

Presentamos tres textos claves del celebrado poeta estadounidense en la traducción al español de Alberto Blanco.
Kenneth Patchen
Niebla
La bella hija gris de la lluvia ha perdido a su amante.
Él, cuya boca conociera; él, que fue bueno con ella.
Yo la he escuchado hablar de él cuando las luces del río
Gritaban: “¡Cristo, qué soledad! ¡Cristo, qué frío!”
He oído el llanto golpeado de su soledad llamándolo
Cuando el mástil del barco no apunta a ninguna estrella.
Muchos hombres han creído que eran él;
Sintiendo los brazos de ella fríos, mientras llevaban a la
muerte en los suyos—
El rostro de mujer en el marco de la nada;
Mientras la maquinaria del sueño hacía girar su primera rueda;
Y durmieron mientras los ángeles caían en el sonido
Coloreado de las aguas. Niño y cuna que canta, lo mismo.
Oh dama dolorosa cuyo amante es el muelle
En ese cielo donde todos yacemos, expectantes, abrazados
mientras oscurece.
Un templo
Dejar la tierra era mi deseo, y no hubo voluntad
que me detuviera.
Temprano, antes de que el sol llenara los caminos con carros
llevando gente a las bodas y los asesinatos;
antes de que los hombres dejaran su sueño, para vagar
en la oscuridad del mundo como bestias fustigadas.
No llevé carga. No tenía caballo, ni bastón, ni rifle.
Había caminado un poco, cuando algo me llamó diciendo:
“Pon tu mano en la mía. Juntos buscaremos a Dios”.
Y yo le contesté:
“Es tu padre quien se ha perdido, no el mío”.
Entonces el cielo se cubrió de lágrimas de sangre,
y cantaron las serpientes.
No hay nada falso en Ti
No hay nada falso en Ti.
En Tu calor el cuerpo más joven
Encuentra refugio y luz.
En Ti las plumas del sol
Hallan adorno.
Lo que no muere
Está contigo.
Con mantos de música vistes.
Tu voz alas despierta.
Y más aún contigo
Las flores en la tierra brillan.
En Tus profundidades las fieras velas
Del cielo se deslizan.
Eres el esplendor y la alegría.
Tu corazón sólo ha de fallar
Cuando todo lo demás haya caído.
Lo que nunca muere
Vive en Ti.