Gregory Corso. Ejército

 

Continuamos esta sección con un texto clave de uno de los referentes de la generación beat en la traducción al español de Esteban Moore.

 

 

 

Gregory Corso

 

 

Ejército

 

Tres veces he visto al fantasma de Patton calzando sus dos pistolas

alabando en las sombras las guerras canoso y enloquecido

sus gordos pulgares demandando violencia con la chabacanería

de un colegial.

Él odia a Dios él tiene alquímicos cañones apuntándole!

Ángeles acosados (trapos embebidos en vino) asesinados por sus órdenes

por sus batallones de desorbitados borrachos

cuelgan (no como el dulce Alejandro los habría colgado)

sino como trapos en el aire de Dios manchado por las bombas.

Sin embargo… aquellos que mueren con la mayor cortesía

se convierten en el terrible aplauso en cualquier gran derrota.

Recuerden…

temblorosas aristocracias condenadas

las risas, indican que sólo podrán matar moscas.


Yo pienso en la guerra míticas guerras

fluyendo de las arrugadas bocas de los bardos

guerras que profanan las lágrimas

elevan terribles iniquidades

zambullen quejas en un noble discurso

blanquean el cabello niño del mundo

guerras que se vuelven locas

que destierran al buey orinante al cerdo degollado al cisne enclavijado

guerras que beben moras

guerras que mean detrás de la horrible choza de la granja

guerras guerras guerras

guerra: una hora bendita

hurtada del cielo de Dios.


Yo dejé al ejército de la imaginación

afligido por la convocatoria penitencial

sobre mi hombro un arma hinchada—

me dirigí a guerras instantáneas

mis medallas eran rostros que reían

en mi mano sostenía un diploma de Rifle[1]

¿Ah qué guerra será la próxima? Me paré en el umbral

mi enguantada mano militar, sus golpes desdichados

provocaron a la puerta de la Paz;

Atenea requiere la indignidad de mi presencia.


Mis pies caminaron sobre un viejo bombardeo

mi sendero acordonado por generales firmes como columnas

oscuros meditativos. ¡Así que esto es! grité ¡la tristeza de los Generales!

Me senté un rato en los brazos de Eisenhower y dormí

y soñé que una gran bomba había muerto,

su retumbante sonido de muerte un estentóreo heraldo

en el pecho de mi cama humana.


Corrí por la bombardeada extensión de la guerra

al norte del Rzhev

en la curva del Don

sobre el montículo de Stalingrado

eludiendo el cuartel del Estado Mayor Alemán

hui de Rostov (confundido)

la única salida el estrecho de Kerch

¿Y ahora hacia dónde? ¿Hacia dónde?

Más allá de la Crimea

—una solitaria oscura mojada canasta de mimbre.

Oh las cuencas del Don

del Volga

la gran curva en el curso del Don

los generales Vatutin Golikov Kuznetsov

Leliushenko

¿Cómo puedo amar al Ejército?

¡Las palomas graznan su maldad!

Nada que yo conozca desea la muerte de un hombre joven

(quizás el Ejército)

Un conciso proyectil apuntando al corazón

nunca puede separar a la juventud de la juventud

(quizás el Ejército pueda)

Incluso con todos sus cascos

¿Quién puede amar al Ejército?

(Ejército)


El Ejército camina sobre el campo de batalla y no retrocede

El Ejército se arrodilla ante el cuerpo de los muchachos que cayeron

y se deleita en la fragancia de sus bocas quemadas por la pólvora

Al Ejército le gusta trazar jeroglíficos sobre la tierra

con los fragmentos de una juventud lírica.

¿Cómo puedo entonces amar al Ejército?


En la ilusión de la trinchera donde estoy sentado

dibujando secretamente imágenes de mi madre

sé que sólo soy un muchacho estúpido esperando que lo maten

Sin embargo no conozco del hombre cosa alguna que desee mi muerte.


Ellos dijeron matá al muchacho y así lo hice.

Me hubiera gustado tirarle a la distancia

pero me obligaron a apoyar la pistola en su nuca

Yo grité

pero el ejército convocó la banda militar

(sus aportes de prestigio y moral)

y rápidamente mis sollozos se transformaron en canto.


Que la guerra me brinde la oportunidad

de apreciar mi propia respiración

es maravilloso

Que yo pueda morir sin perder todo mi bello cabello

no está prohibido

Que sueñe con Fortalezas Volantes y no con Jane y mis gatos

podrá ser perdonado

Que yo pueda destrozar el rostro de otros jóvenes

Que pueda quemar sus cabezas

Que pueda darles rodillas humeantes

Que pueda

Ejército sucio podrido — ¡Oh mi corazón!

Yo sé que te agradaría que cultivara la amistad

de otros soldados, mis compañeros

¡pero no lo haré!

Esta noche cuando los gritos de ataque nos devuelvan a la infancia

no me gustaría escuchar a aquellos destrozados por lo proyectiles decirme:

“La muerte es una oscuridad que consume ¡qué deprimente!

He oído eso en todas tus otras guerras.

Qué triste el primer compañero al que tomé de la mano en su muerte

quién en palabras de sangre dijo:

“Que un soldado no pueda morir una muerte singular es lamentable.”


Rommel guía a Hollywood a través del Sahara

Montgomery huye apresuradamente

Zhukov penetra en Berlín sus pisotones resuenan como

los baños termales de Caracalla

Rundstedt se oculta en el bombardeado teatro de ópera

sus botas lustradas recogen el polvo en el salón de atrás del café Gigli

Guderian con lágrimas en sus ojos con esvásticas revisa

las heridas producidas por horquillas ucranianas en sus amantes los tanques


Eisenhower se arranca el apéndice

para poder dirigir saludable rico y sabio todo el asunto

Y en la distancia a millas y millas de allí Rayban MacArthur

se moja hasta las rodillas en los mares del trópico

los mutilados hijos de Buda pasan flotando sus ombligos tienen forma de águila.


¡Batallones! ¡Pelotones! ¡Guarniciones!

En todos lados Donde van Hacen la guerra

mano en mano

sus promesas, mutuas

sus corazones defectuosos

En todos lados Donde van ellos matan

algunos escriben diarios personales

algunos llevan poemas

todos leen una oración sagrada

la sagrada oración del Ejército

¡Santificado sea Papá Patton quien nos guía

hacia los salones de billar y prostíbulos de la guerra!

¡Santificado sea Papá Patton, él nunca enfrentaría a Nabucodonosor!

Él nos guía como un padre una madre en familia hacia

¡la Muerte! ¡la Muerte! ¡la Muerte! ¡la Muerte!

¡Balas en nuestros ojos azules, Santificado sea Patton!

¡Granadas en nuestros vientres, Patton!

¡Tanques sobre nuestro brillante y rubio cabello!

¡Oh Harpo Muerte y el sonido metálico de tu Arpa, escuchá! [2]

¡Santificado sea Patton que entrega las colinas a la Muerte!

¡Ejército! ¡Ejército! ¡Ejército! ¡Ejército!

 

 

 

Notas

[1] Rifle: Ref. a NRA National Rifle Association

[2]Referencia a Harpo Marx y Apocalipsis 14.2