Poemas checos o la séptima cara del dado
Poemas checos o la séptima cara del dado
“Me gusta narrar la vida de los objetos sin vida”
Josef Sudek
I La misma rosa
la última rosa
son tres
refractada en un vaso
de cristal lleno de agua
sobre la mesa de noche
que comienza a ocupar
esta tarde separaciones
todo es múltiple y respira
en el paisaje unitario
según avizoro
desde adentro
en la oquedad artificial
que me ampara
como un ojo acuartelado
buscará una quietud necia
para que la tierra estalle
y se rearme
en la combinación
de siete días nuevos
los mismos que ya fijan
el cuadrilátero de la distancia
galopan voces salvajes
hacia ese silencio compartido
con la fauna de los entes mudos
no las escucho
preso de una dilatación interior
las veo reverberar como jinetes
sobre volutas de humo
un simple peón
rasga el velo
de la rosa sin por qué
II Descomposición de la huella
Lo más desolador
no es el pan único
racionado
con tensa mesura
una pobreza tal
que imposibilita
la caridad de la migaja
no
el límite del desamparo
se posa
en la frialdad quebradiza
del vaso
que acompaña
el abandono
las huellas
dibujadas
sobre el cristal
no forman labios
III Osadía
un no sé qué de abandono
atrae persistentemente
a criaturas invisibles
hasta mi exilio voluntario
toda ruina es un aposento
recuperado por el caos
el calor de las presencias
humedece el cristal
que me separa del resto
in menoscabo
de mi sacra profanidad
todo signo trata el gemido
de alguna lengua muerta
dos cuernos se dibujan
listos para el embiste
comprendo el aviso
todo poeta
será derribado e su osadía
IV Arqueo-logía poética
todo
lo creado
por el
ser humano
a poco
que se pose
en la vitrina
de la noche
y
se derrame
la mínima luz
del foco del tiempo
se revelará crucificado
también
este
poema
y
todo
lo que el ser humano
no ha creado
V Pliego acusatorio
la pera dejada
sobre el platillo
trae consigo tres hojas
las fui
desprendiendo
una a una
tomé un cuchillo
para retirar la piel
con destreza inusitada
rebané un costado
me opuso resistencia
lo incrusté
en la punta afilada
le di vueltas
primero
para después
probarlo
como catador
de un engaño
ya fermentado
electivamente
sabía a robo