Anna Santoliquido

La casa de piedra y otros textos

 

 

(Traducción al español de Emilio Coco)

 

 

LA CASA DE PIEDRA

He vuelto a ver
después de muchos años
la casa de piedra
envuelta por el sol
y la quietud.
El tiempo
en el silencio
ha grabado
su historia
en la fachada exterior
para ofrecerla como regalo
a los ojos curiosos
de los forasteros del verano.
También el viejo plátano
sigue pintando
su cuadrocon la sombra fresca
que desde hace largos años
regala
a las piedras candentes
y a los restos
de una puerta
ya gastada.
El asiento
está todavía allí
testigo
en su dignidad
de piedra.
Ya no está aquélla
que con la cara morena
y el pelo blanco
observaba el cielo
a modo de plegaria…
Todo tenía un sabor
a historia vivida,
a añoranza.
He vuelto a ver la vida
en una mata de hierba
crecida de milagro
en una grieta.
He hablado con las piedras
de la belleza
de la vida
y del amor.

 

 

SOY POETA

para Ernest Hemingway

 

I

soy poeta
incluso cuando la lágrima se cristaliza
la nube se derrama
el tiburón me muerde

 

II

en el mar de los sueños
los tiburones hienden la ola
el pescador se ensaña
con las manos sangrientas

 

III

echo el anzuelo en la hoja
me agazapo en la barca
respiro con fatiga
la sangre tiñe el agua

 

IV

soy poeta
en Belgrado y en Zagreb
bajo el sol de Apulia
y en la guarida de los bandoleros

 

V

un muchacho vela mi sueño
con la impetuosidad de los veinte años
la condena del consumismo
y el perfume de la piel

 

VI

soy poeta
incluso cuando las algas me apestan
el aire se estanca
el tren me despierta

 

VII

como Santiago
llevo a la orilla la osamenta
quizá arrepentida
de haberme adentrado en alta mar

 

VIII

la pesca en el océano
ha desvelado los abismos
ha agudizado la sed
y ha grabado la soledad

 

 

TESTAMENTO

a Moma Dimić

 

I

lego a los gorriones
las emociones reprimidas
calentarán el nido
protegerán la especie

 

II

al halcón lego las visiones
y la amplitud de la fantasía
añadirán estro al vuelo
lo alegrarán al anochecer

 

III

al rebollo y a la encina
dejo la intimidad de la obra
los ayudará a soportar el hielo
y las barbaries

 

IV

a la viña lego las ideas acerbas
madurarán con el sol
serán cepa
y brindis

 

V

a luna lego un sentimiento nunca nacido
será hechizo y resurrección
tendrá que albergarlo con la energía de la ciencia
y la espontaneidad de los sencillos

 

VI

al fuego y a la nieve
lego el ímpetu del lenguaje
y la escarcha de las líricas
alimentarán la ternura

 

VII

al río y al arroyo
lego la liquidez de los signos
discurrirán hasta que el hombre
defienda la creación

 

VIII

al cielo y a los niños
lego los colores de la escritura
las rimas y las asonancias
y los remolinos de la inocencia

 

IX

a la nada lego la pena
los grumos de sangre
el ansia de las contracciones
y la inquietud

 

X

a los poetas lego el dilema
la jovialidad del recorrido
y la pureza de las páginas
los transmitirán a la posteridad

 

XI

a las palabras lego una caricia
suave como la miel de acacia
agradecida por la felicidad
y la batalla

 

 

RELIQUIAS

(África)

I

padre
te ahogabas en la sangre
mordías la arena
te repatriaste con la guerra
en las pupilas
luego los campos se cubrieron
y brotó la esperanza
con el tiempo expiaste
los horrores y la audacia
inmóvil relatabas
las danzas tribales
el espejismo del agua
de ti ha quedado
el canto africano
y el retrato

 

II

América estaba en tus sueños
te manejabas con la lengua
y los proyectos
por la noche vagabas por el desierto
abrevabas el camello y el dromedario
al alba trotabas
con el caballo y la alforja

 

III

tus dedos eran plantas aromáticas
el busto el cauce del torrente
las piernas muñones
reliquias bélicas

 

IV

me cubrías con fresas
y violetas
me alegrabas
con caracoles y grillos

 

V

no estabas solo en el foso
el mal sin embargo era tuyo
los huesos se disgregaban
por la impotencia y la cólera

 

VI

he aprendido de ti
a dosificar las palabras
tu silencio
era desesperación
y consuelo

 

VII

no has rozado
las mejillas de tu padre
lo admirabas en el horizonte
con el cigarro
y el chaleco

 

VIII

cariño
en la trinchera los recuerdos eran dulces
entre granadas y balas
divisaba las facciones de tu madre
en sueños me ocupaba de la cosecha
en África el deseo era brasa
tú eras ya criatura en lo íntimo

 

IX

suena fuerte el tambor esta mañana
es la llamada de los caídos
la ola caliente
una señal de paz

Anna Santoliquido Nacida en Forenza (Potenza), vive en Bari, donde enseña inglés. Poeta, escritora y ensayista, ha publicado dieciséis libros de poemas, un ... LEER MÁS DEL AUTOR