

El pasado miércoles 10 de enero del 2024, fecha en que se conmemoraron 131 años del natalicio de Vicente Huidobro, y transcurridos 29 años de la firma del convenio en que BancoEstado entregó en comodato el manuscrito de Altazor a la FVH, se reunieron Vicente García-Huidobro Opazo, bisnieto del poeta; el rector de la PUC, señor Ignacio Sánchez; y Daniel Hojman, presidente de BancoEstado, para renovar y transferir dicho comodato a la recientemente creada Fundación Vicente Huidobro-UC.
Discurso de Vicente García-Huidobro Opazo
Me dirijo a ustedes en representación de la familia del poeta, de mis hermanas y nuestros hijos, del equipo de trabajo de la Fundación en Santiago y del Museo en Cartagena, de aquellas personas que ayer y hoy han sido fundamentales a lo largo y ancho de nuestra historia.
Pero por sobre todo, estoy aquí y ahora en nombre de nuestro padre Vicente, quien tuvo la idea de crear la Fundación Vicente Huidobro y logró ponerla en marcha hace 34 años. Él ha sido el motor, el oxígeno invisible de este enorme y por qué no decirlo, heroico proyecto.
Les confieso, y espero que de Sudamérica no salga, que mi padre se dio el tiempo de escribirme el discurso para hoy… con la secreta esperanza que se los leyera en forma literal, al estilo comunicado de prensa.
Solo les adelanto que es muy probable que estén presenciando en vivo y en directo mi debut y despedida como vocero y portavoz de los antes mencionados.
Dicho esto, tengan la certeza que intentaré sintetizar las ideas de su propuesta discursiva pero aplicando un reordenamiento grácil, leve, en forma de un breve homenaje a esta obra cumbre del Creacionismo como es Altazor.
(En la foto: Vicente García-Huidobro Opazo,
bisnieto del poeta)
“Digo siempre adiós, y me quedo”
¿Cómo y por qué llegó el manuscrito de Altazor a manos del Banco Estado?
¿Es cierto que al igual que el redescubrimiento de la obra de Bach por Mendehlson Bartoldi, el manuscrito de Altazor fue utilizado para envolver bifes en una carnicería del litoral central?
Falso. Me remito a los hechos.
A mediados de la década de los noventa, el entonces presidente del Banco del Estado de Chile, Andrés Sanfuentes, declaraba: “Más que un motivo del azar, el manuscrito llegó a las puertas del Banco por intermedio de un particular, conocedor del rol sociocultural que desempeña nuestra institución”. Se dan cuenta…, un pequeño Dios, un héroe anónimo nos dio la chance de ser testigos hoy de este acto tan significativo y relevante.
Silencio, la tierra va a dar a luz un árbol
Altazor fue publicado en 1931, pero en diciembre de 1919, aprovechando un viaje de Vicente Huidobro a España, Rafael Cansinos-Assens anunció que el poeta se encontraba preparando un poema extenso llamado Voyage en parachute, borrador del poema publicado 12 años después.
Además, el escritor chileno publicó un epigrama llamado “1919” en el que algo se anunciaba de su aún futuro poema. Con el paso de los años, Huidobro respetó la idea que impulsó la creación de su obra, que terminó llamándose Altazor o el viaje en paracaídas.
En palabras del académico e investigador de la Universidad Autónoma de México, Enrique López Aguilar “Aunque, en términos generales, la tradición cultural considera que una obra “pertenece” al año en que fue publicada y no al de su gestación, puede considerarse que la noción creacionista de lo “altazoriano” nació en 1919”.
Si tú murieras
Las estrellas a pesar de su lámpara encendida
Perderían el camino
¿Qué sería del universo?
Alto impacto. El presidente de la FVH, sorprendido de tener entre sus manos el manuscrito de Altazor, consideró que un elemento tan valioso e inesperado tenía que quedar en Chile, y para ello tenía que actuar muy rápido. Tan rápido, que no disponía de tiempo para acudir al sector privado.
De inmediato nombró una comisión responsable de llevar a cabo las pericias de autentificación del manuscrito, presidida por la ensayista y primera mujer elegida como Directora de la Academia Chilena de la Lengua, Adriana Valdés.
La investigación concluyó que no existían dudas que se trataba del manuscrito original del poeta.
(En la foto: Manuscrito de Altazor).
Una bella locura en la vida de la palabra
Una bella locura en la zona del lenguaje
Catástrofe preciosa en los rieles del verso
Entre abril y junio de 1996, el manuscrito de Altazor se exhibió por primera vez en la sala Cervantes de la Biblioteca Nacional en forma de muestra abierta bajo el nombre “Altazor o el viaje en paracaídas (Huidobro en manuscrito)”. La prensa, los artistas e investigadores calificaron su hallazgo como un acontecimiento, el descubrimiento de un eslabón perdido en términos históricos y literarios.
Aquí yace Vicente, antipoeta y mago.
La relación entre el BancoEstado y la Fundación tuvo un antecedente previo.
Dos años antes de la aparición del manuscrito, en la Feria del Libro de 1993 y con motivo de los 100 años del nacimiento del poeta, el BECH había donado a la Fundación un original poema-escultura inspirado en el caligrama Molino.
Ese fue el punto de partida para este círculo virtuoso.
Dicho sea de paso, la palabra Molino aparece 206 veces en Altazor.
Pero sin dudas, el hito que permitió ampliar el acceso al manuscrito (en épocas sin redes sociales y una conexión pleistocénica) ocurrió en diciembre de 1999 con la publicación de “ALTAZOR de puño y letra”, editado por BancoEstado y la Fundación VH.
La edición consta de 2 volúmenes. El primero reproduce de manera facsimilar el texto manuscrito con la mejor tecnología de la época. Fue una tarea difícil y exigente. El segundo volumen contiene un estudio, palabra por palabra, del texto, junto a la edición original de Altazor. Además, incluía opiniones de grandes escritores e investigadores sobre la obra e imágenes de archivo de Vicente Huidobro.
(En la foto: Vicente García-Huidobro Opazo, bisnieto del poeta;
el rector de la PUC, señor Ignacio Sánchez; y Daniel Hojman,
presidente de BancoEstado)
Hay un espacio despoblado que es preciso poblar
Hoy, las tecnologías nos hacen leer en limpio, versiones y ediciones finales, sin borrones, sin correcciones, una oda a la asepsia creativa. El tener acceso a un manuscrito en bruto como éste abre espacio incluso a una suerte de ucronía poética… “como hubiese cambiado el sentido del canto 3, “qué fue lo que borró en el Prefacio” …en fin, material invaluable para ser estudiado. Solo como ejemplo, según el poeta Oscar Hahn, en Altazor, Huidobro tacha 19 veces la palabra Virgen y encima escribe Amada. Imaginen qué alivio para un joven escritor, ver por sí mismo, las persistentes dudas que habitan la creación de un autor reconocido en una de sus obras más famosas.
Enterradas las campanas, enterrados los olvidos
Hoy, miércoles 10 de enero del 2024, fecha en que conmemoramos 131 años del natalicio de Vicente Huidobro, como Fundación queremos reiterar nuestra gratitud al BancoEstado por su lealtad, por su visión y por habernos permitido en conjunto, dar a conocer y poner en valor esta obra maestra.
Pero hoy no nos convoca un ejercicio nostálgico ni una efemérides. Hoy no estamos cantándole a la rosa, sino todo lo contrario, la estamos haciendo florecer. Orgullosos de nuestro pasado, hoy miramos hacia el futuro con la frente en alto y la sensación de estar caminando en terreno firme.
En términos simbólicos, este traspaso en comodato del manuscrito original de Altazor a la Fundación Vicente Huidobro-UC, representa el inicio de un viaje sin límites, que nos revelará empíricamente que los cuatro puntos cardinales son tres, el Sur y el Norte.
Pero en capas más profundas, este acto refleja la confianza que sentimos hacia el equipo de la Universidad Católica con el cual hemos compartido desde la puesta en marcha de la Fundación Vicente Huidobro UC.
Valoramos enormemente su profesionalismo, su compromiso, el cariño y respeto que nos han demostrado desde el primer día. Tenemos la certeza que el manuscrito original de este Patrimonio Universal de la literatura y las Artes queda en buenas manos y como si fuera poco, en nuestro país.
Como epílogo, y por si a alguno de los presentes aún le caben dudas acerca de la revolución que Altazor significó históricamente a nivel semántico, sintáctico y morfológico de la lengua y la literatura, cerraré compartiendo con ustedes algunos términos del séptimo canto que cierra “Altazor o el viaje en paracaídas”.
Ululayo ululamento
Tempovío
Jaurinario ururayú
Arorasía ululacente
Semperiva
Muchas gracias.
Vicente García-Huidobro Opazo
Enero, 2024
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