

Continuamos esta sección de Textos claves con un revelador poema de la reconocida autora chilena.
Damsi Figueroa
ESTATUAS VENDADAS
Hay cosas que sólo suceden en el amanecer
Estrías del tiempo. En el amanecer
el aire y la noche se besan.
El aire, la noche y el agua se contemplan
y se abrazan
sobre un ajado paño de la niebla.
En los vapores de ese beso la umbra nace.
Diamante perdido, el segundo en que es parido el día.
En los vapores de ese beso viajan los poemas noctámbulos
a refugiarse en sus sarcófagos de silencio.
No los sorprenda la brillante luz del sol.
No los sorprenda que serían devorados
como dulce carne, carne amarga
por las bocas de los hijos e la luz.
En el amanecer
se pueden ver mandalas en las nubes y en la arena,
se puede ver el ojo de pájaro en su centro,
separando mandíbulas.
Abriendo las desdentadas mandíbulas
las nubias coloridas,
fauces de la flor.
Supe, este Amanecer, el Secreto de Las Estatuas Vendadas por la hiedra.
Vi, a través del gusano y de su tiempo verdadero, las almas
que los cuerpos de cera o de ceniza
de roca, de arcilla o de madera
siempre esconden.
Vi a Gepeto que estaba solo
en su vejez envuelto por una maraña de hilos transparentes.
Vi al anciano con la costra de su hijo entre las manos
segundos antes del amanecer.
Vi a Midas llorando Lágrimas de sangre
bajo el sol de invierno atado
a la piel de oro de su hija,
estrella que se vacía en un milagro efímero,
estrella que se fuga de su ciclo y cae
como una tilde en el cielo de la umbra.
Vi a la estatua con máscara de bronce
arrancada de los brazos de su padre por la Sal.
Lágrima que comparte
el destino de los pozos abandonados del desierto.
La hiedra es un manto que no abriga
sino del ojo pernicioso de los dioses,
tan secreto es el latido de la piedra,
tan minúsculo el segundo en que se mira,
tan secreto es el segundo en que se ama,
tan secreto y tan minúsculo.
El Día es el Martillo que galopa sobre el cuero de las bestias
Y las bestias tienen, a la vez, una sed inconsolable de aurora y de muerte.
Así como a las bestias,
a las Estatuas también se les debe hablar de amor.
(De Cartografía del éter)