Christophe Manon

Al norte del futuro

 

(Traducción al español de Mariano Rolando Andrade)

 

 

Nuestro cuerpos se volvieron

sintaxis necesitamos descifrar la física

de los sueños ¿nuestra consciencia es algo más

que una banderola de bruma y silencio durante

los grandes brotes de helada un retrato de sangre sobre la nieve

que se derrite a la luz

del día? ¿no somos

criadores de polvo guardianes de una palabra fiel contagiosa y

que prolifera? ¿no tenemos

viva y tenaz la pasión de lo real? inexpugnable

es nuestra fortaleza mucho tiempo

hemos luchado mucho tiempo

hemos permanecido de pie esperando

en el mugido de la masa porosa del tiempo el ruido

que hace y cómo se desata cómo

despliega su ciencia.

 

*

 

Armados de una justa cólera llenos

de la visión de las cosas acontecidas no podíamos desviar la mirada

del siglo

bárbaro quemábamos lo imaginario para calentar

lo real pero éste se vengó exigiendo

verdaderas lágrimas y verdadera sangre no teníamos

palabras para decir las palabras que quedan en la garganta imposible

restaurar la sonrisa que nos alumbraba antaño imposible

reencontrar la mano que nos prodigaba caricias a veces

escuchábamos hombres contar y era

como un fuego que calentaba nuestras entrañas el cielo intoxicado

lo llenábamos de materia

negra enviábamos mensajes al corazón del universo pero

nadie oía los sollozos del niño el grito de aquella

que fue violada porque he aquí lo que pasó y dondequiera el silencio

se amplificaba en el corazón del ruido y sin embargo

percibíamos un susurro

más antiguo que nosotros mismos.

 

*

 

No éramos nada el espacio había huido

de nuestra zona nosotros ricos de un saber

precario manteníamos registro de datos llevábamos

cicatriz de los acontecimientos grabados en nuestra

memoria solo teníamos que

balbucear balbucear sin cesar para hablar

de nuestro tiempo la lengua había roto en algún lugar

el dique solo quedaban algunas consonantes sedimentos narrativos

limos enjambres de formas superficies

borradas y nosotros ineluctables inauditos buscando en la trama

de los siglos un futuro

posible ahogados devorados en el idioma llevados por el oleaje

arrastrados a la orilla de una

cesura quizás sin

aliento callarse para salir del silencio callarse soportar

la desorientación de la época

decir eso decir

la ceguera siempre parecida articular en un balbuceo qué nombres

qué palabras para qué muertos y nombrar qué

desastre un naufragio una farsa

quizás.

 

*

 

Vestidos de bruma íbamos

por la noche en busca de aquello que fue

robado la tierra vacilaba el universo no era más

que un vasto osario la salud estaba cercada por la locura resonaba

la prostitución triunfaba

la opresión de todos por todos los edificios

se desplomaban con estruendo de sus escombros surgía

la historia con una gran hache el terror no cesaba

de crecer revistiendo cada vez un pasamontañas diferente o bien

abría fuego a cara descubierta así

conociendo la fragilidad de la especie intentábamos

abrir una brecha en el presente y en el abatimiento escuchábamos

aquellos que hablan desde las profundidades

de su vacío como si

insultando las esferas vaciásemos

las tinieblas.

 

*

 

Hemos soñado con apoderarnos

de nuestro destino y ese sueño terminó

contra el muro de un cementerio hemos soñado

con una estrella roja al Este que se transformó

en muro y se derrumbó hemos soñado

con castillos en España y aquello fue una fosa

común donde fueron arrojados cuerpos por millares hemos soñado

con una larga marcha y esta marcha se terminó en una represa

hidráulica ahora

hemos aprendido a estimar a nuestros semejantes y edificamos

moradas de sangre y hueso e inmortales

por tantos muertos proyectamos

la dicha hacia adelante

de nosotros mismos.

Christophe Manon (1971) vive en París y ha publicado una quincena de libros, entre ellos l’éternité (la eternidad, 2006), Protopo< ... LEER MÁS DEL AUTOR