La muerte se escribe sola
PLENA PRIMAVERA
Murió entre sus brazos, no sin mirarlo antes profundamente. ¿Todo estaba perdido? No. El día hacia ruido, ocupaba todo. Devolvía lo perdido ayer para siempre. Ya no había estrellas y hacía un calor de verano.
Lo muerto, muerto está. Hay que sembrar violetas alrededor de la tumba. Pronto vendrá el hielo y un cadáver sin flores es un fracaso.
Lo que miraba no existe más. Solo un fardo de seda y un rumor en la noche de la carne.
La vida trabaja en la muerte con una convicción admirable. ¡Qué ejércitos, qué legiones, qué rebaños combatiendo y pastando en ese campo de hielo y silencio!
Cada cual cobrará su pieza y las violetas tendrán lo suyo: azul profundo de una mirada definitivamente perdida. Y la tierra, el rojo de la sangre detenida. Y el aire, ahíto del festín, el vuelo seguro de quien sabe cerrar todas las puertas.
LA MUERTE VISTE A LA NOVIA
el pulgar de hielo
levanta el párpado
y coloca una gota de oscuridad
se agranda la noche
y cada párpado
es una parda medialuna
el aire vela
el hedor de la vida
deja intacto el perfil
brillan con otra luz
cabello y labio
calla el mar en su oído
y ahora el cuerpo entero
libre de viejas sombras
se alisa para el último amor
[LA MUERTE SE ESCRIBE SOLA]
la muerte se escribe sola
una raya negra es una raya blanca
el sol es un agujero en el cielo
la plenitud del ojo
fatigado cabrío
aprender a ver en el doblez
entresaca espulga trilla
estrella casa alga
madre madera mar
se escriben solos
en el hollín de la almohada
trozo de pan en el zaguán
abre la puerta
baja la escalera
el corazón se deshoja
la pobre niña sigue encerrada
en la torre de granizo
el oro el violeta el azul
enrejados
no se borran
no se borran
no se borran
[MORIR CADA DÍA UN POCO MÁS]
morir cada día un poco más
recortarse las uñas
el pelo
los deseos
aprender a pensar en lo pequeño
y en lo inmenso
en las estrellas más lejanas
e inmóviles
en el cielo
manchado como un animal que huye
en el cielo
espantado por mí
JUSTICIA
vino el pájaro
y devoró al gusano
vino el hombre
y devoró al pájaro
vino el gusano
y devoró al hombre