Ángel Darío Carrero

Poemas checos o la séptima cara del dado

 

 

 

 

 

Poemas checos o la séptima cara del dado

 

“Me gusta narrar la vida de los objetos sin vida”
Josef Sudek

 

I La misma rosa

 

la última rosa

son tres

refractada en un vaso

de cristal lleno de agua

sobre la mesa de noche

que comienza a ocupar

esta tarde separaciones

 

todo es múltiple y respira

en el paisaje unitario

según avizoro

desde adentro

en la oquedad artificial

que me ampara

como un ojo acuartelado

 

buscará una quietud necia

para que la tierra estalle

y se rearme

en la combinación

de siete días nuevos

los mismos que ya fijan

el cuadrilátero de la distancia

 

galopan voces salvajes

hacia ese silencio compartido

con la fauna de los entes mudos

no las escucho

preso de una dilatación interior

las veo reverberar como jinetes

sobre volutas de humo

 

un simple peón

rasga el velo

de la rosa sin por qué

 

 

 

 

II Descomposición de la huella

 

Lo más desolador

no es el pan único

racionado

con tensa mesura

 

una pobreza tal

que imposibilita

la caridad de la migaja

no

el límite del desamparo

se posa

en la frialdad quebradiza

del vaso

que acompaña

el abandono

 

las huellas

dibujadas

sobre el cristal

 

no forman labios

 

 

 

 

III Osadía

 

un no sé qué de abandono

atrae persistentemente

a criaturas invisibles

hasta mi exilio voluntario

 

toda ruina es un aposento

recuperado por el caos

 

el calor de las presencias

humedece el cristal

que me separa del resto

in menoscabo

de mi sacra profanidad

 

todo signo trata el gemido

de alguna lengua muerta

 

dos cuernos se dibujan

listos para el embiste

comprendo el aviso

todo poeta

será derribado e su osadía

 

 

 

 

IV Arqueo-logía poética

 

todo

lo creado

por el

ser humano

a poco

que se pose

en la vitrina

de la noche

y

se derrame

la mínima luz

del foco del tiempo

se revelará crucificado

también

este

poema

y

todo

lo que el ser humano

no ha creado

 

 

 

 

 Pliego acusatorio

 

la pera dejada

sobre el platillo

trae consigo tres hojas

 

las fui

desprendiendo

una a una

 

tomé un cuchillo

para retirar la piel

con destreza inusitada

 

rebané un costado

 

me opuso resistencia

 

lo incrusté

en la punta afilada

 

le di vueltas

primero

para después

probarlo

como catador

de un engaño

ya fermentado

 

electivamente

 

sabía a robo

 

Ángel Darío Carrero (1966-2015). Fue uno de los más destacados escritores de la generación del ochenta del Caribe. Entre sus libros publicados por esta misma ... LEER MÁS DEL AUTOR