Gabriel Hoyos Izurieta

“Tengo la enfermedad de la poesía”

 

 

 

NUEVAS VOCES DE ARGENTINA
Por Luis Benítez

 

La poética de este joven autor argentino se destaca por su capacidad de volver a presentar la realidad desde la ficcionalización que le imprime el género -incluso en sus facetas más crudas- no morigerada sino reconstruida para poner de relieve más intensamente sus rincones menos explorados por la conciencia habitual. Esta capacidad de revelación (de “volver a colocar un velo”) es una mirada al sesgo que descubre, paradójicamente, nuevas interacciones entre sujeto y objeto, al tiempo que los muestra como partes de un todo indisoluble, puesto que no ver como Hoyos Izurieta observa al primero destruye la percepción del segundo y viceversa.

Luis Benítez

 

 

 

 

POEMAS DE GABRIEL HOYOS IZURIETA

 

 

 

LEJOS, A KILÓMETROS

 

Lejos, a kilómetros

de donde vivo

me olvidé por un momento

de las cosas

que me pertenecían…

Y estuvo bien

ser un desheredado

depender del combustible

propio de mis pies

circulando los ojos

en calles que no eran mías.

 

 

 

 

CONFLICTO DE TIERRAS

 

Un lamento se escucha

en la distancia.

Los algarrobos resguardan

la angustia y la tierra.

Un santafecino quiere

pasar la topadora destruir

el rancho de Don Loto.

Como un ave acorralada

por la amenaza del hombre,

llora el viejo el monte llora,

los nietos juegan descalzos

subidos al tractor.

 

 

 

 

ESTAMPAS

 

Quizá deba ser yo

y mis estampas,

las figuritas que me tocaron,

los garabatos

en la pared blanca

de la infancia.

Estos parches, costuras,

tajos, cicatrices.

Tatuajes invisibles en la piel,

en lo claro y lo oscuro de la memoria.

 

 

 

 

SÍ, HERMANO 

 

Nuestra niñez se repartió

entre obedecer

y desobedecer

las historias que

nos organizaban.

Cada vez que pintábamos

por fuera de las líneas

había vértigo y rabia,

una puerta dibujada

en una pared

que se abría

para salir solos a la calle

de siesta

mientras todos dormían.

 

——

 

Jugamos como dos

hijos ansiosos.

Enredamos los cables

de nuestros controles.

Apretamos los botones

de manera insistente.

En la pantalla dice

game over,

pero somos demasiado

chicos para entenderlo.

 

Una música en 8 bits

anuncia que Mario

puede volver a vivir,

que las cosas

pueden empezar

desde el comienzo.

 

 

 

 

Me cuentas de tu enfermedad 

me dices que el mundo todavía no está

haciendo metástasis.

 

Te miro de forma lateral,

me gustaría que caminemos en una

misma línea de tiempo,

seamos cangrejos

para qué siempre ir hacia adelante?

 

Hablas de tratamientos,

medicamentos,

estudios,

con la voz adelgazada de pronóstico reservado

dices que los resultados dependen

de la resistencia de tus células.

 

A mí me gustaría decirte que tengo

la enfermedad de la poesía,

pero nada puede ser comparable…

La poesía es solo una enfermedad

en la que nunca nada es suficiente.

 

Todos vamos hacia un mismo final, dices

como si fuera el estribillo de una canción,

a todos nos terminan enfermando las mismas cosas.

 

Y yo con mi insignificante poesía callo,

con mi débil y diminuta poesía callo,

 

con mi impotente poesía callo…

 

Gabriel Hoyos Izurieta Nació en la provincia argentina de Santiago del Estero en 1989. Es periodista y Lic. en Comunicación Social. Publicó los títulos: Se ... LEER MÁS DEL AUTOR