Fallece el poeta Ernesto Cardenal

La fundación Vicente Huidobro lamenta profundamente el fallecimiento del poeta y sacerdote nicaragüense ocurrida el día de ayer a los 95 años. A manera de homenaje compartimos algunos de sus textos más emblemáticos.

 

 

Ernesto Cardenal (Nicaragua, 1925-2020). Sacerdote y poeta, con estudios de literatura norteamericana en la Universidad de Columbia, Nueva York. En 1957 ingresó al Monasterio Nuestra Señora de Gethsemani, en Kentucky, EE.UU. Fue nombrado Ministro de Cultura por el Régimen Sandinista. Es ordenado sacerdote en Managua (1965). Funda en una de las islas Solentiname, en el Lago Cocibolga, una comunidad cristiana. Entre sus libros destacan: Epigramas (1961), Oración por Marilyn Monroe y otros poemas (1965), El estrecho dudoso (1966), Salmos (1967), Canto nacional (1972), Quetzatcóatl (1985), Cántico cósmico (1989), El telescopio en la noche oscura (1993) y Pasajero de tránsito (2006). Obtuvo el Premio Pablo Neruda en 2009 y el Premio Reina Sofía de poesía iberoamericana en 2012.

 

 

 

Amanecer

Ya están cantando los gallos.
Ya ha cantado tu gallo comadre Natalia
ya ha cantado el tuyo compadre Justo.
Levántense de sus tapescos, de tus petates.
Me parece que oigo los congos despiertos in la otra costa.
Podemos ya soplar un tizón – Botar la bacinilla.
Traigan un candil para vernos las caras.
Latió un perro en un rancho
y respondió el de otro rancho.
Será hora de encender el fogón comadre Juana.
La oscurana es más oscura pero porque viene el día.
Levántate Chico, levántate Pancho.
Hay un potro que montar,
hay que canaleatar un bote.
Los sueños nos tenían separados, en tijeras
tapescos y petates (caeda uno en su sueño)
pero el despertar nos reúne.
La noche ya se aleja seguida de sus seguas y cadejos.
Vamos a ver el agua muy azul: ahorita no la vemos. – Y
esta tierra con sus frutales, que tampoco vemos.
Levántate Pancho Nigaragua, cogé el machete
hay mucha yerba mala que cortar
cogé el machete y la guitarra.
Hubo una lechuza a medianoche y un tecolote a la una.
Luna no tuvo la noche ni lucero ninguno.
Bramaban tigres en esta isla y contestaban los de la costa.
Ya se ha ido el pocoyo que dice: Jodido, Jodido.
Después el zanate clarinero cantará en la palmera,
cantará: Compañero
Compañera.
Delante de la luz va la sombra volando como un vampiro.
Levántate vos, y vos, y vos.
(Ya están cantando los gallos.)
¡Buenos días les dé Dios!