Daniela Herrera Arguedas

Nombradía y otros textos

 

 

 

 

Imágenes
“A veces conviene soñar”
Fiódor Dostoievski

 

Tu uña es la punta del iceberg

reproducción del monstruo

parto de la esposa adúltera

grito absorbido de la muerte

el desarbolado auxilio

única fuerza de supervivencia

eso es el poema.

 

Yo escribía para mi madre etérea

para mis hermanas cándidas

para consolar mi suplicio

a una bruja delirante

que posaba su encanto frente a mis ojos.

 

Albergando el calor de un astro

los dorados alfileres de su cabellera

rebotaban sobre mi semblante

el júbilo entre los esquizofrénicos

imaginaba aquel almíbar de su boca

en medio de la auténtica selva umbría

era ascético, lisura en los labios rotos.

 

 

 

 

Nombradía
In extremis

 

El mar se eriza con tus manos, voz onírica

sobreviviste por el oxígeno de otros besos

yo maduré en el báquico cotidiano

en el éxtasis de noches presa y exhausta

el suspiro de guerrero audaz

alienta la culpa remangada

la atroz confesión me carcome

y en el riachuelo de tus labios

llueve mi desencanto.

 

Reverberar tus ojos cerúleos

[se enmudece el canto]

bailas en las flamas del poema desaforado

afronto el duelo con disparos

la semblanza es mi derrota

mi desvarío quebranta el despertar

cuando el semblante es sometido

a desvanecerse en el rechazo

mi alfabeto sólo descifra tu llamado.

 

 

 

 

Hecatombe
Basium

 

Sé que el llanto se hierve

sobre una superficie cualquiera

es estéril para el consuelo

fermento y relámpago

te quise, vil enzima

como a mi carne;

te llevé al alma por miedo de perderte.

 

En la selva un río te ilumina

traspasa en la boca

una carga de electrones

tu piel remojada propagó mi hambre

me amordazaste con vituperios

desguazaste mi cuerpo

sobre las sábanas me pediste

el vértice de un beso

no adyacente ni complementario.

 

 

 

 

Venganza
Hic et nunc

 

Manos preciosistas de vana caricia

mi lengua y mano apercibida

nauta golpeado por el trueno

la paleolítica reina de las nieves

arranca del adiós las membranas.

 

Plomo con atroz resonancia

espigar no es segar

y en mi hambre de picos

mis garras ceñí a la piel

atormentada de llagas.

 

Después de muchos desvelos

encaré a la sombra

la até a una hoja en blanco

y ella imperativa,

atajó el puño con tinta

de allí surgió la implacable venganza.

 

 

 

 

Última plegaria al amor
Tempus fugit

 

El sutil arte de soñar perdura

una sombra quema el oráculo

mi inerme corazón

suplica tu ledo espejismo.

 

El vulgo exorciza nuestro regocijo.

 

Dejaste el incienso quemado

sobre el altar de mi pecho

la pavesa de una contemplación

me abruma

infundes vigor mientras la favila cae en mí

la mañana petrarquista

con doliente y frondosa angustia

anida las entrañas de lamento.

 

Daniela Herrera Arguedas (Costa Rica, 2005). Autora del poemario Intemperie (2021). Estudiante de secundaria en el Colegio Gregorio José Ramírez Castro. G ... LEER MÁS DEL AUTOR