Cees Nooteboom

Despedida

 

 

(Traducción al español de Isabel-Clara Lorda Vidal)

 

 

 

IX

 

Querías vivir, ¿no? ¿O acaso solo querías

el oro, el azul

del cielo, el amor, el sol?

Nada es gratuito aquí, colecciona

agonías en todas sus manifestaciones,

el dolor, el grito, el pérfido

abrazo, el beso de la traición

urdida.

La vida, ¿un cantar de los cantares? Seguro,

pero debajo de ella esa otra verdad,

de noche y de niebla,

la prueba del nueve que dura

hasta el final.

 

 

 

X

 

¿Quién cuenta todo esto? ¿Qué voz llama al hombre

en su cuarto solitario? ¿Desde qué antigüedad

quiere alguien hablarle de lucha o

de mutilación? ¿Acaso no le basta

con su propia época? Todo es repetición, todo

está en los libros, el dolor reinventado, machetes

bajo las palabras, sacrificios bajo cielos

siempre idénticos, nada nuevo bajo el sol.

Él lo sabe, antes de que llegue el fin todo desfilará

una vez más ante sus ojos, solo entonces podrá irse

y quizá también reír como un huérfano en la oscuridad

que se aferra a las palabras de los versos.

Hicimos cuanto pudimos.

 

 

 

IV

 

La pena solo posee una dimensión

donde todo permanece oculto, una mirada

jamás olvidada, duelo y éxtasis, instantes

de amor y de amistad, una canica

de colores que rueda despacio

por encima del borde del patio de recreo

donde nada se conserva, todo cuanto alguna vez

configuró una vida. ¿Qué hubieras querido

conservar? ¿El sonido de una voz,

el recuerdo de un hombro, una

mano, el color de sus ojos, el olor

de un cuerpo, para siempre

perdido?

 

 

 

VII

 

Ahora desaparece también el pájaro con un lento

batir de alas, lo oigo, un infinito

andante. Sobrevuela el camino o

lo que resta visible de él,

una pista de guijarros, arena y

conchas pulverizadas. Un último

recuerdo del mar y del

agua, de lo que un día fue mi casa.

Mi especie ha nacido del agua,

criaturas acuáticas éramos, esparcidas

por simientes de estrellas para

convertirnos en la forma en que nos

conocemos.

 

 

 

IX

 

Ahora mis pies cuentan el camino, lo sé,

prohibido volver la vista. Mis pasos miden el tiempo,

un poema sombrío sin parangón, un ritmo

que no puede ser más lento. Intento

ver todavía de todo, como siempre

he hecho. A gran altura sigue volando el pájaro

que fingía seguirme, un último

compañero de viaje que sabía adónde me dirigía,

que conocía mi camino. Tantos caminos

recorrí, siempre en busca de algo

que se encontraba más allá y que al fin,

cuando lo veía, desaparecía como un espejismo

o reaparecía en forma de poema.

 

 

 

 

-Cees Nooteboom
Despedida
(Poema en tiempos del virus)
Traducción al español de Isabel-Clara Lorda Vidal
Editorial Visor
España, 2020

https://www.visor-libros.com/tienda/novedades/despedida.html

 

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Cees Nooteboom (La Haya, Holanda, 1933). Es considerado uno de los escritores europeos más notables. Por su polifacética obra ha merecido diversas distin ... LEER MÁS DEL AUTOR