Floridor Pérez. La partida inconclusa

 

Presentamos cuatro textos claves del destacado poeta chileno.

 

 

 

Floridor Pérez

 

 

La victoria

 

Me pusieron contra la pared, manos arriba.

Me registraron meticulosamente.

 

Sólo hallaron retratos con tus ojos

y una antología con mis versos.

 

Noches sobe la piedra.

Días tras la alambrada

 

No saben -nos decían- qué les espera

Pero yo sabía.

 

Tras días piedra meses muro

Tú me esperabas a la puerta del cuartel

 

¡y ésa fue mi victoria!

 

 

 

 

La partida inconclusa

“Isla Quiriquina, octubre 1973”.

 

BLANCAS: Danilo González, Alcalde de Lota

NEGRAS: Floridor Pérez, Profesor rural de Mortandad

 

1. P4R P3AD

2. P4D P4D

3. CD3A PXP

4. CXP A4A

5. C3C A3C

6. C3A C2D

7. ………

 

Mientras reflexionaba su séptima jugada

un cabo gritó su nombre desde la guardia.

-¡Voy! -dijo

pasándome el pequeño ajedrez magnético.

Como no regresara en un plazo prudente

anoté, en broma: “Abandona”.

 

Sólo cuando el diario EL SUR

la semana siguiente publicó en grandes letras

la noticia de su fusilamiento

en el Estadio Regional de Concepción

comprendí toda la magnitud de su abandono.

Se había formado en las minas del carbón,

pero no fue el peón oscuro que parecía

condenado a ser, y habrá muerto

con señoríos de rey en su enroque.

 

Años después le cuento a un poeta.

 

Sólo dice:

¿y si te hubieran tocado las blancas?”

 

 

 

 

Canto a la derrota de Arturo Godoy

 

La noche en que peleó Arturo Godoy

—¿te acuerdas?

Izquierda Godoy-derecha de Joe

con la oreja pegada al receptor:

izquierda-derecha ¡pégale carajo!

las cuatro radios del pueblo

amanecieron encendidas esa noche.

Golpe al mentón ¡eso es!

nunca se ha arriado la bandera

(—agáchate Godoy)

y espero que no sea la ocasión de hacerlo.

Izquierda Godoy-gancho de Joe

los huasos se quejaban junto al RCA

y el mantelito blanco

que bordó mi madre

(—¿por qué pelean, papá?)

en horas de invierno

de nunca acabar

chorreado aquella noche.

(Le toparía una oreja, le mentaría la madre

o cruzaría la raya el negro feo).

 

Recto al mentón

¡el alma les dolía a los oyentes!

izquierda-derecha

pégale-carajo-sácale-la cresta

¿así que no lo van a dejar pelear agachado

gringos de mierda?

 

Todos quedaron tristes, como en Cancha Rayada

y el que sea valiente que me siga

por el pasillo oscuro

a ver ¡que venga el cuco!

(—agáchate Godoy)

porque aún tenemos patria y los hombres no lloran

como El Viejo y su compadre Clodomiro

la noche en que perdió Arturo Godoy.

 

 

 

 

Al finao de Rokha

 

Aquí donde usted me ve,

en medio del potrero

y en mitad del camino de la vida,

veinte o más años antes de pegarme

como usted un tiro, emberrado, enrabiado

gritándoles ¡carajo!

a los pájaros

que me arrancan el trigo,

cojo un grano pensando en la espiga,

en las trillas de antaño

y en la bien llamada dulce chupilca

que hubiéramos tomado juntos.