y del tiempo los insensatos
como nosotros y nuestros hijos y nuestra vida
y más abajo la ironía de la gente
que ha salido con su amargura en los ojos
una mañana muy común
A LA EDAD DE TRECE AÑOS
Los barcos silban cuando la gente llora
y envuelven en sus pañuelos
un puñado de trigo amarillo. Antes
me gustaban los bonitos viajes. Me gustaba
el olor del mar, el calor
de la carne infantil y el sexo
torpe en cubierta. Decía: ¿cuándo iremos
de viaje, querida? Cantaba: a las olas
les encantan los vientos y la gente
sueña con muletas de oro
nadie puede caminar sin muletas
Ah, era un niño con juicio
y un vivo sentido del tacto
Recuerdo siempre al boy scout
Tenía una descolorida fotografía suya
y cada mañana antes de que ella se despertara
me sentaba ante la ventana abierta
y rastreaba el mar con los prismáticos
Ahora ya se habrá hecho mayor
quizá hasta haya muerto en la guerra
pero a aquella edad
parecía algo impensable
Su hermana era enfermera
griegos de Egipto, respetables y pudientes
y él tenía dieciocho años. Es lo que recuerdo.
Me incliné sobre la escotilla y lloré todo el rato.
Ella se levantaba temprano por la mañana y gritaba:
niño, niño, ven a tomarte la leche.
Ah, me gustaban los viajes en el vapor en verano
Ahora llegó el invierno y mis manos han perdido el tacto
el cálido tacto humano, y solo conservo
su recuerdo hacinado entre mis dedos
como la nieve entre las hojas de los abetos.
VIERNES SANTO
Era la noche del Santo Entierro
salimos a las calles y aguardábamos
y mientras la procesión se demoraba
vemos de repente a Cristo
adolescente
pasando frente a nosotros
EPIGRAMA A UN SUICIDA
Cogió una bala y la sembró
en una maceta vacía
le habían dicho que la muerte
hace brotar flores hermosas
A LA LUNA
Luna mía
no tengo nada en tu contra
cuántas veces no te encerré
cual si fueras luciérnaga
en mi puño apretado
y cuántas no te canté
llamándote brillante*
escribiéndote palabras
y llegando incluso a llamarte
s e l e n e
*Referencia a una cancioncilla popular griega, referida a la luna: Φεγγαράκι μου λαμπρό.
AMOR
Te extraeré los ojos y me los tragaré
para verte a través de ellos
cuando te miras
en el espejo para afeitarte
A NANOS VALAORITIS
En verano
cuando me tumbo por las noches en mi cama
solitario
si hace calor
cojo tu libro
y avento mi cuerpo exhausto
entonces
siento que tus poemas cobran vida por hechizo
y me acarician los dedos
suavemente
después que al poco me siento descansado
abro tu libro al azar
(entretanto menguaron los ruidos de la calle)
y cuando llego a «y las aguas
cubren los gritos de los náufragos»
me adormezco
ESTA NOCHE
Esta noche no hay
noticias de mi frente*
nadie ha colocado sus labios sobre ella
quizá pasado mañana reportarán mi muerte
dentro del pecho llevo una bomba de relojería
en cualquier momento hará explosión
*Juego de palabras entre el frente de batalla y la parte superior de la cara, que en griego son del mismo género.
SIGUE ADELANTE TAJTSÍS
Sigue adelante, Tajtsís, continúa por tu propio camino
y cuantas más celadas halles mejor –sigue adelante
dejándote la carne que exige cada engaño
pero cuida que sea roja como hierro candente
que deje su marca en las manos viriles de todos ellos
y sigue adelante, Tajtsís, continúa sin inmutarte
LA SINFONÍA DEL «BRAZILIAN»*
Si muero
no volverá el cartero
no me enviarás más libros
ni tu corazón en un sobre
no te veré marcharte
ni regresar
no me sentaré más en el bar
contigo a mi lado
o enfrente
solitario
mientras me miras
¿y si digo que fallecí?
colgaré de tu cuello
una esquela con mi nombre
para que camines por las calles con un muerto
Tasía, un café, por favor
si de repente se topan conmigo vivo
quedarán sorprendidos
es ya la una menos cuarto
el ultraje de las horas
Tasía, un café, por favor
Incendiaré mi vida
y quemaré mis libros
qué lindamente arde
la frase «te amo» –se pliega sobre sí misma
como si se cubriera el rostro con la mano
por vergüenza
un poco de agua, por favor
y lava mejor mi vaso
muchacha
anteayer lo limpié con agua
y borré todos mis sueños
su café caballero
el nivel de tu amor
desciende
tengo sed
un poco de agua señores
un poco de agua mis buenos señores
según dice es poeta
¿pero dónde están los gritos de los niños?
pedimos poesía en la oscuridad
la poesía ha muerto amigo
tu bondad –
tu bondad es Señor
una chimenea
por las calles veo pasar
gitanos con estandartes de sueños
una oración
una oración
para que hallemos un poema
la poesía ha muerto amigo
¿pero no se conocen?
el caballero es poeta
sí
es gordo
muy gordo
y apuesta en el hipódromo
es la una
la muerte de las horas
llueve
¿cuándo dejará ya de llover?
desde que te marchaste
no ha dejado de llover
sentías curiosidad por conocer
lo que hay tras la muerte
m u e r t e
¿qué quieres que haya?
¡ATENCIÓN!¡PELIGRO DE VIDA!
te pedía que te quedaras
encontré clavos para crucificarte
lanzas para atravesarte
a una caña ataría
mi corazón cual esponja
para hallarte ahora
he de ir junto al mar
así que escribo yo también papeles
a modo de pasaportes
y los echo después al agua
no quiero que los vea la gente
que no sabe escalar
el humo de los barcos
la gente la gente
cogen nuestros escritos y con ellos
encienden fuego en invierno
¿cuándo dejará ya de llover?
otoño
las hojas de los árboles
han sufrido de nuevo paludismo
en primavera compraré DDT
vete
tu forma de hablar –
no sabe que mi forma es
toque de queda
tu forma de peinarte
tu forma de reír –
no sabe
nada no sabe
teme a los poetas
aunque traigan poesía
¿me permite presentarlos?
¿qué poemas compone?
¿poemas
líricos? ¿satíricos?
p o e m a s
el caballero es maricón
vagina sin columna
perro sin decencia*
persona
nunca olvidaré a Aléxandros
en su pecho se asentaba
un águila
era una época difícil
por las calles
vagaban pálidos crucificados
y nuestras madres
no necesitaban más huérfanos
un buenas noches
podía fácilmente convertirse en un adiós
en su pecho
en el pecho donde se asentaba el águila
el caballero es maricón
p e r s o n a
hola encantado
olvídese de mí
he sido un imprudente no lo niego
pero usted amigo olvidó poner
aceite en su candil
he aquí que llega el Novio*
ha pasado de largo
para siempre
la poesía ha muerto amigo
¿y cuándo es el funeral?
el funeral de las horas
pero la vida resiste aún
en algunas inquietudes
en bastantes arrepentimientos
y en la muerte
no hablaré nunca más
no hablaré
la muerte
la muerte
la aniquilaré
adiós
parte sin mirar atrás
estoy cansado
la poesía ay la poesía de la poesía
de vuestra vida
¿qué habéis hecho?
ya no quiero más café
cuando hablo con la muerte
le doy vuestros nombres
dios nos libre de la estetización
de la bomba atómica
yo ahora voy hacia la vida
al Iliso
para beber mis más claros pensamientos
ya no tienes ninguna esperanza
no tengo ya esperanza
no tengo ya ninguna esperanza
más que mi hermana Esperanza
no tengo más cuerpo
que el cuerpo que dejaré
colgando del cable
no tengo más muerte que la vida
soy del todo redondo
como un círculo perfecto
echaré a rodar
soy una rueda para que jueguen los niños
porque caballero
la vida discurre sobre ruedas
bajo la rueda todo es muerte
para
no quiero escucharte
voy a amarte
no quiero verte más
me taparé los oídos con las manos
para no verte
y viviré
ya voy vida ya voy
tras pisar la muerte con la vida
aprended a despreciar
lo que amáis
el sol el sol la vida
ya voy amigo ya voy
soy tuyo para siempre
qué hermosos lucen los marineros de repente
qué hermosa la mañana del domingo
y la sombra de los árboles
donde hasta la incerteza de nuestros tiempos
pierde un poco
de su funesto poder
y todo nos parece
vestido de sol
pero mientras observo distraído y feliz
creyendo que ya
no volveré a amar nada
él
atraviesa el leve muro del cuerpo
y va a incrustarse como una bala
en el corazón
*El Café Brazilian era uno de los conocidos lugares de reunión de famosos escritores atenienses. *Juego de palabras intraducible entre κίναιδος (‘maricón’, ‘homosexual pasivo’), κίονας (‘columna’, ‘fuste’) y κύων (‘perro’), y entre αιδοίο (‘vagina’) y αιδώς (‘decencia’). *Tomado de la liturgia de la Pascua ortodoxa, donde se hace referencia a Cristo como el Novio que llega a una metafórica boda, según la parábola de las diez vírgenes de Mateo 25, 1-13.
LONDRES, AVENTURA
Aquella mañana marcaba diez bajo cero
el termómetro del corazón. Y llegaste tú
con su neblina en tus ojos
y faltó poco para que, atado entre los arbustos,
me desbocara por el sol. Los deseos
rechinaron como guijarros dentro de mi pecho
mientras tu pierna le paso por encima
Aquella noche los lúcidos periódicos
publicaron poemas donde a menudo destacaban
los términos… AMOR… TAJTSÍS…
Y después de repente: HOLA… Entonces
te levantaste tú también, colocaste el río
alrededor de tu cuello y, como río, fluiste…
MI VIDA
Cual pelota ha sido mi vida
una patada aquí
una patada allí
¡gol! ¡gol!
perdimos el partido
VAMOS SEÑORES
Los exámenes han terminado. Dejen los lápices.
Doblen con cuidado sus cuartillas y vamos,
Vamos señores, terminó el tiempo de escribir.
Lo que lloramos no se perderá.
Lo que hablamos lo guardará el viento
(no confiéis jamás en los destinatarios)
Así que cojan sus libelos
y ayúdenme a cargar mi corazón
y vamos, caminando indiferentes, todos juntos.
Ruego que no comiencen las trifulcas.
Yo tenía una ambición:
demostrar a mis perseguidores que había aprendido
el alfabeto
–gran logro para mi generación–
y no me creyeron. Y SIN EMBARGO LO APRENDÍ.
Me tomó mi tiempo, claro, cometía errores impropios,
y aunque salía siempre de las celadas
de los sofistas, siempre dejaba alguno.
Pero las casualidades de una vida
son trabajo de siglos, todo tiene su precio –la pared
recibe el salario de las balas. En cada hueco nació
una amapola.
Llegará un día en que las arranque un dios.
NO ME AVERGÜENZO
Un día me llamarán faquir
he sacado de mi pecho rojas palomas
de mis ojos humo
he atravesado mis sueños con sables
he cometido robos por encargo
por amor, os lo juro, por remordimientos quizá
un día me llamarán homosexual
a aquel noble y homosexual
a mí taimado a secas
me llamarán víbora: ¡un vulgar traidor!
¡incendiario!
mis honorables conciudadanos
vendrán a defecar sobre mi tumba (figuradamente)
pero sus hijos –¡ah, los efebos!
ellos me resucitarán y me llamarán poeta
NO ME AVERGÜENZO
[De Café «Bizancio»]
ESCALERAS
Ya no pienso.
Ya no puedo seguir pensando.
Mi pensamiento se hizo mármol
de tanto dolor.
Una fría escalera de mármol;
y mi mente
ni una gota es ya,
indigna entre muchos
océanos.
Y lloro
porque hasta que la noche se haya ido
y la luna se apague en los cielos
y por muy suavemente que amanezca
y se encienda la insensible aurora
de nuevo no habré subido, dios mío,
ni un pequeño escalón de esta
interminable escalera.
Y me hallará la vida a medio preparar
y se enfadará conmigo…
I
El completo silencio del Señor
en el anochecido Huerto de los Olivos
sorprendió mucho a sus discípulos.
Malva y oscuro diamante de fervor
el ímpetu nocturno del Dios hecho hombre.
Angustiado deambular
bajo el cielo estrellado,
secreta conversación con su otro
Yo…
Todo en vano.
Mientras regresaba despacio,
la espesura Lo atrapó
en su material regazo
y salió de allí con aspecto tímido
«porque había amado mucho…»
II
Vuelvas a donde vuelvas
te aguardan tus ojos lacrimosos.
Sus cuencas se han convertido en ríos profundos
de aguas turbias.
Últimamente ha surgido
un delta – mi boca
es un estanque de mármol
rosado.
Aquí viene a menudo por la noche
a saciar su sed una raza
de ciervos asustadizos.
Y yo cual feliz creador contemplo
sin falsas ilusiones
sin remordimientos
bajo la luna
los susurros del terror
con amor
las lágrimas ardientes de la huida…
[De Diez poemas (1951)]
MENOR
No ha pasado ninguna nube
ninguna voz ha pedido auxilio
la desesperanza de este lugar se expresa
más vivamente en el silencio
y como mucho en el susurro
de la oscuridad que cae sin cesar
(¡sobre vuestras almas!)
OTOÑO
Hoy me esperaba fuera
el aire frío
la tierra empapada
y un crisantemo
y me dije: ay
ha pasado
el cálido verano
y levantando la mano
sin querer
simplemente
me hice
la señal de la cruz.
MOMENTO MUSICAL
El cielo
juntó
nubes
ayer
gota
a gota
la sangre
de
mi
corazón
y
hoy
llueve.
ERÓTICO
No lo vio –
sus labios
eran blandos
y sus ojos
negros
no lo vio
y dijo que así
con eso
en su fantasía
y un libro
en blanco
sobre sus rodillas
viviría y moriría
con el secreto
de la ignorancia
en el corazón.
CUÁNTO
Un momento solo
(¿cuánto durará?)
vendrá y se marchará
cuánto
duró tu amor
tú y el verano…
CANCIONCILLA
Lágrima querida
vente conmigo
y si sientes frío
te daré calor
en mi regazo.
Y si tu corazón
se volvió desmemoriado
te colocaré sobre
una florecilla
simple
azul
que se llama
«no me olvides…»
ÚLTIMOS
Somos
un inflexible
grupo de corredores
que alternándonos llevamos
en nuestra mano varonil
la llama sagrada
y seguimos la carrera
y el que ahora –¡mira!
la ha pasado a su relevo
reduce la marcha
agotado
atravesando la oscuridad.
A SÍ MISMO
¡Escucha!
existe aquí una música
que cae más delicada
incluso que los pétalos
de una rosa…
[De Pequeños poemas (1952)]
SUEÑO
Tus ojos son dos ventanas cerradas
al mediodía y tus labios
como ciertos silencios de extenuación
los pinos en la colina detienen
el hálito del viento
y en tus cabellos se asientan recuerdos inertes
en algún lugar entre tu pecho y tus dedos
reposan las aves…
EDIPO EN COLONO*
A la memoria de D. Kapetanakis
Nadie me acompañó
En mi destierro a Tebas;
Iba caminando
Solo
Con mis sombríos presentimientos
Y lleno de tedio
Así que
Cuando encontré
A aquel hombre insolente
Que me cortaba el camino
Comencé a discutir con él
(Por divertimento)
Y lo maté.
Nadie me acompañó;
Estaba solo nuevamente
Cuando respondí a la Esfinge
Y la maté.
Este tedio me acompañó
Hasta Tebas
Donde los incautos me hicieron rey
Y me casaron con Yocasta…
Y ahora, aquí en Colono
Ahora por primera vez en mi vida
Siento que mi alma está en paz
Mis pasiones muertas.
(Mi tedio, como mi juventud
Se ha convertido en un recuerdo).
Los ruiseñores cantan
En los olivos del Ática
Y la joven Antígona
En silencio
Está sentada a mi lado.
*Poema escrito en inglés. Colono era el barrio ateniense donde vivía Tajtsís.
AL FINAL
Poeta, no llores cuando llegue la hora; la ironía
y el silencio tienen también una calidez humana. Significa
que te consideran un pequeño y desconocido mártir
de una conocida, muy conocida religión. No es poco.
Y además nosotros, ya lo sabes, esparcimos
nuestro corazón luminoso sobre una sábana blanquísima
nuestros actos poéticos dentro de un pequeño libro
sin esperar que los hombres los juzguen, sino los dioses.
[De Sobre la hora duodécima (1953)]
QUÉ LE DIRÍA A LA MUERTE SI DECIDIERA SUICIDARME ESTA NOCHE
Amigo mío*
espérame esta noche
no te enfades si tardo un poco
es una mala costumbre que adquirí entre los hombres
saldré también esta noche de mi casa como cada noche
poco después del crepúsculo
pero
con especial precaución
estoy perdido si mi madre se da cuenta de algo
saldré de nuevo a las calles como antes
silbando
mi buen humor escandalizará a los viandantes
verán con aversión la amapola que llevaré en la solapa
tu amapola
qué curiosos son los hombres, amigo
imagínate, te suponen feo y pálido
déjalos que digan; ¿te han visto alguna vez?
pero yo sí te conozco; te he visto a menudo poco antes de dormir
y eras hermoso como un efebo
alguna vez llegué a dibujarte
me levanté de la cama aprisa
buscando un lápiz
antes de que se perdiera tu figura de mis ojos
trataré de encontrar ese dibujo
no está muy conseguido; alrededor de tu cabeza coloqué un sol…
amigo mío
espérame esta noche
intentaré llegar a mi hora
dentro de poco…
ahora tengo que vestirme
hermana
llévate estas prendas negras
tráeme del armario mi vestido verde
dame tu peine también
maldita sea, he tenido siempre un cabello muy rebelde.
*Thánatos, la muerte, es de género masculino en griego.
LO QUE OÍ DECIR A UN PILOTO DE VEINTIDÓS AÑOS MIENTRAS HABLABA DE FÚTBOL
Un día moriremos, símbolos de fealdad
nosotros, que somos la propia belleza
cuando vamos a los parques por las tardes
vistiendo el uniforme y nuestros sueños
un día moriremos, entregaremos a la muerte
nuestro cuerpo robusto con indolencia
como a las lisonjas de una amante a la que apreciamos
y cuyo deseo vemos con ironía
inclinados sobre el timón, indiferentes, llenos de hastío
apretaremos los dientes ante el deseo
que no procuramos, como cuando de pasada
saludamos por educación a un conocido ocasional
nuestro avión, cual amigo doliente
escribirá en el firmamento un poema muy sencillo
hecho de humo, que al considerarlo tosco
el aire borrará con su esponja.
[Poemas publicados en octavillas (1953)]
DESEMBARCO
Tu cuerpo que reposa en la costa desierta
semeja, ahora que se aplacó la batalla
y los enemigos se retiraron,
una curiosa interrogación
dibujada con el dedo en la arena.
[La sinfonía del «Brazilian» (1954)]