El mar que permanece es sal
(Traducción al español de Emilio Coco)
En la tierra de otro
adiós
arde un ocaso
sobre un altar
de sangre
Justo aquí
tenía una cita
con Dios
en el charco de cielo
de tus ojos
***
Entera
la nieve
del último llanto
mariposa seca
en un libro olvidado
hemorragia
de esperanzas
***
Danzan los colores
a contraluz
en el falso blanco
de la creación
Más allá del bien y
del negro de todo sendero
las almas se abrazan
si tienen las mismas palabras.
***
Entonces te veré
pasar, mi hermano
aliento sobre un cristal
Sombra sentada
en tu silla, fulgor
de la falena
Pasos más lentos
hacia la puerta
que no se abrirá
y todas las excusas
que aquel dios distraído
entre manos secas
no sabrá encontrar
***
¿Dónde buscarte?
Punto congelado
entre sueños amarillentos
El intento fallido
de viejos zapatos deteriorados
en una avenida de nieve
Donde crecen las violetas
y tú mirabas
la vida jugando
***
Te he perdido
en la red
del día perfecto
Amor vertical
vértigo de humo
***
No sé dónde me llevará
aquella flor púrpura
que me ha devuelto el corazón
Nubes y palabras
danzan alrededor del mirto
de mis fantasías
***
El mar que permanece
es sal
en el caracol de los niños
Mar de domingo
hileras de autos, el tiempo exclusivo
del aburrimiento, del amor
El descubrimiento de la roca más alta
convivialidad en las playas
la fácil rima con amar
El bañador del año anterior, los amores encendidos
desnuda la mirada
ningún oropel, el mar
la libertad sin dinero
el estallido de la sonrisa
detrás del telón de los ojos.
***
“Moriremos juntos
–me decías–
en un abrazo”
y yo te creía
Nos encontrarán atemorizados
como árboles entrelazados
Entonces seremos justos
el error calibrado
–el sol dondequiera–
el mar
en el aliento de luna
En la marea baja
bocas sin aire
abren de par en par
la noche.
***
He aprendido la elegancia de mi madre
el arte de saber colores, telas
“Los harapos necesitan porte,
también en el mercado encuentras lo que brilla”
La dignidad del no, la pobreza que
no grita, callarse contra quien grita
el saludo sencillo de la sonrisa
fingirse ciego a la carcoma de la envidia
He aprendido de mi madre a quebrarme,
sin hacer ruido.
***
Tú me hablas de éxitos triunfos
que derrotan muerte y delusiones
y tienen la pretensión de eternidad
pero yo tengo la carne descubierta y sangro
con tu aliento, la ausencia de alma
dormida en mí tu noche fría.
***
Anorexia
Me quedo más acá
de la oscuridad cerrada del sol
Y me pregunto desmembrada
cuántos kilos de sangre
servirán para
olvidar el vacío de amor
Recuerdo de niña girasol,
entonces el monstruo era
la noche
Un abrazo bastaba
y aquel encaje de corazón y hombros
Ahora me conduces
a tu abismo de donde
vomitas la espina
de Cristo
Quién sabe si
de esta muerte
saldremos vivas.