Leda y otros textos
(Versión al español de Isaías Garde)
Nunca más el viento
Nunca más el viento
te abrigará de nuevo,
nunca más la lluvia.
Nunca más
te hallaremos brillando
en la nieve y el viento.
La nieve se fundió,
se fue la nieve,
y te volaste:
como un pájaro de nuestra mano,
como una luz de nuestro corazón,
te fuiste.
Leda
Donde el río lento
encuentra la marea,
un cisne rojo alza sus alas rojas
y su pico oscuro
y bajo la púrpura
de su pecho suave
despliega sus patas de coral.
A través del púrpura profundo
del calor agónico,
del sol y la niebla,
el rayo horizontal del sol
ha acariciado
al lirio de pecho oscuro,
y ha salpicado con un oro más rico
su cresta dorada.
Donde en su lento ascenso
la marea
se mezcla con el río
y lenta deriva
entre las cañas,
y eleva las insignias amarillas,
él flota
donde río y marea se tocan.
Ah beso majestuoso-
no más remordimientos
ni hondos recuerdos antiguos
van a empañar el gozo;
donde el junco es más grueso,
el lirio dorado
se abre y descansa
bajo el suave aleteo
del cisne rojo
y el calor palpitante del pecho
del cisne rojo.
Helena
Toda Grecia detesta
esos ojos serenos en el rostro blanco,
el resplandor de olivos
donde ella se demora,
las manos blancas.
Toda Grecia denigra
ese pálido rostro cuando sonríe,
y el odio es más profundo
cuando crece en palidez y blancura,
evocando los pasados encantos,
los dolores pasados.
Grecia mira, impasible,
a la hija del Dios, nacida del amor,
la belleza de sus pies fríos,
las esbeltas rodillas.
La amarían, sin duda,
si yaciera,
blanca ceniza, entre funestos cipreses.
Los misterios persisten
Los misterios persisten;
sostengo
el ciclo de la siembra
y del sol y la lluvia;
Deméter en la hierba,
multiplico,
renuevo y bendigo;
Baco en el vino,
me atengo a la ley,
mantengo a los misterios en su verdad,
el primero de ellos
llamar a los vivos, muertos;
soy el vino y el pan;
aferrada a la ley
mantengo a los misterios en su verdad;
soy el vino
las ramas, tú
y tú.