Carlos Edmundo de Ory. Variación sobre un viejo tema

 

Presentamos tres textos claves del reconocido poeta español.

 

 

 

Carlos Edmundo de Ory

 

 

Amo a una mujer de larga cabellera…

Amo a una mujer de larga cabellera
como en un lago me hundo en su rostro suave
en su vientre mi frente boga con lentitud
palpo muerdo acaricio volúmenes sedosos
Registro cavidades me esponjo de su zumo
mujer pantano mío araña tenebrosa
laberinto infinito tambor palacio extraño
eres mi hermana única de olvido y abandono
tus pechos y tus nalgas de dobles montes gemelos
me brindan la blancura de paloma gigante
el amor que nos damos es de noche en la noche
en rotundas crudezas la cama nos reúne
se levantan columnas de olor y de respiros

Trituro masco sorbo me despeño
el deseo florece entre tumbas abiertas
tumbas de besos bocas o moluscos
estoy volando enfermo de venenos
reinando en tus membranas errante y enviciado
nada termina nada empieza todo es triunfo
de la ternura custodiada de silencio
El pensamiento ha huido de nosotros
Se juntan nuestras manos como piedras felices
Está la mente quieta como inmóvil palmípedo
las horas se derriten los minutos se agotan
no existe nada más que agonía y placer

Placer tu cara no habla sino que va a caballo
sobre un mundo de nubes en la cueva del ser
Somos mudos no estamos en la vida ridícula
Hemos llegado a ser terribles y divinos
Fabricantes secretos de miel en abundancia
Se oyen los gemidos de la carne incansable
En un instante oí la mitad de mi nombre
saliendo repentino e tus dientes unidos
En la luz puede ver la expresión de tu faz
que parecías otra mujer en aquel éxtasis

La oscuridad me pone furioso no te veo
No encuentro tu cabeza y no sé lo que toco
Cuatro manos se van con sus dueño dormidos
y lejos de ellas vagan también los cuatro pies
Ya no hay dueños no hay más que suspenso y vacío
El barco del placer encalla en alta mar
¿Dónde estás? ¿Dónde estoy? ¿Quién soy? ¿Quién eres?

Para siempre abandono este interrogatorio
Ebrio hechizado loco a las puertas del morbo
grandiosa la pasión espero el turno fálico

De nuevo en una habitación estamos juntos
Desnudos estupendos cómplices de la Muerte.

 

 

 

Cuadro de mi alma

Ata siempre que puedas la gran oscuridad
a esta pequeña luz de acuario. Y si resbala
moja tus labios de muriente oro
que un vasto astro cansa. ¿Qué más quieres
¡oh asomado! si medras entre manchas
hacia las gemas de los muertos?

¡Valgo más que en el limbo! Ladina luna,
sin excepción tu lumbre arde en mi espalda.
¿Qué otra mentira urde un fuego enhiesto
desde mis pies que lisonjea el mundo?
¿Y hasta dónde ese fuego amarillento?

Siga, siga la arena cansándome este vicio
de huir del instrumento de la mente.
No se detiene este sabor de antro.
¿Qué se han hecho los altos abuelos de la dicha?
Eternamente irradia un son de vida.

Me abandonan los hechos sobre el desierto pico
de una roca no exenta de materia. Felices
los sabios peces cerca de nosotros.

Sienta bien a mi alma el mar eterno.
¡Y tú no ves la actividad creciente de estas nube!
Entúrbianme los ojos las tristes lejanías.
Aquí estoy. Un vigoroso espíritu me invita.
La zozobra me impulsa a la quietud
y el orbe oscuro rehabilita mi ánimo.

¡Pasión, cruza los brazos! Está tranquilo.
Los eminentes coros me rodean.
Un eje invicto mi presencia guía.
¡No te mueva ni aun la salvación!

 

 

 

Variación sobre un viejo tema

Eres ventana / niña / o sólo rosaleda
¡eres! y juegas en los arenales del tálamo
con añicos de júbilo / desnuda
y transparente en el crepúsculo
dejando adrede tus joyas en el anaquel
Ya no danzas más encendiendo tus brazos
ante tu espectador privado vigilante
Una columna de llamas en crescendo
se derrumba en onda luminosa y titila
como bujía que languidece y no se apaga

La noche nos convence al fin de comenzar
las caricias entrambos tras el trance candente
Algo ha ocurrido bajo el cambio de luces
También yo me moví con magistral misterio
hasta acercarme al centro del jardín
Lo arcaico de esta noble realidad
de este abismo dorado de abejas
Deberían venir a consultarnos sobre
cosas inverosímiles que ocurren aquí dentro
del precioso canasto de noche
doblemente repleto de besos y de grillos
extraordinariamente niquelado por la luna

Empecé a contar tus pestañas
matemáticamente absorbido en tu cara
amarillo de espíritu sin tocar tu quietud
toda la madrugada casi místico así
meditando el arcano de unos párpados puros
largo rato aún sin moverme hasta que
acudí lentamente a las rampas carnales
y comprendí el paisaje de una espalda
Oh ninfa tu belleza es un murmullo increíble

Ya toco el gran algodón / te toco
a sabiendas cámara de ternura
máquina santa de sangre y cabellera
regia muñeca viva impecable función
Ahora cierro los ojos para honrar los crujidos
y ver la oscuridad poblada de palomas
en un continuo nimbo las frentes y los pies
Bien hago en ser lealmente lento conmigo mismo
mientras lleno de hojas o caricias tu cuerpo
y retorno a tu cara solitaria de silencio
atroz también tus manos tienen enorme paz

Soy un viento mirándote dormir
bajo la disciplina de la felicidad
Entré en el terciopelo y frecuenté la urdimbre
y visité la fábrica salvaje de la miel
viviendo una experiencia de mutismo binario
atravesando largos corredores violetas
Y la respiración de colores / el sueño
con su casa sin puertas es una antigua casa
Azul muralla de cristal / regia muñeca viva
mojada de licor en esta noche egipcia.