Gu Cheng

Yo soy un hijo caprichoso

 

 

(Traducción al español de Javier Martín Ríos)

 

 

 

POÉTICA

La poesía es el brillo de las gotas de lluvia sobre el árbol del ideal.

***

Creo que la primera condición que tienen que poseer los grandes poetas es el espíritu, un espíritu que siempre sea consciente de la alegría y del dolor, un espíritu que se fije en la copa de vino, en el reflejo de todas las cosas y seres en la tierra y en sí mismo, un espíritu que desde la ribera mira fijamente la sangre, el pensamiento, la emoción, un espíritu de luz, que transmite amor, que paso a paso avanza entre el ensueño de la imagen de las cosas.  Él no sabe pero lo sabe todo, él no exige pero lo exige todo, él todo lo sabe y por eso sonríe, él lo exige y por eso sufre.

***

La corriente eléctrica de la humanidad confluye sobre el cuerpo del poeta, para que él siempre esté próximo a esa fusión, a ese posible trabajo, usando una palabra para que la vida se libere de los límites, para correr hacia el infinito.  Para que la vida siempre viva en libertad entre el dominio de todas las cosas y los seres en la tierra.  Él posee la capacidad de la fuerza divina, excepto estas condiciones más importantes, sin duda alguna aún necesitan más condiciones, para dejar al espíritu crecer y manifestarse.  Se necesita tierra, música, historia, camino, el licor del pueblo, puro y dulce, denso y fuerte, se necesita lenguaje: sin un lenguaje que emita muchos ecos en el gran cañón, el éxito no es posible.*

 

*Estos textos relacionados con la visión de Gu Cheng sobre la poesía fueron recogidos en la antología de poesía contemporánea Archivo de poesía vanguardista china, publicada por la Editorial de Arte y Literatura de Zhejiang en 2004.

 

 

CELEBRACIÓN DE AÑO NUEVO

La primavera es la historia de un lugar lejano
La efímera nieve
aún ha cubierto las copas de los árboles

La primavera es una historia de la calle
Suenan las campanillas de los caballos
Las bolsas se agitan ligeramente

La primavera es una historia aguardada
Sobre el papel plateado de las brillantes ventanas
sueñan pequeños pájaros

La primavera es una historia venida
Ha llamado a la puerta apenas han dado a las seis
justo cuando la gente zapatea en la escalinata

 

  

MI SOLITARIO BARCO DE MADERA

(1)

Mi solitaria barco de madera,
No tiene remos ni velas,
flota en medio del mar,
flota en medio del mar,
no tiene remos ni velas.

Sopla el viento, el viento sopla a la muerte,
el sentimiento del mar embravecido,
yo le pido que me sumerja,
o que me lleva hasta la otra orilla,
aunque sólo sea un ensueño,
aunque sólo sea un ensueño.

Yo anhelo,
la bahía silenciosa;
yo anhelo,
la playa dorada;
yo anhelo…
a una muchacha en la orilla,
¡encontrarme con ella!
¡encontrarme con ella!
¡encontrarme con ella!

 

(2)

Mi solitario barco de madera,
no tiene timón ni amarras,
flota en medio del mundo,
flota en medio del mundo,
no tiene timón ni amarras.

Sopla el viento, el viento sopla a su suerte,
a la vida del mar embravecido,
le pido que me entierre,
o que me lleve hasta el hogar,
aunque sólo sea un fragmento,
aunque sólo sea un fragmento.

Yo anhelo
el bello desembarcadero;
Yo anhelo
La luz con lágrimas contenidas,
Yo anhelo…
a mi madre bajo la lámpara,
¡deseándole buenas noches!
¡deseándole buenas noches!
¡deseándole buenas noches!

 

 

NOTA BIOGRÁFICA

Yo soy un triste niño
que nunca llegó a crecer

Desde las extensas praderas del norte
partí, bordeando
un camino de pelo blanco, cruzando
ciudades tachonadas por ruedas dentadas
cruzando estrechas calles, angostos callejones
cobertizos de madera.  Cada corazón

en la borrosa niebla
continúa contando una verde historia

Yo confío en mi nuevo oyente
-cielo, aún
salpican gotas de agua sobre el mar
ellas me cubren por completo
cubren a ese incapaz de ir en búsqueda
de la tumba.  Yo sé
que en aquel tiempo, todas las hierbas y flores pequeñas
podían agolparse
en un instante en torno a la opaca luz de la lámpara
para besar suavemente mi tristeza.

 

 

YO SOY UN HIJO CAPRICHOSO

Yo pienso dibujar sobre la tierra ventanas y dejar que todos los ojos se habitúen a la oscuridad,
que se acostumbren a la brillante luz

Quizás
he sido malcriado por mi madre
soy un hijo caprichoso

Deseo
en cada momento
ser tan bello como los lápices de colores
deseo poder dibujar sobre el querido papel blanco
dibujar la torpe libertad
dibujar un ojo
que no puede derramar lágrimas
un cielo
un cielo que sea de plumas y hojas de árboles
una pálida noche verde y manzanas
deseo dibujar la mañana
dibujar el rocío
en el que se pueda ver las sonrisas
dibujar a todos los que son más jóvenes
que no han tenido amores amargos
dibujar con la imaginación
a mi amor
que no ha visto nubarrones
con sus ojos de color de límpido cielo
siempre mirándome
siempre, mirándome
sin volver nunca la cabeza

Deseo dibujar remotos paisajes
dibujar el claro horizonte y las olas
dibujar numerosos y alegres riachuelos
dibujar colinas…
donde crezcan insípidos tormentos
los dejaré que se soporten muy cerca
los dejaré amarse
les dejaré a cada uno un negro lugar
a cada uno la excitación de la sosegada primavera
para que se conviertan en una pequeña flor el día del nacimiento

Yo aún deseo dibujar el mañana
aún no lo he visto, tampoco es posible
pero sé que es muy bello
dibujar su gabardina de otoño
dibujar esas flameantes velas y las hojas de arce
dibujar muchos corazones extinguidos
por quererle
dibujar la boda
dibujar una a una las fiestas que se despierten temprano
pegando el papel de caramelo
e ilustraciones de cuentos del norte

Yo soy un hijo caprichoso
desearía borrar todos los infortunios
deseo sobre la gran tierra
dibujar ventanas
dejar que todos los ojos acostumbrados a la oscuridad
se habitúen a la brillante luz
deseo dibujar el viento
dibujar una a una las más altas cadenas de montañas
dibujar los anhelos de las etnias orientales
dibujar el gran mar…
su inmensurable y feliz sonido

Y por último, en la esquina del papel
aún deseo dibujarme a mí mismo
dibujar un koala
que esté posado sobre el denso color de los bosques de Victoria
posado tranquilamente sobre las ramas de los árboles
aturdido
él no tiene casa
no tiene un corazón que se mantenga lejos
sólo tiene muchas muchas
bayas como sueños
y ojos muy muy grandes

Estoy deseando
pensando
pero no sé por qué
no tengo lápices de cera
no dispongo de un momento feliz
sólo me tengo a mí mismo
a mis dedos y el dolor profundo
sólo tengo rotos
esos papeles blancos que tanto quiero
los dejaré que se vayan a buscar mariposas
los dejaré que desde hoy desaparezcan

Yo soy un hijo
un hijo que ha sido malcriado por mi madre
soy caprichoso

 

 

YO CANTO MIS PROPIAS CANCIONES

Yo canto mis propias canciones
en el camino plagado de plantas y hierbas
en el mercado de los arbustos
en el baile de los cedros y los abedules
en esa salvaje montaña, primitiva y alegre
yo canto mis propias canciones

Yo canto mis propias canciones
en medio del calor de la planta eléctrica y del terror de la nube de humo
en medio del cambio de marcha de la compleja organización
en el momento del beso con la rueda afiladora
en medio de la marcha de la sociedad cultural
yo canto mis propias canciones

Yo canto mis propias canciones
tanto para los principiantes como para los expertos
yo soy hijo del estudio
que está dispuesto a participar en todos los grupos de canto
para evitar que la gente aprenda las normas
yo canto mis propias canciones

Yo canto exhalando, canto mis propias canciones
hasta que se restablezca la solitaria historia del mundo
La delicada luna
desde la costa camina hacia mí
preguntándome quedamente ¿ por qué?
¿ por qué?
Yo canto mis propias canciones

 

Gu Cheng antologia

Gu Cheng (1956-1993). Poeta, novelista, ensayista y artista.  Nacido en Pekín, su padre era Gu Gong, poeta militar.  Con la llegada de la Revoluci ... LEER MÁS DEL AUTOR