

La casa de los abuelos
(En la última noche de la tierra junto a Gordon E. McNeer)
La casa está vacía,
riela por las ventanas
la luna con su traje desgastado.
Tuvo que ser hermosa,
tú sabes que es hermosa todavía
y que no entiende el miedo.
La casa está vacía
porque estamos nosotros
y nunca más nosotros
estaremos
solos como esta noche
frente a la vida llena derramándose.
Si esta va a ser la última canción que escucharemos
que sea frente al lago
hasta ver cómo la luna se deshace.
No vamos a cuidar cada palabra,
el poema se acaba,
ahora estamos los dos sentados en el porche
con todos los fantasmas familiares
que yo también conozco
porque tan sólo ellos sabían el final,
estaban esperando aquí en el porche
junto a la habitación
que fue el último aliento de tu padre;
y mi hijo buscando alguna sombra,
alguna explicación que nadie entendería.
No vamos a reír pero tampoco
podemos permitir que la nostalgia
nos ensucie los ojos y las manos,
ahora que estamos cerca
de todo cuanto somos y seremos
sin poder esconder
nuestra debilidad
y nuestra pena
con todo el daño a solas.
No vamos a creer que fracasamos,
hay algunas certezas:
Sólo el amor nos salva,
sólo el bien puede justificarse por sí mismo,
la verdad es belleza,
y siempre perseguimos la belleza
hasta morder las ruinas
y llenarnos los labios de ceniza.
Pueden mirar mis huesos y tus manos
si algunos necesitan una prueba
de estas pocas palabras.
La casa está vacía,
ha explotado la luna,
no hay rastro de blancor almidonado,
nada nos diferencia a los fantasmas,
en la última noche de la tierra
vamos a cruzar juntos el lago del misterio.
25 de julio de 2023,
Cumpleaños del poeta Gordon E. McNeer