Emily Dickinson

La tierra tiene sus llaves

 

 

(Traducción al español de Alberto Blanco)

 

 

 

462 (1255)

Esperar es la Semilla
Que se debate en el Suelo,
Creyendo que si intercede, al fin
Encontrará algún Consuelo.

Sin saber las Circunstancias,
Hora, Clima, Condición –
¡Qué gran Constancia la que necesita
Antes de mirar el Sol!

 

 

 

487 (1354)

La Capital de la Mente es el Corazón –
La Mente es un sólo Estado –
Juntos el Corazón y la Mente
Son un solo Continente –

Uno ‑ es la Población –
Suficientemente grande –
Que la estática Nación
Busca ‑ eres Tú mismo.

 

 

 

519 (1510)

Qué feliz es la Piedrita
Que rueda en la Carretera,
Sin ocuparse de Cuitas
Sin temer las Exigencias –
Cuya Capa elemental
Le diera el Mundo fugaz,
Como el Sol, independiente
Resplandece en soledad,
Cumpliendo absolutamente
Con casual simplicidad ‑

 

 

 

553 (1672)

Ligeramente la estrella amarilla
Se colocó en su lugar ‑
La Luna perdió su sombrero de plata
Quedó el Rostro lustral ‑
Por el Crepúsculo iluminado
Como un Salón Astral ‑
Padre, contemplé los Cielos:
Eres puntual.

 

 

 

575 (1775)

La tierra tiene sus llaves.
Y donde no hay melodía
Está la ignota península.
Su belleza es realidad.

Mas testigo de su tierra,
Y testigo de su mar,
El grillo es el más sublime
De los cantos para mí.

 

Emily Dickinson Es la más grande poeta norteamericana. Junto con Walt Whitman se constituye en la voz señera para lo que será la gran poesía de Estados ... LEER MÁS DEL AUTOR