Carolina Bustos Beltrán

Me diste tu amor en un plato

 

 

 

 

ME DISTE TU AMOR EN UN PLATO

me serviste a Sicilia en un cuarto de luna

exprimiste limones en la añoranza

y te rocé de cerca para quitarme el hambre.

 

Te comí con los ojos de conchitas, almejas y especias,

todo se mezcló con pasta de trigo mediterráneo

y tú eras un fenicio de tez torrada

con rostro de joven díscolo de cabellos largos,

ese mismo rostro oculto que habría amado

en cualquiera de mis vidas.

 

Sicilia era una mujer de tres piernas,

ínsula robada y saqueada a cada instante,

pedazos de muros, arena y sangre,

y tú eras de Palermo y yo una flor sin pétalos.

Rosa y negra

deambulé siguiendo tu olor a espuma,

rasgué el cielo gris para usurpar la nitidez de las sombras,

bebí la demencia y me ahogué de torpeza

para que me entregaras tu isla.

 

Intuyendo el salto de las olas en las rocas sedientas

detenidas iban y venían fotos de viajes;

de mesas servidas

de alcohol y de nuestro dolor.

 

Eras tú, la melodía,

la luz ligera y la guarida.

 

Cuán villana y cruel fue la parca

que encontró sin buscar

 

el alimento excelso en la esquina

de tus divinos párpados.

 

 

 

 

UN HOMBRE, UNA ISLA

 

Intuye el viento siendo sabio

que un día faltará aliento y

las manos que guardan el mundo serán tan pequeñas

que no disiparán las fauces

del dolor al olvido.

 

Un hombre

Una isla

 

Tierra insular partida en trozos de roca sobresaliente

de inmensa belleza.

 

Hazme saber si la historia vierte

una pizca de cordura en la nuestra;

hazme saber si sus pasos fundidos en la arena mirando al mar

coinciden con los míos.

 

Arrastra la vaga hondonada profunda del vértigo

ese del fondo sugerido

por el pensamiento obsoleto

de rastros perdidos.

 

Tiempo de ofrendas de sueños

con ojos abiertos

donde tus brazos al viento sabio

se desnudaban,

se desnudaban y lloraban.

 

 

 

 

ÉL QUE SE CREÍA SER BUENO

 

se sentaba inhalando el mar

esperando llenarse de algo:

un soplo, salinidad, suspiros.

 

Poesía

de

Ella

siendo lo mismo.

 

Él que se creía ser bueno

se sentaba observando al Etna,

esperando que el grito del magma

le trajera su nombre.

 

Siendo lo mismo

era de Ella

poesía.

 

 

 

 

LA FAVORITE

 

Bajo mi mirada veo dos pezones morenos arqueados de punta

 

cubiertos por una espesa maglia rosa.

 

Me miras, te provoco,

te tengo y pongo en mi boca,

la saliva te devorará entero,

me aniquilas despacio.

 

El lavabo de la izquierda

no nos conoce.

Sacudes mi espesa timidez

para que se entregue sin pudor

y me abras las piernas.

 

Et tu me baise bien et tu me baise bien.

 

Soy La favorite,

una putita rica que da sus nalgas

hundiendo su nariz en las baldosas de un baño inmaculado,

un día frío y lluvioso en el centro de París.

 

Un día

frío

y

lluvioso

en el

centro

de

París.

 

 

 

 

DE CARTOGRAFÍAS INSULARES

 

VENDRÁS cigarra

con tu canto constante

 

a disipar la noche.

 

 

 

-DE ESTACIÓN TROPICAL Y OTROS POEMAS SINUOSOS

Carolina Bustos Beltrán (Bogotá, Colombia, 1979). Poeta, narradora y cofundadora del colectivo artístico Crue Poétique, reside en Francia desde 2003 do ... LEER MÁS DEL AUTOR