“Tengo la enfermedad de la poesía”
NUEVAS VOCES DE ARGENTINA
Por Luis Benítez
La poética de este joven autor argentino se destaca por su capacidad de volver a presentar la realidad desde la ficcionalización que le imprime el género -incluso en sus facetas más crudas- no morigerada sino reconstruida para poner de relieve más intensamente sus rincones menos explorados por la conciencia habitual. Esta capacidad de revelación (de “volver a colocar un velo”) es una mirada al sesgo que descubre, paradójicamente, nuevas interacciones entre sujeto y objeto, al tiempo que los muestra como partes de un todo indisoluble, puesto que no ver como Hoyos Izurieta observa al primero destruye la percepción del segundo y viceversa.
Luis Benítez
POEMAS DE GABRIEL HOYOS IZURIETA
LEJOS, A KILÓMETROS
Lejos, a kilómetros
de donde vivo
me olvidé por un momento
de las cosas
que me pertenecían…
Y estuvo bien
ser un desheredado
depender del combustible
propio de mis pies
circulando los ojos
en calles que no eran mías.
CONFLICTO DE TIERRAS
Un lamento se escucha
en la distancia.
Los algarrobos resguardan
la angustia y la tierra.
Un santafecino quiere
pasar la topadora destruir
el rancho de Don Loto.
Como un ave acorralada
por la amenaza del hombre,
llora el viejo el monte llora,
los nietos juegan descalzos
subidos al tractor.
ESTAMPAS
Quizá deba ser yo
y mis estampas,
las figuritas que me tocaron,
los garabatos
en la pared blanca
de la infancia.
Estos parches, costuras,
tajos, cicatrices.
Tatuajes invisibles en la piel,
en lo claro y lo oscuro de la memoria.
SÍ, HERMANO
Nuestra niñez se repartió
entre obedecer
y desobedecer
las historias que
nos organizaban.
Cada vez que pintábamos
por fuera de las líneas
había vértigo y rabia,
una puerta dibujada
en una pared
que se abría
para salir solos a la calle
de siesta
mientras todos dormían.
——
Jugamos como dos
hijos ansiosos.
Enredamos los cables
de nuestros controles.
Apretamos los botones
de manera insistente.
En la pantalla dice
game over,
pero somos demasiado
chicos para entenderlo.
Una música en 8 bits
anuncia que Mario
puede volver a vivir,
que las cosas
pueden empezar
desde el comienzo.
Me cuentas de tu enfermedad
me dices que el mundo todavía no está
haciendo metástasis.
Te miro de forma lateral,
me gustaría que caminemos en una
misma línea de tiempo,
seamos cangrejos
para qué siempre ir hacia adelante?
Hablas de tratamientos,
medicamentos,
estudios,
con la voz adelgazada de pronóstico reservado
dices que los resultados dependen
de la resistencia de tus células.
A mí me gustaría decirte que tengo
la enfermedad de la poesía,
pero nada puede ser comparable…
La poesía es solo una enfermedad
en la que nunca nada es suficiente.
Todos vamos hacia un mismo final, dices
como si fuera el estribillo de una canción,
a todos nos terminan enfermando las mismas cosas.
Y yo con mi insignificante poesía callo,
con mi débil y diminuta poesía callo,
con mi impotente poesía callo…