Ida Vitale

Fortuna y otros textos

 

 

 

 

Fortuna

 

Por años, disfrutar del error

y de su enmienda,

haber podido hablar, caminar libre,

no existir mutilada,

no entrar o sí en iglesias,

leer, oír la música querida,

ser en la noche un ser como en el día.

No ser casada en un negocio,

medida en cabras,

sufrir gobierno de parientes

o legal lapidación.

No desfilar ya nunca

y no admitir palabras

que pongan en la sangre

limaduras de hierro.

Descubrir por ti misma

otro ser no previsto

en el puente de la mirada.

Ser humano y mujer, ni más ni menos.

 

 

 

Aclimatación

 

Primero te retraes,

te agostas,

pierdes alma en lo seco,

en lo que no comprendes,

intentas llegar al agua de la vida,

alumbrar una membrana mínima,

una hoja pequeña.

No soñar flores.

El aire te sofoca.

Sientes la arena

reinar en la mañana,

morir lo verde,

subir árido oro.

Pero, aún sin ella saberlo,

desde algún borde

una voz compadece, te moja

breve, dichosamente,

como cuando rozas

una rama de pino baja

ya concluida la lluvia.

 

 

 

Verano

 

Todo es azul,

lo que no es verde

y arde,

I.N.R.I.

igne natura renovatur integra

en este aceite grave del verano;

cae el que pesa el vuelo de los pájaros

y blasfema del pájaro sin vuelo,

cae la excrecencia verbal =

la agorería = el trofeo,

la joya sobre la vieja piel de siempre.

Quien se sienta a la orilla de las cosas

resplandece de cosas sin orillas.

 

 

 

Invierno

 

Como las gotas en el vidrio,

como las gotas de la lluvia

en una tarde somnolienta,

exactamente iguales,

superficiales,

ávidas todas,

breves,

se hieren y se funden,

tan, tan breves

que no podrían dar cabida al miedo,

que el espanto no debiera hacer huella

en nosotros.

Después, ya muertos, rodaremos,

redondos y olvidados.

Ida Vitale (Montevideo, 2 de noviembre de 1923). Poeta, traductora, ensayista, profesora y crítica literaria uruguaya miembro del movimiento artístic ... LEER MÁS DEL AUTOR