Plata sobre venas y otros poemas
Arrojo
Gorriones y palomas vuelan bajo
al borde del torreón,
el instinto los previene de
remontar su altura.
Rasuran la niebla de la fosa,
compactan la fertilidad de la brecha.
Son preparativos de dureza
dispuestos en honor al viajero del aire.
DeLorean
Regreso al pasado,
derrape hacia el futuro
a 88 millas por hora.
Viaje en el destiempo
contra quitamiedos de neón.
Plata sobre venas
Concierto para violín.
Al filo de la luna menguante,
oxidada,
mueren planetas en sol menor.
Presto apremiante,
reflexionado.
Trémolo agitado
frotando cuerdas
cobalto.
Neptuno se pone.
Ignición de tercer grado
Combustible y comburente
se han jurado amor efímero
encima del testigo.
La lengua roja rasga la piel
escamada del tiempo,
que desviste un espacio defectuoso.
Atardece la carne debajo
de un burdeos eterno.
Escalada erótica
Atrás;
colchas de cinarra arropan los delirios del ajuar
desmantelado en el campamento base.
Enfrente;
un numen de granito revela sus sabañones
y aprieta los nudillos.
Evito rodeos,
dispenso la parábola allí
donde maridan cielo y tierra,
–más– allí donde hiberna mi albacea.
Anticipo su mirada yerma,
su manto de impasibilidad,
su tiara glacial.
El viento cálido del sur me impulsa
a conmover sus lágrimas de mármol.
Derretiré su desdén en el clímax de la cumbre,
punto de no retorno.
Traspié comunicativo
Nunca ha sido tu fuerte
dotar de sentido al lenguaje,
aunque interpelar a tus oyentes
siempre ha sido tu propósito.
Lo debías intentar.
Conservar los significados.
Conversar con los intérpretes.
Funambulista de la palabra,
la cuerda se estrecha entre
la farsa y la comedia.
No han estado ni estarán
Si ves a tus amigos doblar de
nuevo la calleja tiéndeles
un puente de olvido.
Volátil es la amistad
apoyada en las técnicas
de la arquitectura efímera.