(1927-2000) nació un 9 de septiembre en Buenos Aires, y a las dos semanas su familia se trasladó al Paraje Estancia Caimán, Departamento de Concepción, en la provincia de Corrientes, Argentina. Por aquel entonces la localidad era casi virgen y fue así que el futuro descollante poeta vivió hasta llegada su adolescencia entre pantanos y selva, un entorno salvaje que dejó un profunda huella en su sensibilidad y que, posteriormente, resplandecería en sus obras.
De regreso a Buenos Aires en plan de estudios -aunque alternando su residencia en la capital argentina con largas temporadas en Corrientes- a comienzos de los ’50 se relaciona estrechamente con los escritores, músicos, artistas plásticos y cineastas que fundaron la revista Letra y Línea, dirigida por el poeta Aldo Pellegrini. A mediados de la década publicó su primer poemario, El pequeño patíbulo, inicio de una veintena de títulos fundamentales para el género en su país. Incluido su trabajo en las principales antologías poéticas del Viejo y el Nuevo Mundo, ampliamente traducido a otras lenguas y reconocido -entre otros galardones- con el Premio Municipal en 1991, el Konex en 1995 y el Nacional de Poesía en 2005, es unánimemente considerado Francisco Madariaga como uno de los autores más originales y trascendentes de la poesía argentina del siglo XX.