Filonilo Catalina

Poema de un solo disparo

 

 

 

 

 

POEMA DE UN SOLO DISPARO

 

Si no fuera poeta

hubiera sido un pistolero

sí/ uno de esos

de dura mirada

soltando balas como suspiros y

sin el menor remordimiento

(Justo como ahora

que escribo estos versos)

Hubiera digo

ya que en ambos casos

conquistan a la más bella y luego se les va

o la pierden por azar

hay una que muere por él (siempre la hay)

pero  él muere por alguien más

la fortuna

-para los dos-

es una bala que en el tambor gira

sin saber a quién le tocará

 

De no haber sido poeta dije

y suponiendo que mi destino hubiera sido elegido

sería un pistolero

recitando maldiciones como los más sublimes versos

y en este momento

-claro / con todo y arma en mano

además del cigarrillo al borde de los labios –

estaría

calladamente

deseando

que de mis manos

en vez de balas

salieran versos

y que tú estuvieras muerta por solo uno de ellos.

 

 

 

 

CUESTIONES DE DIGESTIÓN

 

Sobre una mesa se sirven

según sea el caso

arroz con huevo

o caviar

(que para el tracto digestivo viene a ser casi lo mismo)

sin pensar que estos mismos alimentos

luego de un proceso digestivo

que comienza con la saliva y el bolo alimenticio

terminan convertidos en heces o caca

según sea el caso repito

Lo cierto es que en mi infancia

lo recuerdo

sí hubo un plato más delicioso que el silencio

y este era – las veces que se podía – claro

la sonrisa de mis tres hermanos y la de mi madre

que se servían acompañadas de papas fritas y carne

el hambre en ese entonces

no me permitía reflexionar

acerca del bolo alimenticio o

los siete metros de largo que mide nuestro intestino delgado

Ahora

La sonrisa es

El plato que más exijo.

 

 

 

 

MARINERO

 

Mi padre no fue pescador

(eso / también a mí me lo reprocharán)

y no me hice a la mar

pero soy azul turquesa

Me puse en el vientre de mi madre

y esperé nueve meses para olvidarte

En el rio del olvido me bañé dos veces y

eso no fue previsto por el viejo Heráclito de Efeso

Cuando nací

mi grito (más que llanto)

anunció la tercera estación de mi madre

mi vocación de equilibrista lo aprendí

a punta de decirle adiós a mi padre

que a pesar de no ser marinero

siempre se estaba yendo

El oficio de ilusionista

(que ejerzo ahora con maestría y esmero)

fue vital mientras crecía

y el primer y único público que tuve

fue mi propio corazón

Ahora he aprendido a decir fuego

sin quemarme la boca

Mi padre no fue pescador

no me hice a la mar

pero soy azul turquesa.

 

 

 

 

SOY

 

ese animal disecado

que no sabe que murió hace tiempo

 

Mi país mide lo que miden mis zapatos

 

Todo árbol

aprisiona alas en su pecho

y

si no cito un pájaro en este poema

es / porque

no quiero que salga volando.

Filonilo Catalina Egresado de la Facultad de filosofía y Humanidades por la UNSA. Ganó el premio COPÉ de poesía el año 2005 con su libro el Monstru ... LEER MÁS DEL AUTOR