

Presentamos dos textos claves del celebrado autor alemán en la traducción al español de José Luis Gómez Toré.
Bertolt Brecht
De todas las obras
De todas las obras humanas, mis preferidas
Son las usadas.
Las vasijas de cobre con abolladuras y los bordes aplastados
Los cuchillos y tenedores, cuyo mango de madera
Ha sido manoseado por muchas manos: tales formas
Me parecen las más nobles. Así también las baldosas de piedra
En torno a casas viejas, que han sido pisadas por muchos pies, pulidas
Y entre las cuales crecen matojos de hierba, son
Obras dichosas.
Introducidas en el uso de muchos
A menudo cambiadas, mejoran su forma y se vuelven exquisitas
Porque se probaron con frecuencia.
Incluso los pedazos de las estatuas
Con sus manos arrancadas me encantan. También ellas
Vivieron para mí. Aunque abandonadas, se las usó, no obstante.
Aunque derribadas, no se irguieron, con todo, demasiado alto.
Los edificios a medio derrumbar
Tienen de nuevo el aspecto de lo todavía no acabado
De lo planeado a lo grande: sus hermosas proporciones
Ya pueden presentirse; pero ellas precisan
Aún de nuestra comprensión. Por otro lado
Ya han prestado servicio, ya han pasado de moda. Todo esto
Me complace.
La quema de libros
Cuando el régimen ordenó quemar públicamente
Libros con saber perjudicial y por todas partes
Hubo bueyes forzados a arrastrar hasta las hogueras
Carros con libros, un poeta expulsado
Uno de los mejores, estudiando con indignación
La lista de los que ardieron, descubrió que sus libros
Habían sido olvidados. Se apresuró hasta el escritorio
Lleno de ira, y escribió una carta a los poderosos.
¡Quemadme!, escribió con pluma voladora, ¡quemadme!
¡No me hagáis esto! ¡No me dejéis de lado! ¿No he informado
Siempre de la verdad en mis libros? Y ahora
¡Me tratáis como a un mentiroso! Os ordeno:
¡Quemadme!