Oda al sentido perdido
(Traducción al español de Virginia López Recio)
BELLA-BESTIA
En carta a su padre
con fecha 23 de junio de 1871
entre otras cosas, escribe:
«Hoy he conocido por fin a George Eliot.
Es de verdad, como todos dicen en Londres,
horrorosamente fea, casi abominable.
Sin embargo, dentro de esa fealdad
habita una belleza deslumbrante.
Apenas empieza a hablar, te conquista de inmediato,
y al final no puedes más que sentirte
enamorado de ella.
Aquella noche Eliot
anotaba en su agenda:
«Por la tarde vino a visitarme
un joven americano, de nombre Henry James.
Afirma que es escritor.
Por el modo de mirarme al hablar
sabía lo que pensaba:
«¿Cómo es posible que una mujer bella-bestia
haya creado un ser tan extraordinario,
tan perfecto, como Dorotea Brooke?»
Si de verdad es escritora
y logra escribir alguna buena novela,
habrá respuesta.
MANTENIMIENTO DE GUILLOTINA[1]
Y veinte años después,
en la célebre Landsberg,
la cárcel donde Hitler el 24´
escribió el manifiesto del odio,
encontrando una excusa cómoda
al delirio antisemita
de “los grandes filósofos de la nación”
Kant, Fichte, Hegel,
otro filósofo,
pero no tan patriota,
Kurt Huber,
esperaba estoicamente en su celda
a que llegase su turno.
En el poco tiempo que le quedaba
estudiaba de nuevo a su querido Leibniz,
intentando comprender la naturaleza del mal
-“esta nota equivocada,
en el concierto angelical de la vida”.
Había sido condenado por alta traición,
ya que como miembro de la organización secreta “Weisse Rose”
había ayudado a Sophie Scholl
y a otros estudiantes suyos
a redactar panfletos antinazis
que llamaban a la juventud alemana
a sublevarse contra el “régimen criminal”.
Fue asesinado el 13 de julio del ´43.
Dos meses después Clara Huber
recibió una visita de la Gestapo.
Le informaron de que como cónyuge traidora
no tenía derecho a recibir su pensión
y además que debía al estado alemán
pagas de dos meses –
por los “gastos de mantenimiento de la guillotina”.
A TI TENGO EN MI CORAZÓN
Ni el niñato de los bucles y las maneras amaneradas
ni por supuesto el sanguinario espartano
la quisieron realmente.
El uno la vio como belleza exótica
que haría a sus amigos en Troya
reventar de celos,
el otro como trofeo
que en cuanto lo cogiera de nuevo entre las manos
cerraría las bocas de los rudos aqueos.
El que finalmente se sacrificó por ella
no fue ni cónyuge ni amante.
Y cuando lo vio yacer muerto ante las murallas de la ciudad
entendió quién entre todos los fanfarrones
era el verdadero héroe,
el hombre al que merecía haber seguido.
Y entonces por primera vez
viendo a Andrómaca lamentar su pérdida,
apretando entre sus brazos a su hijo menor,
tuvo celos de ella, tuvo celos profundos,
porque ella, al menos, había saboreado el eros
como debiera saborearlo una mujer como aquella –
una reina.
BAL MASQUÉ
Para escribir un verso
debes primero escribir otro.
Para recitar el Soneto XVIII de Shakespeare,
debes primero escuchar al ruiseñor
de Catulo cantar en tu jardín.
Para describir las tonalidades de verde en la manzana de
Cézanne,
debes primero agarrar la paleta de las manos de Velázquez.
Sé qué significa estar enamorado:
Te zambulles por la roca con la cabeza en el mar,
llegas al fondo, acaricias con los dedos la arena,
y mirando los rayos del sol refractar en el agua
sales poco a poco a la superficie.
Cuando pronuncias su nombre
ya eres otro.
ODA AL SENTIDO PERDIDO
A Anna Pataki
Mientras deambulas
por las salas del Tate,
tu mirada se topa de repente
con un cuadro de pintor inglés.
(Su nombre y cronología indiferentes)
Sobre una mesa de madera han colocado
un cuenco con frutas
-manzanas y naranjas- y al lado una jarra de agua.
(Nada extraordinario.
El tema conocido y trillado
desde la época flamenca
hasta el pincel de Cézanne
que le da otra proporción).
A la izquierda del cuadro lees:
“Still life with apples and oranges”.
«Naturaleza muerta con…»
-una instantánea suya-
(«no te muevas, por favor»)
la tuya ve muerte,
el principio de la descomposición de la naturaleza.
(La palabra incluye al pintor
que ya también es parte de la composición).
¿Diferencia de idiosincrasia
o de perspectiva?
¿O tal vez la perspectiva está finalmente determinada
por la idiosincrasia?
Alguien afirmaría que «naturaleza muerta»
significa posibilidad de renacer,
mientras “still life”
vida por siempre encajonada
en la inmovilidad de una pose.
Alguien.
Pero tú tienes hambre ahora.
Abres el bolso
y sacas de dentro una manzana.
La sostienes un rato en la palma de la mano.
Sientes bajo la suave cáscara
su fuerza sólida.
Mientras te preparas para morderla a escondidas
(el vigilante mira a otro lado)
piensas: «Qué maravillosa es
a veces la naturaleza muerta».
IDILIO CICLÁDICO
Bajó la mirada.
Cuando la belleza
irrumpe con tanta
vehemencia en tu vida
puede destruirte.
Las dos hormigas
que ahora corren aprisa
al lado de tus plantas desnudas
entierran sus sueños estivales
en la tierra profunda.
La carga que soportan
no van a romperlos.
Bien han medido sus fuerzas.
Tu sombra se borra en la sombra del árbol.
Negro sobre negro.
Culpabilidad que debe quedar en la oscuridad
para seguir fijándote.
Sin embargo, el brillo de estos fragmentos
puede todavía sostenerte.
No tienes necesidad de adjetivos.
Por evasivas infundadas.
Cada pregunta es un deseo.
Cada respuesta (lo sabes ya) una pérdida.
Quédate allí donde te tienes en pie.
En breve te superará.
Las nubes no preguntan dónde.
Simplemente siguen su curso.
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Nota
[1] El 13 de octubre de 1944, Hans Leipelt, mitad hebreo, estudiante en el Departamento de Química de la Universidad de Mónaco, fue arrestado por las autoridades nazis y fue condenado a muerte, ya que intentaba mantener económicamente a la viuda de Kurt Huber, juntando dinero de sus estudiantes. Fue ejecutado el 29 de enero de 1945.