Jorge Boccanera. Blues

 

Presentamos un texto clave del celebrado poeta argentino.

 

 

 

Jorge Boccanera

 

 

Blues

 

Los negros no fueron incluidos en la declaración de la independencia (1776),
y la esclavitud no fue abolida en la Convención Constituyente (1787).
A fines de representación de los estados en el Congreso y de los impuestos directos,
el negro fue computado como tres quintos de hombre.

 

 

 

I

 

Podrá llamarse Ángela pero ya fue tres quintos,

o Julius Lester, Cleaver, también fueron tres

quintos Bobby Seale, James Baldwin o Newton, Jackson, King.

Todos ellos tres quintos.

Y los antepasados de sus antepasados

ni siquiera tres quintos.

Esclavos no resueltos aún por la democracia.

Esclavos en el sur entre otras latitudes.

Esclavos para sumar esclavos y cosechar esclavos

para que ellos cosechen.

Y el día sobre la espalda.

Y un sudor de conejo corriendo entre la piel

oscura y el sombrero de paja.

Mientras cerca muy cerca

los iniciados del Ku Kux Klan prestaban

juramentos horrendos junto a una cruz en llamas.

Ellos, todos McCarty escondiendo su asco detrás

de una capucha.

Entonces, la silueta carbón, el río de carbón

seguía piel al sol.

Pájaro transparente en las entrañas de la

primavera.

 

 

II

 

Pero

¿es que existen colectivos multicolores donde

no hay espacio para ellos?

Y escuelas

¿existen escuelas donde no hay pizarrones ni tizas

para ellos?

¿ni siquiera cuadernos para ellos?

Pero

¿es que existen plazas donde no hay bancos para ellos?

¿dónde no hay aire para ellos, ni sus hijos de ellos?

Existe todo eso

y más y más y mucho y la tristeza entrando en la

Soledad Brothers.

Aimé Cesaire dijo que era bueno ser negro.

Aimé Cesaire dijo que era bello ser negro.

Lumumba lo sabía allá en su Congo, en su sonrisa

y en su muerte,

y en su sonrisa ahora que hace tantas sonrisas.

 

 

III

 

Andan de piel hermosa como gamo en el aire

con su pelo de luna muerta a besos, apagada tan cerca.

Con sus patria de selva en el vestido

(los iguales pero separados).

Luther King dijo que la violencia era ineficaz,

y con esa eficacia lo callaron.

Y a Malcom X mataron y a George Jackson y a muchos otros mataron.

Y hasta  pusieron en un templo, un explosivo

una boca de alambre,

y cuatro niños con sus oraciones mandaron a

dormir sus vocecitas de pan mojado en leche.

 

 

IV

 

Salieron a la calle

¡quema muchacho quema!

Sus bocas dibujaban

¡quema muchacho quema!

Y en Harlem, la guitarra más pobre de New York

sonó con notas de libertad negra.

¡Quema muchacho quema!

Y estalló en Filadelfia y en Florida y en Watts y en ríos

y ciudades donde todos gritaban

¡quema muchacho quema!

Lester dijo: la violencia no es buena ni mala, es.