Entre la luz del mañana y la sombra de lo que fue
Por Enrique Solinas
La poesía chilena, desde siempre, se ha caracterizado por tener una riqueza propia y diversa en su visión de la realidad y en su lenguaje, producto de las renovaciones necesarias que exigió cada época y de la excelente calidad que se expresa en la obra de autores fundamentales. No podemos hablar de poesía de Chile sin pensar en la importancia fundamental que tuvieron los cuatro grandes la poesía chilena (Gabriela Mistral, Pablo de Rokha, Vicente Huidobro y Pablo Neruda), como así también Nicanor Parra, Elvira Hernández, Gonzalo Rojas, Carmen Berenguer, Humberto Díaz-Casanueva, Teresa Calderón, Raúl Zurita, Malú Urriola, Oscar Hahn, Rosabetty Muñoz Serón, Enrique Lihn, Gonzalo Millán, y Eleonor Concha Venegas. A través de estos poetas podemos tener una aproximación a Chile y su esencia.
Escribir lo que sucederá con la memoria de lo que fue, esta es una de las claves para entrar en la poesía de Eleonor Concha Venegas (1972). Sobre la base del amor, su poesía está dirigida a un interlocutor válido, íntimo, al cual se le recuerda, se le pregunta, se lo invoca, y una vez convocado convive con el tánatos que poco a poco aparece mezclándose de manera seductora en el discurso de ese yo poético contemporáneo, vital, afectivo y atravesado por las sensaciones.
Memoria y muerte, vitalidad que resucita el recuerdo, la vida es un transcurrir de cosas que suceden en esta comarca a media luz, donde lo descrito se transforma para convertirse en pura acción.
Dolor y belleza, resurrección de aquello que ya no estará, profundidad lírica y sonora, la poesía de Eleonor Concha Venegas es una de las voces más potentes y necesarias de la actual poesía en Chile.
Dedal de oro
Me dijiste que retirara su nombre de todos los poemas
que develara la naturaleza de su carácter
que no ocultara el evidente motivo que me hace decirle como le llamo y luego
cambiaste los versos
y comencé a cruzar el río de tu lenguaje
a través de las piedras que sobresalían en ese caudal de trinos y truenos que es tu palabra
apenas visibles en la superficie por tan intenso, arrollador y bello.
Te encontré luego hurgando en mi alma
sin obtener hasta ahora respuestas de por qué y cómo.
Desperté continuamente sintiéndote un gigante que con su voz portentosa creaba realidad.
Me ordenabas que durmiera y aún así no podía obedecerte
tanto perturbaba tu tono acompasado en la exacta vibración de mis huesos
que reverbera aún sin poder contenerle.
De ahí que despierte entonando tu nombre
y el sueño se haga esquivo.
Recordé entonces los tulipanes de aquel sueño dantesco
y pensé que evocaban tu presencia
porque no imagino algo mejor
que este amor cultivado
como un dedal de oro salvaje y sin dueño.
(de Par de Dos, Ed. RIL 2016)
Crepúsculo
¿Cuándo se rompió tu corazón?
¿Cuándo la mente quebró el alma y dejó los crepúsculos como una hora maldita?
¿Cuándo buscaste las cimas y las horas encontrando quebradas con el tiempo detenido?
¿Cuándo hiciste de tu vida un infierno, un páramo desierto, una cama vacía?
(de Par de Dos, Ed. RIL 2016)
Canto I, De la llegada
Recostada, mirándote
descubrí quien eras
antiguo y secreto
como la noche de luna
tu mirada de mil años
supo seguir mi mirada
y tu voz dijo quédate
y yo me quedé
la luna sabía en lo que andabas
y esa noche
agazapada entre las nubes
miraba tu cuerpo y el mío
Fauno y mujer
en estrecho juego
conociéndose y reconociéndose
tu mirada más antigua
que los ombú del parque
atrapó esa luz que escondo
y cuando cantaste
la música del encanto
se detuvo en mi centro
atrapándome
un instante
que duraría siglos
Entonces Fauno
miré mi rostro
y descubrí aquello que decías
que la mortalidad sólo deviene en muerte
cuando no hay recuerdo
y recordé otros sitios
otros parajes
donde me poseíste
otras historias y pueblos
donde me descubriste
penetrando en mi mirada
Oh Fauno Cuanto tardaste esta vez
y me dijiste:
radicarte en el fin del mundo
me obligó a recorrer muchos caminos
pues mi corazón siempre te sigue
vida tras vida hasta encontrarnos
El abrazo fundido
sentirte al fin
develando tu historia en la mía
me forzó a preguntarte
¿es qué siempre hemos sido?
¿siempre?
Una amplia sonrisa fue suficiente
y la música saltó a tus manos
y la clara voz del bosque inundó la sala
y fuimos como tantas veces
y esta vez decidí que la muerte
no me alejaría de tu lado.
(de Viceversa, Ed. MAGO Editores, 2018)
Viceversa
I
Entonando cantos sin sentido
llegué a una ruta ascendente
iba hacia allá deslumbrada por el sol
sin tener la razón de mi lado.
Canté una canción eterna
y fui interrumpida por luces y fantasmas
la realidad vestida de muerte llegó a mi lado
y tuve que perder la razón por la fuerza.
Sentada así en un pasillo estrecho
vi el ir y venir de seres ardientes y celestiales
también de demonios
y creí enloquecer.
Pero una voz suave en mi interior
suave y persuasiva
persuasiva y certera
me ordenó detenerme.
Cerré los ojos y sólo escuché esa voz
crucé el páramo desierto
crucé los ríos profundos e insondables
sin más que mis oídos y su voz de guía.
Salvé lo que me quedaba de alma
y poco a poco la cordura
hermana menor de la muerte
llenó mi vida y sus espacios.
Volé y canté de nuevo
y preparada como estaba para ser feliz
lo fui sola e imperturbable
feliz y sola.
(de Viceversa, Ed. MAGO Editores, 2018)
Descubierto en Madrid
Demolición
Rompe amor rompe
El dique monumental de mi miedo
Las edificaciones
Los radieres
La primera piedra
De todo lo que siento podrido
Llévalo amor
Con el viento que eres
Despeinando
Revolviendo
Azotando
Hacia ese pozo del tiempo
Que es mi pasado
Llévalo y conquístame
Quítame el miedo con tu verbo
Quítame el miedo con tu boca
Quítame el miedo con tu beso
Quítalo
Y conviérteme en fuente
En lámpara
En puerta
En sábana
En amor
(de Viceversa, Ed. MAGO Editores, 2018)
Oso
Si pudiera en este mundo
Describir el sonido exacto de tus besos
El color de tu voz
La cadencia de tu cuerpo
Si pudiera acaso recubrirte de poesía
Tocar tu espalda con la leve pluma de mi recuerdo
Situar mis dedos en tu cuello y tamborilear la melodía de nuestro sexo
Si pudiera gritarle al mundo que te amo
Que la noche es brillante entre tus brazos
Y que el día se ha llenado de tu ausencia
Haciendo imposible el trabajo diario
Si pudiera decirlo con propiedad
Con altiva voz
Con la elegancia de tus ojos al mirar
Diría
Oso mío
Que no hay paraje más bello
Que no hay
Que no hay paraje más bello
Que el centro de tu pecho
(de Nosotros, los suicidas. Ed. MAGO Editores 2021)
Morada final
Un día crucé tus puertas creyendo morir
la angustia por su partida
el dolor de no entender
el miedo
la vida siendo un continuo acostumbramiento a las pérdidas
Hoy transito calles
llenas de nombres de los que fueron
hoy solo sombras
Transito lugares comunes de la muerte
ángeles, ornamentos presuntuosos y humildes
las huellas apenas visibles
las flores de los deudos
Todos han partidoy yo
una sombra de lo que fui en ese dolor
ilumino tus calles con el paso ardiente de la vida.
(de Nosotros, los suicidas. Ed. MAGO Editores 2021)
Origen
Profundo, a siglos de distancia
el cero fue encontrado
rodeado de llamas altiplánicas
yacía envuelto en sí mismo
El cero y el uno
dividiendo civilizaciones
saltando hacia lo abstracto
el poema del vacío y de lo eterno
El cero, cuello de oro
donde una flauta perfecta anunciaba
con orfebres y músicos
que había sido encontrado, que había sido perdido
El cero y el uno
el vacío, la nada, lo entero
los animales abrazaban y protegían su sueño
el del compromiso
El cero como salto
como grito y explosión
como luz
Yo fui ese cero
fui perdida y encontrada
anuncio y revolución
el cambio, la soledad
Fui ese cero y ese vacío
fui lo eterno y regresé.
(de Nosotros, los suicidas. Ed. MAGO Editores 2021)
4:00 A. M.
Despierta a mitad de la noche
tu nombre me llama
puedo sentir la noche interminable
las Máquinas sibilando
los médicos revueltos
tomar tu mano y rogarte
vuela
y sentir tu súplica callada y breve
paciencia
es así de interminable la muerte
Me vuelvo entonces a mi cama
donde me espera mi oso
sus ronquidos me apaciguan
en esa música acostumbrada de mi infancia
Entonces me acuesto tomando tu mano
y en esa distancia que nos separa y nos une
conciliar el sueño se parece tanto a morir
(de El dolor de los huérfanos. MAGO Editores, 2021)
Ardes madre
Ardes en este mundo de silencios e injusticias
ardes
explotas en tu bellísima intensidad
en esta etapa de tu vida en que todo se supone anonimato
ardes
y te veo brillante en tus últimos días
dispuesta y disponible
atenta a las múltiples posibilidades
sabiendo que viene la hora
Ardes
muestras tu rebeldía y tu docilidad
uno de los múltiples opuestos que has sido en tu vida
ardes a vista de todos
y a todos nos conmueves
te imprimes en las memorias
y gritas
-con tu voz silenciada por la máscara-
he sido, soy, seré
contigo y en ti
(de El dolor de los huérfanos. MAGO Editores, 2021)