Claudia Vila Molina

Dioses al pie de la cama

 

 

 

 

 

Generaciones

 

Melancolía demasiado íntima-pesadez de los muebles

las mujeres de mi niñez acompañan mis emociones

allá quedaron los rostros en antiguas fotografías

mi perro enciende los astros con sus ladridos

no sabemos si estamos acá o si acaso nos escuchan

los latidos del muro, sus construcciones secretas

dicen algo.

 

 

 

 

Dioses al pie de la cama

 

Mido los pasos bajo los cuales

alguna vez nos soñé juntos

el agua llega hacia mis pies

y tú murmuras lenguas extrañas

el agua hoy te llevará hacia otro lugar

dioses del recuerdo dejarán sus escrituras en tu lecho

te soñaré despacio en la tormenta

un árbol, regará tus pesadillas alejadas de matices

serás casi un niño dentro de la piel de su padre

y a veces, cuando el olor de la tierra mojada

se termine

desencadenarás diferentes esbozos

a la vera del camino te veré recorriendo esos espacios

y tus manos espiarán mis noches

miraré tu rostro agudizado por rasgos ausentes

y esperaremos la llegada de los amigos

¿En qué lugar estaremos ubicados?

¿En qué parte de este gran manto de estalactitas oscuras?

 

 

 

 

Intermitente

 

Si lloviera iría a buscarte

y pondría niebla sobre tus ojos

para salvarte de tu propia imaginación

pero no llueve ni hace frío

sólo cae un rayo

desde el lugar en que tú estás

y se vierte sobre los refugiados.

 

 

 

 

Lámparas del pasado

 

Llega la bruma disfrazada de diluvio

y se vierte en los recodos del camino

en esos lugares fuimos polvo

simiente de alboradas

y se hizo de noche

pero no quisimos volver

remábamos hacia las orillas

de los pueblos abandonados

la luna caía irremediablemente

sobre nosotros

y nos cobijábamos dentro de las penumbras

a escuchar los ruegos de la oscuridad

que se vuelven insoportables

porque no reconocen aquellas reliquias.

 

 

 

 

Primavera

 

Una mariposa sale a contar espacios

disuelve el caos que emite la noche

y es urgente revivir los ritos

y ponerse de cuclillas a esperar el orgasmo

que aligera este desencuentro

 

La luz es parte de la primavera

el ojo voltea la imagen

que se cruza con la primera estación

y los trenes me atraviesan de par en par

cuando agito las aguas.

 

 

 

 

Astrales

 

Esta noche pienso en constelaciones

y en espíritus instalados en esta pieza solitaria

nada soy más que una peregrina mirando los refugios

pienso en la infinitud de las azoteas

pienso en astros, en satélites, en Andrómeda

en la fugacidad de este tránsito que inventa astros

horizontes y horóscopos.

 

 

 

 

Infiltraciones

 

Ángeles intentan despegar

son llevados por la fuerza

hacia esa parte de la casa y se orinan

en las ropas, ellos no tienen más zapatos

para circular por las húmedas habitaciones

les dirán que la mesa es el centro de algo

dentro de un todo que ya no existe.

 

 

 

 

Incógnitas

 

Cuando no sé ¿qué decir?

la noche ignora mis sueños

en la letanía solo él

exhala oscuras predilecciones

me distancio de las cosas

mares traen historias

en la totalidad del eclipse

nos llaman perros perdidos

olores de su cuerpo

matices despejan mi faz.

 

 

 

 

Otoñales reflexiones

 

El hombre espera sentado en su sillón de hojas

vientos traen vigilias a través del aire

y se mueven las persianas cuando conversamos

no hay nadie, los niños juntan tréboles

yo me deshago de a poco, solo quiero mirar

a un hombre sentado en la plaza

las gotas diluyen mis escrituras reunidas en la tierra

observo su rostro

esa voz me dice desde lejos

late su pulso enclaustrado pausadamente en la cerradura

y vuelvo a reconocer sus pupilas

observan la tentación de signos que nos destruyen

nunca llegaremos a contemplarnos, paños oscuros

sellan los astros de su frente

y a la distancia solo llora nuestro vendaval

y la penumbra es quejido de vendajes por la noche.

 

 

 

 

Aguas y hojas

 

Allá abajo esperé mi reflejo

desde afuera se distingue un núcleo

pequeño dios agusanado rodea el agua

como en las tardes él sube hacia lunas llenas

y alcanza partes de un cuerpo resignado al martirio

solo un farol alumbra las cornisas de la tierra y se distancia

abarcando miradas omniscientes, barcas recorren el pez

ambulatorias caen dentro, hojas apolilladas rodeadas de voces

hundimos los ojos hacia la sombra de los perfiles

eso se esparcirá en las ondas, papeles blancos, hojas podridas

y un millar de explosiones que carcomen la calle.

 

Claudia Vila Molina (Viña del Mar, Chile, 1969). Es profesora de lenguaje y comunicación por la P. Universidad Católica de Valparaíso. Poeta y crítica lite ... LEER MÁS DEL AUTOR