Kirmen Uribe

No demos las cosas por sentado

 

 

 

 

FALSA ACACIA

 

Una fría tarde de marzo,

los jardineros hicieron bien su trabajo.

Podaron las acacias, se llevaron los recortes.

 

Caminamos entre los árboles tullidos.

Nubes de aluminio,

materia negra en el escáner.

 

Hasta hace poco, pienso, las ramas

estaban unidas a los árboles. Ya no sabes

quererme, piensas tú.

 

La culpa nunca es de uno solo.

Es el invierno,

que se resiste a dejarnos.

 

 

 

 

OCULTA

Under my window, a clean rasping sound
When the spade sinks into gravelly ground:
My father, digging. I look down
Seamus Heaney

 

Mi madre suele estar oculta siempre que voy a visitarla.

Suele estar en el garaje, o en el desván,

o dando un paseo por el monte con los perros.

 

Yo la llamo en voz alta

y, por un momento, me estremezco

esperando a oír su voz.

 

Mi madre no me deja entrar en casa de inmediato.

Me agarra del brazo y me lleva hacia el huerto.

como siempre, me pregunta: «¿Qué ha cambiado?».

 

«Qué sé yo…», le contesto para ganar tiempo,

mientras al mismo tiempo miro y remiro,

por todas partes, qué será lo que está distinto.

 

Suele ser que ha podado las rosas,

o que ha pintado de blanco la caseta del perro.

Para ella, el trabajo de una semana;

para mí, un momento de atención.

 

Mi madre, nacida en los años del hambre, aquella niña

que, cuando llovía, se quedaba en casa sin ir a la escuela,

porque sin zapatos adecuados podía enfermar.

 

Por eso, toda la vida le han gustado los cambios

a aquella mujer que, de joven, quiso

transformar la sociedad de arriba abajo.

 

De aquella generación que, en los tiempos más oscuros

y a escondidas, conservó la lengua vasca.

al fin, me deja entrar en casa,

 

y hace que se regrese a la infancia

mediante el sabor de sus platos, y porque

es la única que aplaca mis temores.

 

Al despedirnos me dice que la próxima vez

no me olvide de llevarle un libro, que no hay libros nuevos

en la estantería, y está cansada de releer los que hay.

 

Subo al coche y considero la pregunta de mi madre:

«¿Qué ha cambiado?», esos crueles cambios que,

como las arrugas, aparecen sin que nos demos cuenta.

 

Será que últimamente la veo más cansada,

será que también yo estoy cada vez más solo.

Yo no quiero que nada cambie.

 

Querría seguir siempre visitando a mi madre,

e intentar acertar su adivinanza,

tomados del brazo y caminando por la huerta.

 

 

 

 

LA MUJER DEL PARQUE MADISON

 

Juegan los niños en el parque Madison.

Payasos, marionetas, color.

Sueñan los padres con el futuro de sus hijos.

Todo es posible, tú llegarás lejos.

Lo piensan mientras se comen un perrito caliente.

 

Pero hay una mujer que busca en la basura.

Recoge la comida que otros tiraron,

le pone kétchup y se la come.

 

Puede que sus padres, en otro tiempo, soñaran

que, en el futuro, todo sería posible.

 

 

 

 

NO DEMOS LAS COSAS POR SENTADO

 

No demos las cosas

por sentado.

Hubo una generación a la que no administraron

la vacuna contra el sarampión.

creían que la enfermedad estaba del todo erradicada,

y ahora ha vuelto a aparecer.

 

No demos por sentada

la igualdad,

no creamos que los hombres hemos dominado

al macho que llevamos dentro.

El racismo, la homofobia, el supremacismo,

todo eso, todos esos males

que son peores que el sarampión,

no necesitan nada para crecer desde cero

y extenderse con rapidez entre nosotros.

 

No hay que dar nada por sentado.

Únicamente que somos personas,

más de siete mil millones,

cada uno con su vida, su origen y sus lenguas,

y que tenemos que llevarnos bien.

Todos, cada individuo

y la tierra que nos acoge.

 

creímos que la enfermedad estaba del todo erradicada,

y ahora ha vuelto a aparecer.

 

 

 

 

A MI HIJA

Tras la lectura del poema «If»
escrito por Rudyard Kipling a su hijo.

 

Si tuviera la llave de tu corazón,

te diría:

 

No dejes que nadie se considere superior a ti,

y mucho menos si se trata de un hombre.

conserva siempre tu dignidad.

No olvides que es su buen trabajo

lo que hace digna a una persona.

Ten tu oficio, para no depender de nadie.

 

No te fíes del poder: te utilizará.

Estate al lado de los que menos tienen.

Sé ingenua, los más sencillos sueños han cambiado el mundo.

En cualquier caso, ten en cuenta

que la más hermosa idea no tiene sentido

si para llevarla a cabo hay que reprimir a alguien.

 

Si hallara las palabras apropiadas,

te diría:

 

Deja vivir,

cada cual tiene sus opiniones y sus vivencias,

respétalas aunque te parezcan contrarias a ti.

ayuda a quien lo necesite,

abre tu casa al extraño sin dudarlo.

Respeta a los incrédulos y a los creyentes

y respeta su fe.

 

Cuida tu lengua.

Piensa que no es solo nuestra,

que es un tesoro

que pertenece a todos.

 

Si encontrara el momento oportuno,

te diría:

 

No pienses nunca que no hay nada que hacer,

casi siempre hay alguna salida.

Y si no la hubiera, acéptalo así.

a veces, también perdiendo se gana.

acepta la vida, así como la muerte.

comprender la muerte

es el más difícil de nuestros quehaceres.

 

No cierres la puerta al placer y a la felicidad.

ama siempre a la persona.

La piel siempre crece hermosa,

sea de un hombre o de una mujer.

cumple tus caprichos.

 

Si tuviera el valor para hacerlo,

te diría:

Si lo deseas, sé madre,

tus niños te enseñarán a ser humilde.

Y si no los tuvieras, goza de la vida en su plenitud.

 

Ama los bosques y las ciudades.

Permanece abierta a todas las críticas, sin prejuicios.

Si tienes miedo, acepta tu miedo.

Si estás triste, estate triste.

No tenemos por qué estar siempre

felices ni ser siempre valientes.

Oye a quien tengas a tu lado.

Oye a los jóvenes, oye a los ancianos.

 

Querida hija:

 

Muéstrate tal como eres.

Di lo que piensas, aunque

disgustes a tu prójimo. aprende de los errores.

No temas hacer mal las cosas.

Quien lo hace todo bien es altivo y ciego.

Busca la belleza de los días que pasan.

Profundamente, pero sin prisa.

aprende a alargar el tiempo,

poniendo atención a las cosas pequeñas.

Haz tu camino, tú eres el centro.

Intenta cumplir tus sueños, y no dejes

que nadie te los estropee.

 

Por último: no hagas caso de los consejos,

y mucho menos de los míos.

 

 

 

 

 

-Kirmen Uribe
17 segundos
Colección Palabra de Honor
Visor Poesía
España, 2020.

https://www.visor-libros.com/tienda/novedades/17-segundos.html

 

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Kirmen Uribe (Ondárroa, España, 1970). Es autor de numerosos libros de poesía y narrativa, entre ellos, Mientras tanto cógeme la mano (Visor ... LEER MÁS DEL AUTOR