Situación límite y otros poemas
Mi ceguera se hace cada día más íntima
Camino pausado
suave
como la muerte
cuando se desliza en la noche para llevarte
Sigue así
tardaré más de lo previsto
Cuando intento decir tu nombre
Una memoria del silencio
mientras permanezco en la mudez
de las ondas subterráneas
Te debo el beso
En la hoja seca
que tu carne retiene
obsesionado
Tensión del presente
Busco la humedad
de tu lengua
en el verdor
olvidado
Quizás azul
iconoclasta
Soledad
Solo la errancia salvaje de mis gritos
como esa fuerza del muñón de alita silvestre
que trata
que intenta
que persiste
que golpetea
inconmensurable
Temor
de vivir
asistiendo la palidez de mis muertos.
Escribiendo por insania
sus epitafios
Verdad
Siempre supe que estaríamos aquí
los dos
sin quitarnos nada
Yo te respiro
Tú cierras la boca,
tus ojos adentro,
cubres tus fosas,
para que la única posible
sea la de tu cuerpo yerto
Te entierro
Situación límite
¿Qué quieres de mí?
Cristo manso
Cristo tierno
¿Que habite en el silencio de la pregunta?
Cristo árbol
Cristo roca
¿Que incinere el alma golondrina?
Cristo sabio
Cristo justo
¿Que pierda las esencias fugaces?
Cristo bello
Cristo íntimo
¿Que grite en el abismo?
Cristo gotas
Cristo tierra
¿Que sangre en la pérdida?
Cristo místico
Cristo eros
¿O que de tanto ruego peregrine entre los muertos?
Cristo carne
Cristo hueso
Cristo cruz
Cristo inexistente
Proximidad del instante
Los pájaros huyeron
Ya no buscas
las huellas de sus alas.
Hoy la pluma es libre
Intimidad
Lo fértil
fragilidad desconocida del cardo
la oxidación del vegetal
que me alimenta
como una roca, un ónix de musgo
El trozo de cielo en la niebla
un cristal de hielo bajo el sol
derritiendo sus fractales
O el cuerpo ajeno sin tocarme
como si fuera mi sombra
la que desea
Sola esperando