Federico Tavan

Si yo fuera normal

 

 

 

 

(Traducción al español de Marisa Martínez Pérsico)

 

 

 

 

 

SOÑANDO LA RELIGIÓN

 

Señor

no creo no creo

sin embargo estoy aquí

delante arrodillado

Ah si supieras

me gustan las contradicciones

para poder seguir siendo yo mismo

Soy un estúpido

no hace falta que te lo diga

el menos logrado

de tus hijos

Soy feo soy un fracasado

sin embargo nada te reclamo

no quiero milagros para mí

me conforta que el sol

me diga buenos días.

Señor, no estoy aquí

para alardear como un pavo

ni golpearme el pecho

pidiéndote perdón.

Soy solamente un niño

que llora y se arrastra con torpeza.

Yo muero en una cruz distinta

mordiendo los clavos

y empujando los pies

hacia abajo para sentir

cómo crece la hierba.

 

 

 

 

LOURDES

 

Hoteles

uno junto a otro

y los Pirineos

ahí abajo,

en el fondo.

 

Aquí

te curas

o te mueres.

 

Cuando estuve yo

no se curó ninguno.

 

 

 

 

A COSTA DE DELATARME

 

Hablo del pasto

cuando era verde

y de las caras

cuando eran de carne,

hablo de antiguas tardes de verano,

de grillos y luciérnagas,

de vacas dejándolos

caer en medio de una plaza,

hablo de tonterías

y de mí.

 

Mi poesía

es una tormenta:

va cruzando las calles

para darle puñetazos a la nada.

 

 

 

 

LA NAVE ESPACIAL

 

Este

no es un cuento de hadas

para niños,

es una historia real,

de locos.

El dieciocho de agosto

del ochenta y dos,

apenas salí del hospital

me encerré en mi habitación,

coloqué dos armarios

y una mesa de luz

delante de la puerta.

Luego me acosté en la cama

como un astronauta.

Del otro lado de la puerta

me llamaban todos:

“¡Sal de ahí!”.

“¡No, no! Estoy volando

en una nave espacial,

no me molesten,

ustedes son de otro mundo.”

Y las horas pasaban…

Mientras tanto, cruzaba

estrellas y galaxias

y pájaros extraños.

El espejo hacía de escotilla,

de firmamento el techo.

Desde afuera,

todos preocupados:

“¡Sal de ahí!

¡Oh, Dios, este está loco!”

Y yo seguía volando

a dos mil años luz

para llegar al sol.

La sombra en las paredes

y el runrún de los coches

parecían los ruidos del motor

de la nave espacial.

Y pasaron dos días…

“¡Sal de ahí!

¿No comes?

¡Oh, Dios, este está loco!

¡Derribamos la puerta!”

Pero la puerta resistía,

¡y yo en lo alto,

cada vez más alto!

Y afuera sólo ruido:

“¡Sal de ahí de una vez!

¿Qué estás haciendo?

¡Vamos, sé buen chico!

¡Oh, Dios, este está loco!”

“¡Déjenme en paz!

estoy en una nave espacial.

Huyo

y veo el mundo tan lejos,

los hombres chiquititos…”

Y pasaron tres días…

Empujaron la puerta

tumbaron los armarios

y la mesa de luz.

Los esperé escondido

debajo de la cama:

 

¡OH DIOS!

¡LLEGARON

LOS HUMANOS!”

 

 

 

SI YO FUERA NORMAL

 

Si yo fuera normal

ayudaría al viento

a escribir poemas

sobre tu cabello.

 

Descalzo

en el agua de Andreis

en busca de la fuente.

 

Y por la noche,

ebrios de luna,

sin cansarnos jamás

de gritar nuestro amor.

 

Y después, en los árboles,

a la pesca de nidos,

en los labios, orugas.

 

Si yo fuera normal

tocaría

todas las campanas

 

y al fin me marcharía

por los prados

a convertirme

en flores

abejas

y miel.

 

Federico Tavan (1949-2013). Poeta italiano nacido en Andreis, un pueblito montañoso de doscientos cincuenta habitantes de la provincia de Pordenone, regi ... LEER MÁS DEL AUTOR