Una mujer habla
(Versión al español de Sandra Toro)
Una mujer habla
Marcada por la luna y tocada por el sol
mi magia no está escrita
pero cuando el mar dé media vuelta
va a dejar mi forma atrás.
No pido ningún favor
intacta para la sangre
implacable como la maldición del amor
permanente como mis errores
o mi orgullo
no mezclo
amor con lástima
ni odio con desprecio
y si me conocieras
te asomarías a las entrañas de Urano
donde azotan los mares incansables.
No habito
mi nacimiento ni mis divinidades
no tengo edad y soy casi adulta
y todavía busco
que mis hermanas
las brujas de Dahorney
me lleven entre sus ropas enroscadas
como hizo nuestra madre
de luto.
Fui mujer
mucho tiempo
cuidado con mi sonrisa
soy traicionera con la magia vieja
y la furia nueva del mediodía
con todos tus grandes futuros
prometidos
soy
mujer
y no blanca.
Una letanía para la supervivencia
Para esas de nosotras que vivimos en la orilla
paradas sobre los extremos constantes de la decisión
cruciales y solas
para esas de nosotras que no podemos permitirnos
los sueños pasajeros de elegir
que amamos en la puerta yendo y viniendo
de sol a sol
mirando adentro y afuera
al mismo tiempo antes y después
buscando un ahora que pueda engendrar
futuros
como pan en la boca de nuestros hijos
para que los sueños de ellos no reflejen
la muerte de los nuestros;
Para esas de nosotras
a las que nos estamparon el miedo
como una línea tenue en medio de la frente
que aprendimos a temer con la leche materna
y en virtud de esta arma
esta ilusión de encontrar alguna seguridad
los que pisan fuerte confiaban en poder callarnos.
Para todas nosotras
este instante y este triunfo
No se esperaba que sobreviviéramos.
Y cuando sale el sol tenemos miedo
de que no dure
cuando el sol se pone tenemos miedo
de que mañana no salga otra vez
con el estómago lleno tenemos miedo
de indigestarnos
con el estómago vacío tenemos miedo
de no volver a comer
cuando nos quieren tenemos miedo
de que el amor desaparezca
cuando estamos solas tenemos miedo
de que el amor no vuelva más
y cuando hablamos tenemos miedo
de que nuestras palabras no se oigan
ni sean bien recibidas
pero cuando nos quedamos calladas
seguimos teniendo miedo
Así que es mejor hablar
acordándonos
de que no se esperaba que sobreviviéramos.
No soñar nunca con arañas
El tiempo colapsa entre los labios de los desconocidos
mis días colapsan en un tubo hueco
el pronto implosiona contra el ahora
como una pared de hierro
tengo los ojos tapados de escombros
una mancha de perspectivas
borronea cada horizonte
en la precisión sin aliento del silencio
se hace una palabra.
Una vez que la carne renegada se hubo ido
el aire del otoño se me pegó a la cara
filoso y azul como una aguja
pero la lluvia cayó todo octubre
y la muerte está una condena
adentro de mi sangre.
El olor de tu cuello en agosto
un alambre de oro fino que enjoya la guerra
todo lo demás miente
ilusorio como una granja
al otro lado de un valle
que se esfuma en el atardecer.
Día tres día cuatro día diez
al séptimo paso
una puerta velada me lleva a mi aniversario de ensueño
el papel estucado ignífugo hecho trizas
entre los dientes de un perro ladrón
no soñar nunca con arañas
y cuando enrosquen sobre mí las mangueras
un estallido de luz.
Día de Año Nuevo
El día parece armado a las apuradas
como un regalo para mendigos agradecidos
aunque mejor eso que nada de atención
pero suenan las campanas
en ciudades que nunca visité
y mi nombre está grabado sobre puertas
que nunca vi
mientras extraía un carozo
o cualquier cosa tierna o fructífera
del centro de los días indistintos
me olvidé
de la caricia del sol
al abrirse paso en las mañanas sin compromisos
La noche está llena de mensajes
que no puedo leer
estoy demasiado ocupada olvidando
el aire como un pelaje sobre mi lengua
y estas lágrimas
que no provoca la tristeza
sino la arenilla de un viento ocasional
La lluvia me cae como brea en la piel
mi hijo agarra de la cena un corazón de pollo
y pregunta
¿esto ama?
los dedos diestros y sin maldad de los fantasmas
entresacan mi sueño y esconden
lo que sea de la tristeza
que algo me hubiera redituado
actúo con premeditación
y no le tengo miedo
a nada.
Poema de Amor
Hablá tierra y bendecime con la mayor riqueza
que el cielo haga fluir su miel de mis caderas
rígidas como montañas
esparcidas sobre un valle
que excavó la boca de la lluvia.
Y supe en cuanto entré en ella que era
ciclón en sus bosques huecos
dedos susurrantes sonidos
miel que fluyó
de la copa partida
empalada en una lanza de lenguas
en la punta de sus pechos en su ombligo
y mi aliento
aulló en sus accesos
a través de los pulmones del dolor.
Voraz como la gaviota argéntea
o como un chico
me vuelvo a balancear
sobre la tierra una y otra
vez.
Padre, Hijo y Espíritu Santo
Yo nunca vi la tumba de mi padre.
No es que sus ojos hayan sido
olvidados
ni la impronta de sus grandes manos
en nuestros picaportes
todas las noches un medio giro
y entraba
enchastrado de cuestiones mundanas
enorme y silencioso como el deseo de todo un día
listo para redefinir cada una de nuestras formas —
es que ahora los picaportes nocturnos esperan
y no nos reconocen al pasar.
Todas las semanas una mujer distinta
—con la regularidad de su copa de la noche—
arranca el pasto que la quietud de él hace crecer
llamándolo maleza. Todas las semanas
una mujer distinta tiene la cara de mi madre
y él, que tiene tiempo,
inmutable,
debe estar sorprendido
el que conoció y quiso a una sola.
Mi padre murió en silencio, amando la creación
y las respuestas bien definidas.
Vivió
aun así dictamina sobre las cosas de la familia
y murió
conociendo a la que fui el 15 de enero de ese año.
No sea cosa que yo también vuelva al polvo
nunca vi la tumba de mi padre.
Carbón
Yo
es el negro absoluto, que habla
desde adentro de la tierra.
Hay muchos tipos de cielo abierto
como un diamante que llega a ser nudo de llamas
el sonido llega a ser palabra, coloreada
por el que paga qué por hablar.
Algunas palabras se abren como el diamante
en la vitrina
que canta ante el impacto fugaz del sol
y hay palabras como apuestas que se abrochan
en un cuaderno perforado, –compre firme y destruya—
y cualquiera sea su voluntad de todas las oportunidades
queda el comprobante
un diente mal sacado con un borde desparejo.
Algunas palabras viven en mi garganta
y se reproducen como víboras. Otras saben del sol
porque andan hurgando como gitanos sobre mi lengua
para explotarme a través de los labios
como gorriones que rompen el cascarón.
Algunas palabras
me atormentan.
Amor es una palabra, otra clase de cielo abierto.
Como el diamante que llega a ser nudo de llamas
soy negra porque vengo de adentro de la tierra
ahora tomá mi palabra como una joya a plena luz.