Jaime Siles

Doble fondo

 

 

 

 

Ars poetica

(fragmento)

 

IV

 

Escucho dormido

el ruido del mar:

la ola que viene

no es la que se va.

 

El mismo sonido

y el mismo mar

son siempre distintos

cada despertar.

 

El agua que escucho

no es la que se queda:

el agua que escucho

es la que se va.

 

Lo que suena en ellas

es solo un compás

y yo que lo escucho

ya no existo más.

 

El yo y las olas

y el agua y el mar

son solo racimos

de la identidad:

 

devora sus uvas

un ave de sal,

devora sus restos

la espuma final.

 

Está en el poema

lo que ya no está:

está en el poema

el ruido del mar.

 

 

 

 

El gato

A Juan Bonilla

 

El gato mira

como miran los gatos:

un ojo al infinito

y el otro, desviado.

 

Por sus pupilas pasan

sombras, luces y años

de un tiempo siempre

haciéndose acabando.

 

Retienen el instante

sus paralelos iris simultáneos.

Genera su sentido

el rápido silencio de sus pasos.

 

Más allá de sus ojos nada existe.

Más allá de su mente todo es páramo.

 

La realidad metafísica del gato

cruza la cuerda floja del verano.

 

 

 

 

Mujer desnuda ante el espejo

 

Una mujer desnuda

delante del espejo

fluye por el cristal

anónimo del tiempo.

Flota en un mar de azogue

con su cielo hacia dentro

llevada por las olas

de su mismo reflejo.

Está ahí y no está

más cerca ni más lejos,

más allá de sus ojos,

más allá de su cuerpo.

Está siempre marchándose

y está siempre viniendo.

No se ha ido aún

y ya está de regreso.

Vuelve, se va y vuelve.

Vuelve y se va volviendo.

Borrada en la brisa

y en el color del viento.

Respirada, vivida

en el vaho soñoliento,

¿te creo o te imagino?,

¿te veo o te invento?

Tú, dentro del cristal,

y yo, dentro del tiempo,

sin poder encontrarnos,

sin poder poseernos.

Un relámpago rápido.

Un relámpago lento,

y nosotros, sumidos

en el son de lo eterno.

 

 

 

 

Lo real

 

¿Qué importa que las rosas

sean tiempo temblando?

¿Qué importa que las horas

se deshagan en vano?

Lo real es tan solo

lo que pasa a tu lado.

Lo real no es la seda.

Lo real no es el ébano

que ilumina en la noche

lo que está agonizando.

Tú eres solo una gota

de un instante lejano

de ti mismo, y tu yo,

el eco de tus pasos

que suena —¿dónde, dónde?—

cada vez más borroso,

cada vez más borrado.

 

 

 

 

Liquidez de la tarde

 

¿Qué revelan, qué ocultan

sus luces diminutas?

 

Transparencia del aire.

Oscuridad de gruta.

 

Todo: espejo cóncavo.

Todo: redonda fruta.

 

Y tú, mirando el mundo

acaso por vez última.

 

 

 

 

-Jaime Siles
Doble fondo
Colección Visor de Poesía
España, 2022

 

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Jaime Siles Es catedrático emérito de Filología Latina de la Universidad de Valencia. Ha sido director del Instituto Español de Cultura en Viena y p ... LEER MÁS DEL AUTOR