Presentamos tres textos de la destacada autora argentina.
Juana Bignozzi
Domingo a la tarde
Cuando se sientan frente a frente
amores imposibles, quincallería amistosa,
tipos que se atrevieron y esa mujer intensa
que lleva augurios a felicidades que nunca entenderá,
la buena gente desecha las malas palabras,
la buena gente dice todos tienen posibilidades en la vida,
sienten crecer su amor por esa mujer intensa,
tan sola, que vivirá siempre detrás de una ventana
y todo lo que le ofrecen está demasiado azucarado.
Educada en el vicio de los hombres
voy a la cocina y me siguen
voy al baño y golpean la puerta
me despiertan en la noche para preguntarme si duermo
llaman por teléfono en todas mis ciudades
para avisarme cuidado con el vino y la vida literaria
no he perdido padre ni tíos ni ahijado ni amigos de juventud
por no perder no he perdido ni editor
ni ese hombre
que ya sombra aún cuida mi paso en las esquinas
no me han dejado caer de su mano de su vicio
de su peso de mi corazón
El sujeto de la izquierda
educada para ser
la magnífica militante de base de un partido
que por no leer la historia de mi país
se ha convertido en polvo no enamorado sino muerto
preparada para una eterna carrera de fondo
tengo ante los ojos una pared impenetrable
detrás de la cual sólo hay
otros 50 años de trabajo y espera