Helen Umaña

El punto límite

 

 

 

 

Razones

 

Los verdugos,

desde su líquida mirada,

asperjan

la crueldad de su veneno.

 

El miedo,

pan nuestro de cada día,

ha enroscado sus anillos.

 

Es imperativo

el salto

hacia el vacío.

 

La entrada en la quietud de esta muerte.

 

 

 

 

 

Ponerle cadenas al mar

 

El día del presagio

los Generales

—hacedores de la muerte—

cerraron mis caminos.

 

¿Qué haré

con toda esta ternura

que se deshace sin tocarte?

 

 

 

 

 

El punto límite

 

El aroma del geranio

mordía

en cada uno de tus pasos.

 

En tus ojos

el mar dibujaba sus abismos.

 

Luego,

el golpe de la noche.

 

El duro aprendizaje de la cama solitaria.

 

 

 

 

 

El vértice perdido

 

El viento ya no trae tu voz.

 

El horizonte

se ha bebido tu nombre.

 

Una atmósfera

de nardos que agonizan

se ha prendido a tu recuerdo.

 

 

 

 

 

La condición de la montaña

 

Pasé los nueve círculos.

 

Dejé el polvo de mis huesos

en la espiral hacia el abismo.

 

Fue necesario.

 

En el silencio

roza

la vibración del ángel.

 

 

 

 

 

Contra la intemperie

 

Acorazando el aire,

el metal

carcomía la espuma.

 

Quebradas

las aristas del frío

me instalé

en el brocal de los sueños.

 

Incineré vestiduras antiguas

y labré

un cielo caracol

a la medida de mi anhelo:

morada del amor,

lugar en donde habito.

 

 

 

 

Frente al espejo

 

El fuego

trazó su enigma

en la semilla oscura de mi sexo.

 

Conozco

la torturante lentitud de los espejos,

el aluvión del mar

y la explosión del minuto a medianoche.

 

 

 

 

 

Agua sobre agua

 

Descifraste mi signo

en la alta oscuridad del mar.

 

Y en la hora precisa

fuiste

ala y estruendo,

pez,

en busca de su centro.

 

Agua rotando sobre agua.

 

 

 

 

 

Sugestión de la llama

 

Sacralizando los signos del fuego,

en el mismo pábilo,

dos llamas reverberan.

 

Tu cuerpo,

el mío,

licor de espejos.

 

Lirio dormido,

iluminado por cabrilleos de luna.

 

Helen Umaña Nace en la ciudad de Ocotepeque, en el departamento del mismo nombre en Honduras en 1948, pero a la edad de dos años sus padres huyen exili ... LEER MÁS DEL AUTOR