Desfile en el cielo
(Traducción al español de George Nina Elian)
DESFILE EN EL CIELO
(Mennyei felvonulás)
Así que aquí estamos, en el cielo en el que no creemos
y que bien sabemos que no existe.
Pero estamos aquí, más allá de toda duda.
Sobre nosotros cuelga
una bombilla pálida;
está oscureciendo.
Hasta el amanecer,
los ángeles dejan su nimbo
sobre las mesillas de noche.
En otro cielo,
los gritos de nuestras madres.
Marchamos en la visión
celestial.
Hacia arriba, porque aquí
sólo se puede subir.
Ascensor de regreso,
nuestra vida colapsando.
El indicador dice: “Futuro”.
Estamos felices,
lo fuimos y lo seremos.
Estamos en el cielo en el que no creemos.
AL FINAL
(Végül)
no hay perdón
el silencio corta hasta el hueso
el paisaje también se agacha
tu cara se vuelve cada vez más ajena a ti
pues sabes que no es posible
tus ojos también se oscurecen
en las comisuras de la boca
se coagula el cielo
FORMULARIO
(Űrlap)
Ya soy mayor de edad, ¿no? ¡Así que reescribamos
la ficha personal! Hasta ahora en mi vida hubo
demasiada deambulación combinada con la orfandad
y muy pocos hogares por persona viva.
Estamos reescribiendo esto. Sí, realmente estoy en casa.
Creo una tierra para mí. De palabras,
por supuesto. De palabras muy duraderas.
No importa si son talla cuarenta y dos, siempre
que sean botas. Sin botas no puedes
ir a la guerra. A la que ya pasó,
por supuesto. En esta tierra el manto
también es importante. Es seguro, como
una infancia. Que no tuve.
No hay problema si es más largo. Lo remangamos.
De todos modos, se quedará corto
al final. El final del poema/ de la poesía, por supuesto.
El resto será eliminado. ¡Borrad, por favor!
¡Que solo quede lo esencial! Dicto:
Nací como todos los demás. Asumo
la responsabilidad. Según la zona horaria
de Europa Central.
¡Por favor dadme una copia!
CAMPANA
(Harang)
Camino de puntillas en silencio,
escucho tus pensamientos;
sin aliento, la campana se detuvo
sobre nosotros.
Pero volverá a oscilar,
se oirá como un sonido que mide el tiempo;
no tendremos a quién acudir
cuando llegue el cataclismo.
PARPADEO
(Szemmelverő)
Tu cuerpo es mi cuerpo,
la muerte es muerte,
así como mi resurrección
está crucificada.
Mi credo es la falta de fe,
mi hogar está sin país,
mi boca sedienta se siente
como una mordaza de barro.
Hombro con hombro ambos caminando,
¡borra mi muerte!,
porque mi resurrección
está crucificada.
AL IGUAL QUE EL MUNDO
(Mint a világ)
Entonces me equivoqué de nuevo.
Aunque la necesidad, y no la fe, me dio esperanza.
Salgo de mi propia vida.
¿Qué me espera afuera?
Aquí dentro (montones de no)
algo se está construyendo.
Cada vez es más difícil
decir qué.
Me estoy consumiendo a mí misma
(de esto sigo creciendo:
de mis propios errores)
al igual que el mundo exterior.
PATAS ARRIBA
(Visszáján)
Te callas y te callas, y yo
lucho asfixiándome en el silencio.
El amor también se puso patas arriba;
todo se vuelve contra mí como un boomerang.
Las fuerzas que quedan, los nervios desgastados,
todas las cenas interrumpidas,
los desvelos, todo,
todo vibra aquí, en el poema,
en tus ojos vueltos.
El mundo se pone patas arriba, da vuelta el golpe,
echa para atrás mis deseos
que también se ponen patas arriba.
“¡Te lo mereces!” — vuelven los golpes,
el día se pone patas arriba,
las aguas regresan,
el dolor cae en lo más profundo,
todo lo que digo en tu defensa es en vano,
las palabras golpean las paredes,
atormento mis días en vano,
todo lo que quería se vuelve en mi contra,
lucho, me revuelo dentro de las palabras.
(Y no tengo a nadie a quien revelarme.)