Cecilia Meireles

Anunciación

 

 

 

 

 

Motivo

 

Canto porque el instante existe

y mi vida está completa.

No soy alegre ni soy triste:

soy poeta.

 

Hermano de las cosas fugitivas,

no siento gozo ni tormento.

Atravieso noches y días

en el viento.

 

Si desmorono o si edifico,

si permanezco o me deshago

-no sé, no sé.  No sé si es que me afirmo

o paso.

 

Sé que canto.  Y la canción es todo.

Tiene sangre eterna la ala ritmada.

Y un día sé que estaré mudo:

¿más?, nada.

 

(Traducción de Patricia Tejada)

 

 

 

 

Anunciación

 

Suena esa música de seda, débil y trémula,

que apenas mece la noche y balancea en otro mar las estrellas.

 

Del fondo de la oscuridad nacen vagos navíos de oro,

con las manos de cuerpos olvidados casi desvanecidos en el viento.

 

Y el viento bate las cuerdas y estremece las opacas velas,

y el agua derrite un brillo fino que si mismo se consume.

 

Suena esa música de seda, entre arenas, nubes y espumas.

Los remos se detendrán en medio de la ola entre los peces suspendidos;

y las cuerdas cortadas andarán por los aires danzando sin destino.

 

Cesará esa música de sombra que apenas indica valores de aire.

Ya no existirá nuestra vida, tal vez no exista ni el polvo que fuimos.

 

Y la memoria de todos disolverá sus dunas desiertas,

y en navíos nuevos navegarán hombres eternos.

 

(Traducción de Patricia Tejada)

 

 

 

 

Emigrantes

 

Esperemos el embarque, hermanos.

 

Llegamos sin esperanzas,

solo con reliquias de siglos

en la palma de la mano.

 

Por la tierra endurecida

no hay campo que aproveche.

Hasta los ríos van muriendo

por la soledad.

 

No sufras porque has venido.

Alguien nos mandó de lejos

para ver como quedaba

un rostro humano bañado

de desilusión.

 

Miremos esos desiertos

donde es imposible dejarse

ni siquiera el corazón.

 

¡Ah! Guardemos nuestros ojos

durables como estrellas

y seguramente secos

como las piedras del suelo.

 

Iremos a otros lugares,

donde tal vez haya tiempo,

misericordia, vivientes,

amor, ocasión.

 

Esperamos, esperamos.

Relojes más allá de las nubes

muelen las horas y las lágrimas

para la salvación.

 

(Traducción de Patricia Tejada)

 

 

 

 

Serenata

 

Repara en la canción tardía

que nítidamente se eleva

con un murmullo de fuente fría.

 

El rocío tiembla en lo oscuro

y el viento de la noche procura

la voz que el viento abraza y lleva.

 

Repara en la canción tardía

que ofrece a un mundo derrotado

su flor de melancolía.

 

Es tan triste más tan perfecto

el movimiento en que murmura

como un corazón en el pecho.

 

Repara en la canción tardía

que por sobre tu nombre apenas;

dibuja su melodía.

 

Y en esas letras tan pequeñas

entero el universo perdura.

Y el tiempo suspira en la altura

por eternidades serenas.

 

(Traducción de Ricardo Silva-Santiesteban)

 

 

 

 

Campo

 

El campo de mi nostalgia:

va creciendo, va ascendiendo

de tanto yacer sin nada.

 

Desvelo mudo y continuo

que va cubriendo los montes

y extendiendo otros caminos.

 

Sumergida entre sus frondas,

la tristeza es esperanza

bebiendo la vacua sombra.

 

Aguas que van caminando

dispersan en hondos mares

sal de llantos y dulces besos.

 

Llevan todo, llevan todo

en sus brazos cobijado.

 

Campo inmenso-con mi rostro…

 

Y a los lejos cantan aves.

 

(Traducción de Ricardo Silva-Santiesteban)

 

 

 

 

Metamorfosis

 

Pájaro súbito

entre los muros

caído,

 

pálido barco

venido en la onda

serena.

 

Noche sin brazos!

Cálida sangre

corrida.

 

E inmensamente

el navegante

mudado.

 

Sus ojos densos

apenas saben

que fueron.

 

Su labio lleva

distinto nombre

enviado.

 

Pájaro súbito

por altas nubes

bebido.

 

Pálido barco

en flores quietas

quebrado.

 

Ya para siempre

y para siempre

perdido

 

eco del cuerpo

en el mismo aire

clavado.

 

(Traducción de Ricardo Silva-Santiesteban)

 

 

 

 

Retrato

 

No tenía este rostro de hoy,

ora calmo, ora triste, ora magro,

ni estos ojos tan vacíos,

ni el labio amargo.

 

No tenía estas manos sin fuerza,

tan inmóviles y frías y muertas,

y no tenía este corazón

que ni se muestra.

 

No advertí esta mudanza,

tan simple, tan cierta, tan fácil:

-En qué espejo perdióse

mi antigua faz?

 

(Traducción de Ricardo Silva-Santiesteban)

 

 

 

Modinha

 

Tus palabras antiguas

las dejé todas, las dejé

junto con mis canciones

dibujadas en las arenas.

 

Tantos soles, tantas lunas

brillaron sobre los versos

de las canciones -que eran tuyas-

de las palabras-que eran mías.

 

El mar de lengua sonora

conoce el presente y el pasado.

Lo que es mío canta y se va:

el resto es poco y apagado.

 

(Traducción de Ricardo Silva-Santiesteban)

 

 

 

 

Cada palabra una hoja

 

Cada palabra una hoja

en el lugar cierto.

 

Una flor de vez en cuando

en la rama abierta.

 

Un pájaro parecía

cercano y alerta.

 

Pero no, es que iba y venía el verso

por el universo.

 

(Traducción de Ricardo Silva-Santiesteban)

 

Cecilia Meireles Nació el 7 de noviembre de 1901 en La Tijuca, Río de Janeiro (Brasil). En el año 1922 se casó con el pintor Fernando Correia Dias (naci ... LEER MÁS DEL AUTOR