Encamino
“En camino” de Daniel Vaca Narvaja, está dividido en cuatro secciones: “Travesías”, “Sendas”, “Huellas” y “Futuro”. Esas particiones implican también definir, exponer un tono y un recorrido en el tiempo, una adaptación a partir de la cual resulte posible formular teorías y narraciones (una pequeña mitología veraz) que favorezca comprender e incluso explicar el mundo y el papel que se desempeña en él.
A contramano de una tendencia generalizada en la poesía argentina contemporánea, ensaya el feliz experimento de una imaginación realista y reorganiza mediante el lenguaje (y su aparente sencillez) la pequeña épica mundana, donde la ironía refleja e interpela la intensidad de los hechos y sus recovecos, en una ciudad con tantas campanas y tantas tipas dobladas sobre el agua, en una ciudad de pulso febril, melancólica y violenta como cualquier otra.
El fracaso de los sueños, el inconformismo y el desencanto ante la mediocridad de la vida ambiente son los temas sobre los que versan los poemas incluidos en el presente volumen; y no buscan congraciarse con el desocupado lector mediante la representación de una imagen benévola de la propia realidad que acucia y deslumbra: a veces un niño que nos interpela con sus bolsas negras es todo lo que sabremos del mundo. Como dijo un usurero y prestamista isabelino: el resto es silencio.
Alberto Cisnero
A mis hijos,
a los que están y a Daniel Hugo.
HUELLAS
Mis compañeros
A veces me pregunto:
¿dónde están mis compañeros?
Y solo me respondo:
están conmigo y bien cuidados
¿Y qué será de ellos luego,
cuando yo me vaya?
Otros serán nosotros
y nosotros en su memoria.
Tus muslos
A Gloria
Pensando en Daniel (h)
Él dijo tus muslos:
elijo tus muslos,
el hijo y tus muslos,
dan vida tus muslos,
puntales sensibles
de noches robadas
o dadas ardiendo. No importa:
dan vida tus muslos;
custodian aquello
que nace y se aleja y no vuelve y acierta
y yerra y se marcha o lo llevan.
¿quién sabe?
De un hijo.
¿Y tus muslos?:
ahítos de esfuerzos
dolidos soportan su ausencia sin fin,
testigos cansinos de su andar trepidante
que ya no regresa,
quizá nunca se fue.
Cumple
11 de diciembre
Madre:
hoy cumples de nuevo
y quiero compartirlo.
No te preocupes:
tu edad no es más un misterio,
los años en vos ya no aran su paso,
están en barbecho,
reposas segura, serena
y ajena
al fluir incesante de todos los tiempos.
Madre natura, flor del ciruelo,
amor nuestro de todos los días,
¿nos dejás decirte?
Te extrañamos entera, eterna
y con tacos.
¡Feliz cumple, madre querida!
Ternura
Si eres amor
¿por qué tu nombre es ternura?
¿Acaso porque todo lo das
y nada
nunca
pides
a
cambio?
Y si
Y si las hojas de los árboles fuesen peces
amarrados de a mil por la dúctil caña
de un pescador solitario.
Y si el otoño fuese una estación de fuga
de esos peces al mar de origen, a esa tierra
que luego en primavera devuelve al árbol
el cardumen del pescador solitario.
Y así.
¿No seremos nosotros como esos peces?
(¿Y quién entonces el pescador solitario?)
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-Daniel Vaca Narvaja
Encamino
(Editorial Barnacle, 2025)
Buenos Aires