(Chile, 1915-1995). Poeta, ensayista, una de las voces poéticas más expresivas vinculadas al surrealismo, fue uno de los creadores del movimiento Mandrágora –grupo y revista, de relevante importancia en el continente americano. Entre 1949 y 1951 vivió en París, habiendo interactuado con algunos miembros destacados del surrealismo en ese país europeo. Mantuvo relaciones con André Breton, así como con René Magritte, y sobre él escribió el libro El espectro de René Magritte en 1948. También mantuvo muy buenas relaciones con otros dos inmensos poetas chilenos, Pablo de Rokha y Vicente Huidobro. Fue el traductor de Apollinaire. Le diagnosticaron un cáncer de columna, que le dejó incapaz de mover las piernas, una parálisis que le arrebató los últimos 12 años de su vida. Esta entrevista que le hice, mucho antes de que existiera Internet, fue escrita a mano, como toda mi correspondencia con este inmenso poeta, con quien mantuve una fuerte amistad. Enrique es autor de más de 20 libros de poesía, ensayo y teatro, entre ellos Las hijas de la memoria (1940), Cataclismo en los ojos (1942), En pleno día (1949), Frágil memoria (1985) y Las cosas al parecer perdidas (1989).