Bucarest y otros textos
TOTH
La palabra amor se dice a mi alrededor, en voz baja,
nunca dirigida a mí. La contemplo flotando.
La palabra amor es la teoría de cómo salimos del mar y aprendimos a caminar.
No se pronuncia en presencia de los muertos.
La palabra amor es un capullo, no sabemos qué saldrá.
No te pierdas, estamos hablando de solo una palabra
y no del abismo en el que te lanzas forzándote a aprender a volar.
La palabra amor es el abogado que contrataría de ser tú.
No la uses para comenzar una noche, ni a medianoche, ni al amanecer.
La palabra amor está en la batalla donde estallan misiles
y roza las bayonetas. Es carne de cañón, madera de hogueras.
Es un disolvente de aceites esenciales.
Estás sentada sobre la palabra amor
esperando que explote como barril de dinamita.
La palabra amor es la primera en entrar y la última en salir.
¿Ves esa casa en llamas? El humo es la palabra amor.
La palabra amor muere en tu interior y espera reencarnar en mí.
La palabra amor no se rinde hasta que la pongas en tu boca,
la mastiques, la tragues,
se convierta en apendicitis y gobierne tu digestión.
A un bocado de ser devorado por el tigre me pregunto qué haría
la palabra amor en mi lugar.
La palabra amor es tu masajista y tu manicurista,
tu vulnerabilidad y tu blindaje.
La palabra amor es la raya
____________________________.
No fueron buenos con la palabra amor cuando era niña.
La palabra amor mira por debajo del hombro
porque su fuerza es superior al elefante.
En medio de nosotros, en el centro de la cama,
como un sol, sale por las montañas del este,
la palabra amor.
BUCAREST
Bucarest descendió de una nave extraterrestre el 23 de agosto de 1459.
Como el otoño no estaba inventado sus tripulantes no se explicaron el frío.
Y juzgaron inconveniente ostentar frente a dacios, godos y hunos
la fibra óptica, el láser, la antigravedad o el acelerador de partículas.
Decidimos no colonizar.
Intervenir lo menos: cuando trataste de matar a Hitler,
cuando redactaste la moratoria de 1986 de la cacería
de la Comisión Ballenera Internacional,
cuando salvaste de su extinción al caimán chino
o sugeriste la cura de la viruela a Karel Raska.
Como no éramos inmunes a las enfermedades humanas fuimos muriendo,
ahora quedamos tú y yo. Vuelve a ser otoño. Miramos a las estrellas.
Cuando el cometa Haley pasó en 1910 te regalé un anillo de su estela,
no volveremos al planeta Aldebarán,
en cualquier galaxia estar juntos es nuestro hogar.
TAI CHI
Lo último que supiste de mí es que te preparé la lonchera
y de eso hace ya cuatro años. Preguntas por mí, claro.
Te dicen que estoy más delgado,
que tomo clases gratuitas de tai chi
en el parque,
que mi alimento es una botella de vino cada día.
Te dicen que me gusta cocinar.
Para las clases de tai chi el Ayuntamiento pide vestir de blanco,
por eso no me ves en la nieve.
MEMORIA DE FORMA
La Poesía tiene memoria de forma.
Si fue flor volverá a oler,
si fue río volverá al mar,
si fue Hiroshima renacerá de las ruinas,
si fue octubre volverá a enero.
La Poesía puede vivir sin poemas, sin poetas.
Pero no puede vivir sin jazz.
Si fue Mozart volverá a ser Chagall.
Si fue Bucarest volverá a ser tú.
IMPROBABLE III
Era improbable que me enamorara.
Podría titularme como un libro de una manera factible,
que entendieras qué busco en ti con solo caer
una estrella fugaz.
Estoy preparado para que rompas mi continuidad,
he ensayado con meteoritos que entran en mi atmósfera,
me abren agujeros negros y orbitan creyendo
que mi corazón es el sol.
Contemplo hormigas que te escalan como al Himalaya.
A través de tu boca me llega la ayuda humanitaria.
El verano negocia tu desnudez con el otoño.
No voy a usar palabras que rebotan en tu cuerpo
y se pierden en el firmamento,
usaré palabras que te muerdan, se desmoronen,
y se sumerjan en ti,
así tenga que traerlas de planetas habitados por lobas.
Poco ha llegado de ti a los pozos, poco a los espejos.
Eras improbable.
Deja estela tu sentido que me busca,
no sé si olfato o paladar,
somos una probabilidad. No menos.
VAN DAMME (1)
Parto de Constanza con el objetivo de conocer
a Jean Claude Van Damme.
Son 1,958 kilómetros y 58 metros hasta Bruselas.
Voy caminando.
Ser una mujer sin adjetivos dificulta, no puedo comer manzanas rojas,
me alimento de manzanas desteñidas.
Ser una mujer sin adverbios de tiempo provoca aguaceros
y tormentas
porque no uso ahora relámpago, hoy llueve,
constantemente truenos,
antiguamente quemaron aquí a una bruja.
Cruzo la frontera rumana desnuda,
así evito que me cacheen
y me manoseen las tetas en busca de estrellas.
Cruzando el bosque de Soignes quiero ser yo
para no ser reconocida cuando me veas,
entonces soy esa que amaste sin saberlo.
Sigo a una ardilla que también quiere conocer a Jean Claude.
Los niños se convierten en globos para siempre.
Atravieso una civilización precristiana que no me quema.
Atravieso un espejo y no me reconozco.
Una chica con mi voz y con otra cara canta en karaoke
“La vida en rosa”.
Atravieso una ciudad en la que no sé si somos reales.
Europa se desintegra en las playas y trata de reagruparse
en las aldeas.
Estoy en el sur de algún país, sin luna, sin sol,
el viñedo está buscando un astro que predomine sobre mí.
Al notar mi acento rumano los hombres en el bar
me preguntan mi precio,
lo tengo, claro, pero no estoy en venta.
Veo a Jean Claude en Le parc d’Egmont paseando a su perro.
Me acerco, faltan los 58 metros.
El perro hace caca y Jean Claude la recoge con una bolsa.
Entonces te miro por primera vez,
estás leyendo a García Lorca.
Jean Claude firma un autógrafo, con una patada voladora
derriba a Batman.
Pasas página. Me desvío, y me miras.
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(1) Luego de conocer este poema Jean Claude Van Damme se hizo gran amigo
de la autora, al punto de bautizar su cuarta hija con el nombre Raluca.
-Poemas del libro 2020. Al este de la mariposa. Antología de Poesía Rumana.
IV Premio Internacional de Poesía Gabriel Celaya. Diputación Foral de Gipuzkoa.