Cinzia Demi

Aún falta mucho para que amanezca

 

 

 

(Traducción al español de Emilio Coco)

 

 

 

 

Aún falta mucho para que amanezca

y quisiera que la noche no se acabe

voy en contra tendencia ahora

son más fuertes las ganas de sombras

la luz me enceguece

 

por la noche encuentro el corazón

del mundo

el aro de fuego encendido

al que lanzarse

para desaparecer en el rojo

y renacer

como tierra para amar

 

 

*

 

Bolonia me acoge

poderosa en sus calles

en esta hora casi sin gente

 

un viento de poniente

me ha empujado firmemente

hacia su dirección

 

descalza como un niño

desnuda de consolación

busco el zaguán de un portal

 

o la fría escalera

la balaustrada de una iglesia

el abrigo de una prisión

 

 

*

 

Me enredo en mi pelo

como abejas en la colmena

ceniza y agua en la urna

 

y es miel que gotea del llanto

si te miro ciudad en la avenida

laceración de hojas enloquecidas

 

reverdecidas al lamento

vuelvo otra vez

a la manzana agria que fue

 

y a aquellos ojos de sirena

de mujer sola

como el silencio como la pena

 

 

*

 

No tú que me buscas madrugadora

ya con tu bolsa de compras

mientras cumples tu rito

 

para el hijo, la hija el marido

yo también tuve familia

qué crees qué ves en mí

 

mi madre repudiada

lapidada en la arena

cálida de su abrazo

 

mi padre impotente

a las leyes de su sexo

a las ganas-venganzas de la gente

 

 

*

 

Fui también yo como tú

hermosa y limpia de seda lavada

 

ahora llevo el color del engaño

no hay jadeo en mis gestos

medidos y molestos

 

no perderé el horizonte

en la frente una marca

estampada violada vacía

 

me persigue también el perro

y la luna se destiñe es la aurora

no, que ya no me encuentre aquí

 

 

*

 

Pero me quedo aún un poco

me detengo en aquel callejón

sin salida acaso recuerdo

 

parte también el último soldado

me quedo amante del aire

blanca harina tamizada

 

morderé también el pan

beberé quizá vino

eucaristía de mis sentidos

 

camino por el borde de la fosa

todavía el rojo

del vestido que estorba

 

 

*

 

Maldita sí, mi hermosura

esclava de arados

campos y cuerpos surcados

 

los labios carnosos

los pechos la piel demasiado blanca

estoy cansada ahora

 

no descanso en la cama

veo siempre aquel rostro

y las espinas en forma de corona por fin

 

qué querrá decirme

podrá ayudarme no creo

no rezo nunca en un altar

 

Cinzia Demi Nacida en Piombino, vive en Bolonia. Ha publicado, entre otros los siguientes libros de poesía: Il tratto che ci unisce (Prova d ... LEER MÁS DEL AUTOR