Yin yang
(Versión al español de María Del Castillo Sucerquia*)
Oda a Ramapough
oh noche, tiéntame
a no varar mis sueños
deja que caiga el aliento robado
el aullido del latente corazón
¿hay verbo capaz de enseñar la ventaja?
¿dejamos que ruede la oprimida vena
mientras cabalgamos en la ardiente grieta?
una herida…
en la hondura de su carne
como si la Tierra no sintiera
el corte de una pala
en su vientre
la fantasía terminó cuando tocaron la orilla
en el primer chirrido de refinado hierro
contra inocente piedra
desde entonces
fraguamos solos el destino
Intermitente brillo
aquí y allá
el intermitente brillo
es todo lo que resiste
de la Navidad
no hay nieve, ni santas
la paz en la Tierra es aún
más difícil de encontrar
tan sólo vacías amenazas
promesas incumplidas
¿cómo una nación entera le
da la espalda a la democracia
renuncia a la dignidad?
el tiempo nos dirá
cómo la libertad
se fue al infierno
Yin yang
uno no puede imaginarse al sol
sin una luna que se le oponga
sería como tener un jefe
vivir sin reina o rey
sin lideresa o mamo
significaría el fin de la dualidad
una nueva realidad
pero mejor tener la voz para cantar
mejor tener al ying junto al yang
Corazón gigante
nos acostamos juntos
mirando las nubes…
aquí viene un
corazón gigante
ese es mío, dices
y yo tengo que
estar de acuerdo
más gigante
es el que tengo
Aquí
aquí no temo ir a la vanguardia
ni pesco zalamería
no gano premios para sobrevivir
en estos infernales tiempos
soy el instrumento de la muerte mía
débil por dejar que toda su mierda hable
y, peor aún, con la suya dejarlos irse
sólo la imposibilidad de beber el agua…
ah, es tan pesada como el aire
henchido de mentiras
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*(Escritora, columnista, agente literaria y traductora)
Barranquilla, Colombia 28 de abril del 2021
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