Adrenocromo 666

PALABRAS SOBRE AYERHOYMAÑANA

Lema:
Quienes tienen el control siempre tienen razón, pero no porque tengan razón tienen el control,
sino que tienen razón porque tienen el control.

ellos no hablan
ellos, con sus lenguas abrasivas,
afilan palabras y espadas

ellos son los
que te enseñan a pensar y
de qué lado de la boca masticar, y si no
haces lo que te piden, te declaran
extremistafascistaanalfabetoputinistainconscienteantisemitalegionariobolcheviqueincultonegacionistamedieval criminal de guerra y paz

te muestran con máxima rigurogenerosidad
el camino la dirección el futuro
como marxengelslenin
unavezahoraysiempre

pasaron casi cien años desde
la década de los 50,
pero los 50, no. ni idea

los campos de concentración
nacieron en la década de 1930,
en la década de 1950 maduraron
y en el tercer milenio se clasiciglobalizaron

¡sí, terrícolas!
en el siglo XXI, nuestra era
stalin y hitler se convirtieron en hermanos siameses, se
multiplicaron en progresión geométrica y se
disfrazaron de filántropos y eruditos que conocen
la verdad antes de saberlo

mientras tú, ciudadano común,
eres pequeño y
estúpido y no se te ocurre que sólo algunos
tienen siempre
razón, es decir, los designados por
orden del día por unidad por los ideólogos y
propagandistas de servicio
que te alimentan, día a día y en
proporciones masivas, con el terror camuflado en
la preocupación por la salud del planeta

y si todavía quieres
ganar algo de
todo lo que perdiste, toma el ejemplo del éxito de
israel y golpéalos en
la cara antes de darse cuenta de lo que está pasando,

porque esto (¡nota bene!) no
se llama agresión, sino
ataque preventivo

INGENUA COMPOSICIÓN AFTER SCHOOL

Introducción:
estos países y sus fronteras
más fluidas que los sexos que se han convertido, entretanto, en géneros
de las personas transformadas (también
entretanto) en objetos desechables, (porque está
claro: ¡de ellos será el reino!)

Desarrollo:
[desconocido del espejo,
extraño que llevas mi rostro y mi nombre,
inclina tu oído hacia el suelo y escucha:
¡llegan caras ocultas, llegan otra vez nuevos alfabetos
como vehículos de oruga disfrazados de mendigos ocasionales!]

Conclusión:
(el hospicio está siendo demolido,
señores ca-
maradas, ¿cómo estáis? ¿todavía os ocupáis de las vacunas?
¿también de los chemtrails, también de la bioingeniería?
¿seguís siendo logopedas en la granja de gatos policía?)

ADRENOCROMO  666

es bueno mostrar la cara de vez en cuando
es bueno para el mundo verte de vez en
cuando es bueno de vez en cuando dar la
impresión, aunque sea estúpida, de que estás vivo

(ha pasado mucho tiempo desde que escribí
un poema sobre el amor y la tristeza hablando solo)

[¿tú no ves que hasta los acontecimientos
más insignificantes están cuidadosamente
programados según todas las reglas del
caos? ¿tú no ves que ya no se ve nada?]

tantas veces me detuve por inventar una
autobiografía razonablemente conveniente

tantas veces he intentado creer que
realmente soy yo y al mismo tiempo
aceptar esta evidencia trágicamente trivial

(ha hecho tanto calor este verano que
apenas pude verlo pasar)

pero llega un día en el que no puedes
empezar de nuevo porque

no
queda
tiempo:

las luces de la ciudad se vuelven negras
(una ciudad abandonada por la que todavía
circulan personas y coches sólo en virtud
del paso del tiempo)

una niña cruza el cementerio siempre
acompañada de un violín. dice que la
muerte la sigue

y a lo largo de todo este intervalo
ella examina cuidadosamente
las fotografías caídas de un estante

a lo largo de todo éste intervalo en el que
ya no me importa nada, en el que ya no
quiero que nadie sepa nada de mí

(y) sólo tengo una certeza inquebrantable,
como las manchas de sangre de la última
epistaxis en mi camiseta blanca:

cuando tenga que ser, rociarán mi cadáver
con un perfume de flores plateadas para
hacerme parecer lo más casto posible, lo
más inocente posible, tan blanco como un
niño como la leche intacta

[cuando era pequeño y aburrido de mí
mismo había escrito una palabra ultracorta,
endeble, inocente y desconocida como yo
(por eso ni siquiera lo recuerdo) en un libro
propio de mi edad. una inocencia más fría
que el frío]

como en una historia contada por las
arañas que sobrevivieron a mi infancia

porque mis líneas constituyen la historia de
mis agonías

(mientras el tren se mueve, el paisaje se
puede ver realmente como en un cuadro de van gogh)

una neblina compacta vigila la tierra a la
que ni siquiera pertenezco (estoy tan
cansado que casi no puedo soportarme
más:

¿alguna vez has sentido ganas de llorar de
alegría porque algún día morirás?

“blue eyes crying in the rain”. la lluvia como
un rugido incontinente de aplausos gratuitos

o como una pregunta: ¿me permites habitar
en el cuerpo de mi vida?

porque los acontecimientos no eligen
porque ellos, esa gente, no pueden oír
porque no pueden entender sólo quieren
cavar nuestra tumba en nuestro propio
aliento  en nuestra propia sangre

por supuesto los personajes que desfilan
ante nuestras narices no tienen
corresponsal en el mundo real por
supuesto todo lo que ves son solo
accesorios sin sujeto sin objeto sin

(como si alguien hubiera estado ahí solo de pasada):

gente de cristal, sombras de cristal

(desde hace algún tiempo tengo la costumbre de hablar solo,
y este tiempo ha durado desde el comienzo de mi vida)

esta también sería una posible explicación
del hecho de que durante unos veinte años
trabajé en el departamento de salubridad
(así llamo/ (perdón: llamaba) yo a la prensa).
por nada: hoy mi ciudad (la más bella de
todas las ciudades de la tierra) apesta a
orina, excrementos y otros desechos

lo que a veces me hace pensar que la
poesía es una especie de doble de la
fallecida reina isabel II (también un personaje ficticio, por cierto),

que trató sus diversas

enfermedades también con adrenocromo
666 (la panacea universal) y se curó de
todo (incluida la vida)

tengo casi sesenta años (en cuya ocasión
también supe que mi ciudad tiene tres
bulevares) y sólo ahora me estoy
convirtiendo en un joven enojado

(por mucho que lo desearais una mariposa
nunca podrá ser embalsamada)

desde hace algún tiempo tengo la
costumbre de hablar solo: ¿tú no ves que ya no se ve nada?