Las propias palabras
LAS PROPIAS PALABRAS
Si el amor nos pierde
y su vacío sigue acumulándose en mí
los días pasan
solo cabellos escapan por el grifo
y cada instante se vuelve dedos que el tiempo tuerce
adivinando un destino
como si el olvido se simplificara
en la luz de unos ojos
IMPACIENCIA
Para que mi vida no se separe del cuerpo
concédeme a lo largo de este silencio
una manera de verme
ahora que el abandono dice un destino
ahora que las heridas mortales
participan de esos días en los cuales volvemos a cantar
UNA PALABRA COMO CASA
Señor dame una palabra
que tenga la forma de un barco un barco
de velas inextinguibles
donde pueda ir a conocer el mar
Dame esta palabra por casa
por vestido por amante
deja que ella sea mi soledad mi alimento
y no pueda sobrevivirla
Aquí estoy tan vacío de formas
y silencio…
Toda mi inspiración semeja
el ruido de unas manos atadas
necesito un barco por cuerpo
necesito el amor por mar
Escúchame por estas alucinaciones
y la vastedad de las cosas que vuelven
a su lugar
INTUICIÓN
Si los vientos calientes
menguan la luz que desborda el mar
si la ausencia mueve las cosas sin poder ocupar su vacío
es tu mirada la que pasa
buscando habitación por mi vida
Sólo en este hospital la poesía
‒como si nunca hubiera regresado‒
vuelve muriendo a los sueños
y no te dice porque leas sus enigmas
y no duele porque alguien olvida
TIEMPOS
Hablo de los días y las noches
del trepidar de calles
del sol que perjura en sus navajas
Hablo de una llaga en mi espalda
donde el peso del mundo duele
de lo único que no dejan ver los cristales
del rencor y su transparencia en la sangre
Hablo de un animal dormido
y compases de vals con mariposas en mi alberca
Hablo de no poder ignorar las auroras con sus muertos
de mis manos sudorosas
de las paredes donde se oculta el amor
del dios que canta en esas orillas
donde se rompen las olas
MAS DEVOLVER LA LUZ ES ENTREGAR
DE SOMBRA UNA TRISTE MITAD
Si el sueño está ligado al peso de la sangre
cada sueño se embriaga del lado donde reposa
del origen donde fluye más lento el aire
Si me duermo de un lado orillas del mar vienen hasta los ojos
y se calla el viento húmedo
y están livianas las piedras que vuelven insignificantes
tus pertenencias en el mundo
La visión puede ser el mareo
una corriente en la que llevando tu vida
se deshacen estas ansias jóvenes de dormir en cualquier lado
porque la sensatez es un barco
que no atraca en ninguna parte
VIENTO QUE DESNUDA CADA HOJA
Reflejos de un árbol
que se recoge en el aire
de pájaros
que saltan
sobre los bordes
de un muro
¿Cómo perciben mis ojos
el viento que desnuda cada hoja?
¿Cómo en ese reflejo el cristal de la mesa
encierra las ropas colgando de la ventana?
La vida se escapa
y nadie detiene la prisa que derrumba el muro
y nadie cierra sus párpados
con la lluvia que se escurre en la ropa
ojos que miran mis ojos
si se reflejan nubes son sólo eso
sólo eso
CUANDO CADA DÍA LLEGA
A Héctor Lavoe
Se me notan en los labios la mentira
pareciera que alguien en mi boca ríe
cuando la música golpea las paredes
mientras el pecho se desencaja
y el corazón aprieta las palabras
entre tanta falta de sueño
El cuerpo se vuelve pesado
como si un muerto se llevará
donde el espejo nos refleja
A veces pienso por qué la memoria
no me dio tiempo de ver cicatrices
por qué el dolor
ocupa esta habitación sin poseerla
como una duración de lo invisible
INVOCACIÓN AL MAR
El sol que quema
es un presentimiento
de la vida que desequilibra
y no pueden las estrellas
ni el salitre en estos vientos traer
el canto de los marineros
las horas de la primera noche
el silencio de altamar
Lugares donde soy nadie
donde mi alma es la única huida
entre las vertientes que sigue
sin saber de esperanza o de vergüenza
He aprendido el azul insondable
donde la memoria de los libros no sabe
y algo en mí pregunta por las playas nórdicas
las costas de China el encanto de Estambul
por los caminos que siguen los salmones
y los brujos en Costa de Marfil
Sé que despierto cuando la sangre devuelve un hálito de viento
al despliegue de las velas en el amanecer
ya he soñado emborracharme
hasta sentir el resplandor de las montañas de sal
pero los sueños son palabras que se desvanecen en la boca
y libros que rodean un cielo figurado
y una maleta vacía
y dos pies descalzos
buscando correr
BOCANADA
Solía tener sueños
donde las palabras que decía
no tenían idioma alguno
sonido alguno
Memoria inútil
nunca te he hablado de las madrigueras
que se pudren
a la sombra de los pájaros
De un mar a las cinco de la tarde
cuya penumbra no conoces
de un sabor en la boca
que se vuelve pregunta
y escribe en esta hora