

Presentamos tres textos claves del recordado poeta nicaragüense.
Francisco Ruiz Uriel
ALGUIEN MUERDE EN MI VOZ
Cuando la vi abandonada
en las cañerías, mirando de un lado a otro
con demencia de búhos,
con tetillas escurridizas de traiciones
y con piernas enterradas en el fango,
supe entonces que buscaba
ensayar su hambre en mí,
alimentarse de cualquier
trozo viviente que no estuviera
infestado de rabia.
Puso en los míos sus ojos,
intentó ladrar,
no pudo,
entonces mi boca se quedó asestada,
ahogando el denso aire que respiran los ciegos
en el vacío.
ALGUIEN ENTRA EN LA MUERTE CON LOS OJOS ABIERTOS
Déjenme limpiar esta herida,
apesta mi cuerpo,
déjenme secar con mi vieja camisa de fuerza
las dúctiles paredes donde se rompen mis sueños.
Por favor, cuando yo parta,
no me cierren los ojos,
no me maquillen el rostro como a un cadáver
que aparenta estar vivo,
no me disfracen con saco y corbata
pues la muerte no compra etiquetas,
no me vistan de honor, no lo necesito,
no me pongan mordazas en la boca
ni algodones en la nariz;
no me dejen sin sentidos.
Por favor, les ruego,
no me dejen ir con este peso
que me obliga a mirar hacia abajo.
QUIERO MORIR EN UN POEMA
Quiero morir en un poema
y nunca levantarme,
dejarme caer en el cetro olvidado
del flanco de un pájaro
ser removido por el viento.
Nadie sabrá que he muerto,
me asfixiaré mil veces en el pulmón
que agoniza en tu pecho,
un cuerpo ahogado
cuando pases,
sin que lo sepas.