Erri de Luca

Manifiesto del Quijote

 

 

(Traducción al español de Stefania di Leo)

 

 

 

 

VALORES

 

Considero un valor cada forma de vida, la nieve, la fresa, la mosca.

Considero un valor el reino mineral, una asamblea de estrellas.

Considero un valor el vino mientras dura la comida, una sonrisa involuntaria,

el cansancio de quien no se ahorra nada, dos viejos que se aman.

Considero un valor lo que mañana nada valdrá y lo que hoy ya vale poco.

Considero un valor todas las heridas.

Considero un valor ahorrar agua, reparar un par de zapatos,

callar a tiempo, acudir a un grito, pedir permiso antes de sentarse,

sentir gratitud sin recordar el porqué.

Considero un valor saber dónde está el norte en una habitación,

saber cuál es el nombre del viento que está secando la ropa.

Considero un valor el viaje del vagabundo, la clausura de la monja,

la paciencia del condenado, cualquiera sea su culpa.

Considero un valor el uso del verbo amar y la hipótesis de que un creador exista.

Muchos de estos valores no los he conocido.

 

 

 

 

CHAPLIN

 

En el bombín los parpadeos de scugnizzo, en los pies un par de

zapatos desmesurados,

el mínimo de los bigotes, su soporte una caña de bambú,

en el estrecho círculo al final del camino de tierra.

Su paquete en el hombro trae un regalo nupcial

al cine del mil novecientos.

Se inclina hacia el suelo, toma la bandera caída por

un transporte.

sabemos que es roja, incluso si la película es en blanco y negro.

El desventurado está frente a la revuelta,

como la humanidad del siglo pasado, gira en

la rueda dentada por una era de engranajes.

Sí, tenía que agitar a los corpulentos,

a los solemnes en uniforme, deslizarse entre las piernas,

vivir en una cabaña y amar a Paulette Goddard.

Es el Quijote que no hemos merecido.

Se burló del exterminador de su pueblo

pudo maldecirlo con una sonrisa,

nadie estuvo tan fuera de lugar en el mil novecientos.

Y así, un siglo más allá de nosotros, le recordarán.

 

 

 

 

MANIFIESTO DEL QUIJOTE

 

No es el opositor de los poderes, es lo contrario.

A la potencia se opone la impotencia, otra voluntad.

Él no está en la oposición, que no existe, está en la antípoda.

Los poderes se amontonan en los centros, en él hay espacio,

Lo opuesto es ancho, difamado, disperso.

Cuando encuentra a un semejante, funda una república,

con un apretón de manos, una ciudad

sin alcalde, policía, juez, bolsa.

Le deleita cada voz estridente a los poderes,

pero a la revolución dice, muy poco,

estirar las piernas, subvertir no basta,

es necesario arrancar desde el pecho, desde la respiración,

la voluntad de asumir el poder, para no empezar de nuevo.

Lo opuesto solo tiene un artículo en la constitución,

hacer a cada uno, lo que se quiera para sí mismo.

 

 

 

 

NOTA SOBRE ERNESTO

 

Hizo lo correcto,  quiso continuarlo,

vivir mucho tiempo, sin ser un héroe.

Sembró libertad en una isla del Caribe,

el primer Socialismo del Atlántico.

Sabía encender el fuego sin esparcir el humo,

marchar por la noche, y de sus compañeros dijo:

“Una cadena no es más gruesa que su anillo más frágil”.

Respetaba la debilidad entre los suyos, que es una premisa de valor.

Durmió al aire libre en lo profundo de los bosques y las estrellas,

estudió medicina, abrazó las armas

y esto quizás sea una contradicción.

En algunas fotos está fresco con la navaja, en otras sonríe,

en la última es el Cristo de Mantegna depuesto, semidesnudo.

Fue traicionado, es traición morir a los treinta años.

Una mujer le vengó disparando a un tal Quintanilla

en un consulado de Bolivia en Europa.

“Usted es el señor Barranquilla?”

“No, yo soy Quintanilla”.

“Bueno”, dijo, y le disparó.

Su nombre, Monika Ertl, merece una nota al final que termina así:

“Es bello ser vengado por una mujer”.

 

Erri de Luca (Nápoles, Italia, 1950). Es novelista, traductor y poeta. Participó en el movimiento del 68 y fue miembro del grupo Lotta Continua. Es aut ... LEER MÁS DEL AUTOR