

Presentamos algunos textos del gran poeta argentino y Premio Cervantes.
Juan Gelman
…eres oscura como la luz
LA VICTORIA
En un libro de versos salpicado
por el amor, por la tristeza, por el mundo,
mis hijos dibujaron señoras amarillas,
elefantes que avanzan sobre paraguas rojos,
pájaros detenidos al borde de una página,
invadieron la muerte,
el gran camello azul descansa sobre la palabra ceniza,
una mejilla se desliza por la soledad de mis huesos,
el candor vence al desorden de la noche.
NOTAS
una flor crece donde estuvo preso y murió Toussaint Louverture
por la abertura de esa muerte una flor
crece en el castillo de Joux donde estuvo preso
y murió el haitiano más negro que se conoce
el más joven el más adelante que se conoce
negro Toussaint el general libertario
¿acaso comía como todos vivía como todos moría como todos
Toussaint Louverture?
comía como todos vivía como todos moría como todos
sólo una flor le crecerá por un agujero
después que haya morido tal vez sin arreglar
con la vida la muerte
ah Toussaint ah Louverture ah general
ah dedo que lo señaló para ir adelante
ah dedo carnal y mortal con que apretaba los gatillos
y fusilaba sombras
ah dedo que dejó en el porvenir
ah negro haitiano que paseaba
todas las madrugadas por el castillo de Joux
una sombra se lo comió el tiempo se lo devoró
el mar ya no lo moja pero de Toussaint Louverture
mejor dicho de la muerte de Toussaint Louverture
crece una flor roja
crece una flor imperdonable negra bella
como un haitiano
como el haitiano Toussaint Louverture
el haitiano más negro que se conoce
ah negro ah general
ah triste el bárbaro el impago
LA MUCHACHA DEL BALCÓN
La tarde bajaba por esa calle junto al puerto
con paso lento, balanceándose, llena de olor.
Las viejas casas palidecen en tardes como ésta,
nunca es mayor su harapienta melancolía
ni andan más tristes de paredes.
En las profundas escaleras brillan fosforescencias como de mar,
ojos muertos tal vez que miran a la tarde como si recordaran,
eran las seis, una dulzura detenía a los desconocidos,
una dulzura como de labios de la tarde, carnal,
carnal,
los rostros se ponen suaves en tardes como ésta,
arden con una especie de niñez
contra la oscuridad, el vaho de los dancings.
Esa dulzura era como si cada uno recordara a una mujer
sus muslos abrazados, la cabeza en su vientre,
el silencio de los desconocidos.
Era un oleaje en medio de la calle
con rodillas y rostros de ternura chocando
contra el “New Inn”, las puertas, los umbrales de color abandono.
Hasta que la muchacha se asomó al balcón
de pie sobre la tarde íntima como su cuarto con la cama deshecha
donde todos creyeron haberla amado alguna vez
antes de que viniera el olvido.
CONFIANZAS
se sienta a la mesa y escribe
“con este poema no tomarás el poder” dice
“con estos versos no harás la Revolución” dice
“ni con miles de versos harás la Revolución” dice
y más: esos versos no han de servirle para
que peones maestros hacheros vivan mejor
coman mejor o él mismo coma viva mejor
ni para enamorar a una le servirán
no ganará plata con ellos
no entrará al cine gratis con ellos
no le darán ropa por ellos
no conseguirá tabaco o vino por ellos
ni papagayos ni bufandas ni barcos
ni toros ni paraguas conseguirá por ellos
si por ellos fuera la lluvia lo mojará
no alcanzará perdón o gracia por ellos
“con este poema no tomarás el poder” dice
“con estos versos no harás la Revolución” dice
“ni con miles de versos harás la Revolución” dice
se sienta a la mesa y escribe